El primer debate presidencial de Estados Unidos, entre el actual mandatario, Joe Biden, y su antecesor, Donald Trump, se vio acompañado de sendas dudas sobre la capacidad del presidente demócrata de poder gobernar otros cuatro años, lo que llevó a propios y ajenos a cuestionar si es el candidato correcto para que su partido gane las elecciones del 5 de noviembre de 2024.
Para Biden era una oportunidad para garantizar que está apto para ser el postulante y la mejor opción para ganarle al republicano, a quien a cuatro meses de las elecciones las encuestas dan como favorito, pero con márgenes menores al 5%. Sin embargo, la presentación del presidente y la forma en la que habló despertó inquietudes al cierre del debate.
El presidente se repitió varias veces y con frecuencia se perdió en medio de frases confusas. “Realmente no sé qué dijo al final de esa frase y no creo que él sepa tampoco”, lo atacó Trump en medio de la discusión sobre el patrullaje de la frontera sur.
Esos lapus y quiebres en la fluidez en las alocusiones de Biden hicieron que incluso desde el bando demócrata se cuestione la vigencia del actual presidente como opción para noviembre.
“La actuación de Biden durante el debate fue decepcionante, no hay otra forma de decirlo”, dijo Kate Bedingfield, exdirectora de comunicación de la Casa Blanca en los primeros años de la era Biden, según consigna AFP.
Por su parte, la vicepresidenta Kamala Harris aceptó que Biden estuvo “lento al principio”, pero que “terminó fuerte”.
Tras el final del debate, el presidente dijo salir airoso de la contienda. “Creo que lo hicimos bien”, dijo a varios periodistas en un restaurante de Georgia, estado donde se llevó a cabo el cruce dialéctico. El presidente agregó que fue “duro debatir contra un mentiroso”.
Minutos después de que terminara el combate televisivo, los principales medios de Estados Unidos, incluso aquellos asociados con la tendencia demócrata, salieron con titulares que señalaban la “alarma” y el “pánico” de los integrantes y donantes del partido de Biden, llegando a señalar que muchos buscan “un plan B” a cuatro meses de los comicios.
Las reglas del debate establecían que el micrófono se cerraba cuando uno de los dos oponentes no estaba hablando. Esa medida, según varios analistas, también favoreció a Trump, que se mostró más “comedido”, según AFP, al poder “controlar sus famosos exabruptos” para “convencer a votances indecisos”.
Eso “pudo haber ayudado a Trump porque le impidió gritar ante las intervenciones de Biden”, dijo Robert Rowland, profesor de comunicación en la Universidad de Kansas, según cita la agencia francesa de noticias.