El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, dijo este martes que es “obvio” quién pidió al gobierno flexibilizar la normativa actual que rige al tabaco: Montepaz. “No, si me lo va a pedir una fábrica de chicle”, ironizó el mandatario sobre el hecho, y agregó que la empresa tabacalera es quien se lo pidió al Ministerio de Industria, Energía y Minería.
Las declaraciones de Lacalle no cayeron bien en filas de la oposición, y en particular en el Frente Amplio. La intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, aseguró que escuchó con “preocupación” las declaraciones de Lacalle. “Efectivamente admitió que a solicitud de una tabacalera hizo este cambio, y también escuché con preocupación el tono, banalizando la opinión de quienes hemos expresado nuestra preocupación profunda porque esto afecta a la salud de los uruguayos y uruguayas”, afirmó.
En este sentido, opinó que “no le parece el tono” y le pidió al mandatario que “reflexione sobre el tema” y que no escuche las opiniones de los políticos de oposición, sino las reflexiones de los académicos, médicos y científicos.
“Realmente me parece que es un paso que va en contra de la política hacia la salud de las personas, de la política antitabaco, y verdaderamente me parece que no es ni el tono ni banalizar opiniones. Ya que eso fue hecho, mi pedido es que se consulte a la academia, a la facultad de medicina, a la OPS [Organización Panamericana de la Salud] y a la OMS [Organización Mundial de la Salud]”, sostuvo.
Por su parte, el senador frenteamplista Mario Bergara consideró que las declaraciones de Lacalle son una “confesión inadmisible”: “Confesar que se hacen decretos a pedidos de empresas o intereses particulares es muy peligroso, no corresponde hacerlo y sobre todo genera antecedentes que pueden ser muy complicados para lo que es la propia naturaleza de la democracia”, expresó.
En este sentido, aseguró que la política, y sobre todo la gestión de gobierno, “no puede ser la sumatoria de los reclamos de los intereses particulares”, sino que debe haber una “visión” del gobierno.
“Claramente, estas declaraciones confirman que no hay una visión sobre el tema, sino que se actuó como reacción a un pedido de una empresa particular”, dijo, y agregó que les parece “inadmisible” el “contenido” y la forma en que se expresó, pero también la intención de “naturalizar” que se gobierne de esa manera.
“A quién le puede resultar obvio que porque una empresa haga un reclamo, el gobierno tiene que sacar un decreto atendiendo ese reclamo. No es nada obvio; es más, no debería ser así. Los gobiernos deben tener sus políticas, su visión, y actuar en consecuencia sopesando todos los intereses que hay en la sociedad, pero naturalizar que un gobierno obviamente responde al reclamo de los intereses particulares es sí cuestionar la naturaleza de la democracia y lo vemos con enorme preocupación”, afirmó.
“Nadie dice que deban desaparecer los intereses en la sociedad. Los intereses están, tienen que estar, habrá intereses encontrados también y es tarea de los gobiernos ver cómo incorpora toda esa información para gobernar en base a una visión, a un enfoque y a una cuestión ideológica, incluso, en cómo gobernar, cómo hacer políticas y cómo desarrollar políticas públicas. Lo que sí creo peligroso es naturalizar que se gobierne, obviamente, como dice el presidente, en base al reclamo de una empresa privada”, concluyó.
Finalmente, el también senador Daniel Caggiani se expresó en Twitter y dijo que es “lamentable” promover cambios normativos para “favorecer intereses particulares” y que “sería bueno” que el presidente se “preocupara” por la salud de los uruguayos, en lugar de “promover cambios normativos para favorecer los intereses de las tabacaleras”.