El exministro de Economía Ignacio de Posadas se refirió este jueves a la decisión del gobierno de seguir con el negocio del pórtland sin asociarse con un privado, tras quedar desierta la licitación internacional para la elección de un socio en los negocios del cemento y la cal.
En una carta al director publicada por el semanario Búsqueda este jueves, el también exsenador del Partido Nacional cuestionó la decisión del gobierno e hizo un breve repaso de los hechos.
“Hace décadas que el negocio del pórtland estatal viene perdiendo fortunas. Los intentos por salir del pozo, poniendo más plata encima (muchísima), fracasaron. Nadie la quiere. Por algo será”, apuntó De Posadas, haciendo referencia a las declaraciones del presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, cuando fracasó en su intento de asociarse con un privado.
“Llegado a este punto, en cualquier país racional, con responsables que actúan racionalmente, la decisión es cerrar la empresa. Por la sencilla razón de que no hacerlo significará sacrificios económicos sine die (sin fecha o plazos determinados). El directorio de Ancap sabe eso, como también lo sabe cualquier persona sensata. Pero igual resuelve seguir. ¿Por qué?”, se preguntó el abogado, que se respondió: “Por la presión sindical (que, inmediatamente, es trasvasada a la política vía el FAPIT).
En esta línea, expresó que “la sociedad uruguaya va a pagar, sin plazo, cientos de millones de dólares para subsidiar a un determinado número de personas”.
“Pero no se trata de una suerte de seguro de paro turbinado. Es algo todavía más disparatado: se trata de mantener una gigantesca estructura industrial para pagar ese subsidio. ¿No es absurdo? Si hubiera que aceptar la inevitabilidad (no la justicia) de tener que subsidiar a esos funcionarios, es mucho más racional cerrar la planta y pagarles una pensión vitalicia. En materia de subsidios, lo primero que se debe hacer es transparentar: ‘Señores, la empresa no da para más, pero no nos animamos a dejar cesantes a los funcionarios (ni siquiera pagándoles subsidios generosos e implementando programas de reinserción laboral). Seguiremos pagándole los sueldos ad vitam (de forma perpetua)”, apuntó De Posadas.
Y reclamó: “Entonces, siempre en la línea de la transparencia, estaría bueno que el directorio de Ancap publicara los nombres de los beneficiarios del subsidio vitalicio. ¿Por qué no? Tengo derecho a saber dónde va mi plata. Ancap claudicó. Intentó taparse con la hoja de parra anunciando que hará ahorros: ¡Ja! ¿Por qué, en vez de eso, no hace algo concreto y publica la lista de funcionarios de pórtland que vivirán a costa de la sociedad, en la que detalle cuánto va a costar cada uno por año, sumando salarios y beneficios? A falta de valentía, por lo menos honestidad y transparencia”.