Desde hace tiempo, el expresidente de Estados Unidos Donald Trump lidera las encuestas para regresar a la Casa Blanca frente a un Joe Biden en horas bajas. El país se pregunta este viernes si el veredicto de culpabilidad del republicano impactará a su hasta ahora imparable carrera presidencial.
El político republicano, quien ha denunciado desde el principio que sufre una “cacería de brujas”, declaró que el “veredicto real” lo darán los votantes en las elecciones del próximo 5 de noviembre.
Biden también aprovechó la jornada histórica para hacer campaña y afirmar que “solo hay una forma de mantener a Donald Trump fuera del Despacho Oval: en las urnas”, declaró el mandatario demócrata.
¿Qué viene ahora?
Tras conocerse el veredicto de culpabilidad del jurado, llega el turno del juez Juan Merchán, quien anunciará la sentencia el próximo 11 de julio, pocos días antes de que el Partido Republicano nombre oficialmente a Trump como su candidato presidencial en la Convención Nacional que se celebrará en Milwawkee (Wisconsin).
Cada uno de los delitos conlleva penas de hasta 4 años de cárcel, que se pueden cumplir de manera simultánea, aunque el juez también puede optar por otras alternativas como la libertad condicional, el arresto domiciliario o multas.
Desde luego, el comportamiento desafiante que Trump ha tenido durante el juicio no servirá para atenuar su sentencia.
Pero dado que el republicano ya cumplió 77 años y no tiene antecedentes penales, “es muy poco probable que vaya a la cárcel”, asegura a EFE Mark Smith, experto constitucionalista de la Universidad de Cedarville (Ohio).
Además, en el hipotético caso de que fuera sentenciado a prisión, ello no lo inhabilitaría para presentarse a las elecciones del próximo noviembre, en las que intenta arrebatar el cargo a Biden.
La defensa del magnate neoyorquino recurrirá la decisión del juez e intentará alargar el proceso judicial al máximo, intentando que la sentencia firme salga cuando ya sea el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Según Smith, si recibiera una sentencia de cárcel ya como presidente, su cumplimiento se retrasaría hasta después de su mandato dado que se consideraría que “su papel como presidente es más importante” que cumplir inmediatamente con una sentencia de un tribunal estatal.
¿Qué pasará con las elecciones?
Por ello, cobra todavía más relevancia la incógnita de si los votantes castigarán a Trump tras conocer el veredicto y la sentencia. Los indicios hasta ahora han apuntado a todo lo contrario.
Ni los detalles del juicio ni las otras tres imputaciones penales que pesan sobre Trump (dos por injerencia electoral en 2020 y otra por haberse llevado documentos clasificados de la Casa Blanca) han mermado su fuerte base electoral en un país muy polarizado.
Según la media de sondeos que hace el portal FiveThirtyEight, Trump ganaría las elecciones a nivel nacional con el 41,3% de los votos frente al 39,3% de Biden.
Una encuesta publicada por los medios públicos NPR y PBS antes de conocerse el veredicto de culpabilidad reflejó que el 67% de los estadounidenses no pretendía cambiar el sentido de su voto en función de lo que decidiera el jurado sobre Trump.
El juicio en Nueva York es percibido además como el menos grave que enfrenta Trump, pero los otros tres están paralizados a la espera de que el Tribunal Supremo decida si el exmandatario tiene inmunidad y muy difícilmente podrán llevarse a cabo antes de las elecciones.
El republicano compareció este viernes ante la prensa en un nuevo intento de movilizar su base, donde tachó el juicio en Nueva York de “amañado” y reivindicó que sigue liderando las encuestas.
Para el politólogo Geoffrey Bowden, está claro que la estrategia del republicano seguirá siendo “afirmar que el sistema judicial está manipulado” y actuar como “una víctima”.
“Los partidarios más leales de Trump creerán que todo el proceso está amañado pero la mayoría de estadounidenses no lo cree”, afirmó el analista a EFE.
Una sentencia a cárcel, por tanto, podría desmovilizar a los votantes más moderados de Trump y eso es peligroso para el republicano en los estados clave donde las elecciones están más ajustadas, como Pensilvania, Míchigan, Wisconsin, Georgia, Arizona y Nevada.
Eduard Ribas i Admetlla para EFE