Action on Smoking and Health (ASH), la organización anti-tabaco más antigua de Estados Unidos, aplaudió a Uruguay por ganar el caso contra Philip Morris pero dijo que la tabacalera "logro su objetivo principal".

"Philip Morris sin dudas va a lanzar unas lágrimas de cocodrilo, pero su principal objetivo al iniciar este juicio está cumplido; seis años y millones de dólares se gastaron en defender una ley no discriminatoria que tenía solamente la intención de proteger la salud pública", dijo Larent Huber, director ejecutivo de ASH, en una nota publicada por la organización.

"Esto tuvo como consecuencia un enfriamiento en las regulaciones de otros países, impidiendo una legislación de tabaco que hubiera salvado vidas", dijo Huber.

La comunidad internacional concuerda en que es una buena noticia para Uruguay, pero algunos, como Huber, advirtieron que ningún país debería bajar la guardia porque empresas como Philip Morris están preparadas para iniciar esta clase de juicios aún con riesgo de perderlas, ya que el sistema de litigios internacional lo permite.

El analista estadounidense Michael Meurer había explicado en un análisis profundo sobre el caso que Uruguay se convirtió en un pararrayos de la élite financiera global porque desafiaba la "legitimidad de los tribunales de comercios internacionales que están en el corazón de acuerdos propuestos como el TTIP (Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión) y el TPP (Acuerdo de Asociación Transpacífico)".

"El hecho de que una nación soberana que desea proteger la salud de su gente sea forzada a defenderse a sí misma en un litigio caro y ante el lucro de una corporación multinacional -al mando de un tribunal supranacional del Banco Mundial- ya está de por sí demasiado metido en el camino equivocado", afirmó. Es decir, hoy en día el sistema internacional de litigios permite que un país sea enjuiciado por sus políticas de salud y ello, pese a la victoria de Uruguay, no cambió, aunque siente un precedente positivo.

Consultado por Montevideo Portal tras el fallo del juicio, Meurer dijo que la decisión contra Philip Morris por parte del tribunal internacional es una buena noticia para Uruguay pero "es también una forma de victoria para Philip Morris".

"¿Por qué? La razón es que el litigio de Philip Morris contra una decisión política y local de una nación soberana para proteger la salud pública debería ser ilegítima en primer término", dijo.

"En lugar de ello, el litigio le costó a Uruguay seis años y dinero sin motivo. Al mismo tiempo este caso le permitió a Philip Morris enviar una señal amenazadora a pequeños países que tienen pocos recursos paran defender sus intereses y la salud pública. Es necesario cambiar el sistema de tribunales internacionales que son controlados por los bancos y las corporaciones trasnacionales de tal manera de brindarle más poder a las naciones, sin importar su tamaño", concluyó.