Nahuel, el hijo de la candidata a vicepresidenta por la coalición, Valeria Ripoll, mantuvo un encuentro esta semana con el presidente Luis Lacalle Pou en su despacho del piso 11 de la Torre Ejecutiva.
Según compartió Ripoll en un posteo en Instagram, Nahuel tenía un fuerte deseo de conocer al presidente. “Conocer al presidente era un sueño para Nahuel, hoy pudo cumplirlo. Como mamá, la emoción en su carita y sus palabras me llenan el alma y me emocionan”, escribió.
Tras el encuentro, una madre de dos niñas autistas —misma condición que tiene Nahuel— compartió una carta y dijo: “Nos bloqueaste igual que a tantas madres más luego de que te pidieran ayuda”.
“Hoy, de casualidad, llevaste a tu hijo a ver al presidente, casualidad estaba la prensa, de casualidad pasó esto después del debate que claramente sabés que no les fue nada bien. Salís nuevamente a tratar de conseguir votos con el autismo, con la discapacidad, el mismo que en junio les decías a las familias que no podías participar en su lucha porque con el autismo no hacías política”, agrega el texto firmado por Mariana Curbelo.
En otro pasaje, dice: “Capaz que vos tenés suerte y no necesitás una asistente, pero nuestra realidad no es la tuya, Valeria. La mayoría de las madres no tenemos un ingreso porque no podemos trabajar, porque el partido —que tan orgullosa decís que te representa y te llenás la boca hablando de discapacidad— es el culpable de que miles de familias se tengan que organizar y rogar por soluciones para sus hijos con discapacidad”.
Curbelo hace una serie de reclamos en materia de la atención a personas con discapacidad, y asegura: “Todo esto fue puesto en la carta que el día 2 de abril presentamos en Presidencia, le pedíamos por favor que nos recibieran, que ya no sabíamos más qué hacer. Jamás nos recibió el presidente, nunca nos contestó por más de que nosotros insistíamos. ¿Acaso nuestros hijos no tienen los mismos derechos que el hijo de la actual candidata a vicepresidenta?”.
“Estoy harta de verte llorar queriendo dar lástima, dejá de llorar que si las lágrimas solucionaran algo yo ya tendría todo resuelto”, finaliza el texto.