Fotos: Javier Noceti / @javier.noceti
Cuando en 2021 nació el hijo de Florencia, su abuelo, el entonces senador Danilo Astori le dijo a su hija: “Me gustaría que me llame ‘Nono’”. Y fue “Nono” nomás para el niño, ni bien empezó a balbucear. El contador Astori, el hombre fuerte de la economía uruguaya durante los 15 años de gobierno frenteamplista, falleció el 10 de noviembre de 2023, y su hija lamenta hasta hoy no haber podido despedirse de él, no haber podido tener una charla a modo de último adiós. “No pude tenerla, porque no esperábamos lo que pasó”, confiesa ella y su mirada se entristece.
Para esa fecha, fines del año pasado, Florencia Astori —docente y artista plástica— ya tenía dos decisiones tomadas vinculada al ambiente en el que se movió su padre durante décadas: se involucraría en política partidaria, por supuesto en filas frentistas, y apoyaría la precandidatura de Carolina Cosse. Es curiosa la paradoja: mientras que el astorismo —sustantivo que nuclea la matriz de pensamiento político y económico de su padre— decidió apoyar la precandidatura de Mario Bergara, ella decidió apoyar la de Carolina Cosse, con quien siente comparte ideas de un mismo proyecto político.
Astori (36) ha dado pocas entrevistas desde su desembarco en arenas políticas. Quizás por eso, se toma el trabajo de pensar muy bien cada palabra. Pero hay algo en esa conducta, la de pensar hasta el paroxismo las palabras que mejor grafiquen su sentir, que parece saludable en el ambiente político: buscar no repetirse, procura ser honesta en sus respuestas, evitar los clichés y no hablar como si supiera de todos los temas cual todóloga. Es profundamente educada, se disculpa si no es clara o si se tomó demasiados segundos para escoger el término adecuado. Todo eso, viniendo de una mujer joven que busca aportar algo en política suena esperanzador.
En esta charla, Florencia explicará por qué se tomó su tiempo para apelar a una abogada para trancar fuerte las maledicencias en Twitter, contestará cuál es, a su juicio, el legado que dejó su padre en política, por qué escogió el Espacio Socialdemócrata Amplio (ESA) como sector donde militar y, claro, por qué fue a contramano del astorismo, y en cambio prefiere la precandidatura de Cosse. “Que Bergara se sienta identificado con el pensamiento astorista es una cosa, pero, astoristas podemos ser todos los frenteamplistas. El astorismo no se reduce a un sector”, sentencia.
Y, además, cuestiona duramente el gobierno de coalición que lidera Lacalle Pou, por entender que carece de “un horizonte claro” (recordemos que Cosse suele repetir que “no tiene rumbo”). Para ella, esta administración intercala buenas acciones, con las otras, porque va “improvisando”. Le achaca episodios de corrupción y falta de transparencia. Y afirma que “es necesario, para el país, un nuevo ciclo progresista, no solo un nuevo gobierno frenteamplista”.
"El legado de mi padre tiene que ver con la militancia como forma de vivir. Y no una militancia de cualquier forma, si no una militancia de izquierda, comprometida con determinados principios y valores, priorizando siempre lo que el país necesite por sobre lo sectorial y lo personal"
¿Cuál es tu vocación?
(Piensa unos segundos) La docencia. Lo pensé porque la vocación es algo amplio, pero siempre supe que iba por el lado de la docencia. Es lo que me mueve, lo que me inspira, por lo que me levanto todos los días.
Tu perfil de Linkedin dice que sos maestra y posgraduada en dificultades del aprendizaje. ¿Por qué te interesó, en particular, esa especialización?
Hice un máster, incluso, defendí la tesis el año pasado, de Educación con énfasis en dificultades de aprendizaje. Me interesan los procesos educativos, y esto de la educación para todos. En términos de educación hay como una mirada de entender la educación desde el punto de vista de la convivencia. Esto de acompañar las diferentes trayectorias educativas y los distintos procesos educativos. Es importante formarse, y estoy haciendo mi carrera. Me queda mucho por aprender.
¿Y cómo nace la artista plástica, la pintora?
Hace mucho tiempo que no pinto, pero siempre pinté. Son como momentos que uno va transitando, y hace años que no lo hago. Pero la cultura siempre estuvo presente en casa, tanto la música como la pintura, lo cultural en general. A mí me despertaba mucha curiosidad lo tangible: los materiales, probar, experimentar. Empecé yendo a un taller en el barrio Malvín, donde vivía, con 10 años. Fui hasta los 18 al mismo taller. Después estudié en la Fundación de Arte Contemporáneo también.
Astori es un apellido que remite indefectiblemente a tu padre. Tu viejo colaboró en la fundación del Frente Amplio (FA), fue decano de la Facultad de Economía con 32 años, acompañó a Líber Seregni como primero en la lista al Senado en todas las listas en 1989, fue ministro de Economía y vicepresidente de la República. ¿Cuál fue el legado que creés que le dejó Danilo Astori a la política?
El legado es muy grande y es difícil de sintetizar en pocas palabras. (Se toma unos segundos, para elegir bien las palabras). Lo que me parece que él transmitió a lo largo de su historia, de su trayectoria, es esto de priorizar, por un lado, las necesidades del país, de la gente, por sobre cualquier interés personal o sectorial. ¿Por qué te digo esto? Porque en su camino mostró lo que implica ser militante o estar comprometido con la militancia, por supuesto de izquierda, y así me lo transmitió.
Creo que su legado mayor tiene que ver con esto de la militancia como forma de vivir, de habitar el mundo, como forma de estar. Así me lo transmitió a mí a lo largo de toda mi vida. Y no una militancia de cualquier forma, si no una militancia de izquierda, comprometida con determinados principios y determinados valores, priorizando siempre lo que el país necesite por sobre lo sectorial y lo personal, pero, además, en la búsqueda del o que tiene que ver con el equilibrio entre la libertad y la justicia. Es lo que él siempre practicó, defendió, mostró y construyó.
Estudiaste Gestión Cultural en el Claeh, y en tal sentido, trabajás en el Museo Gurvich, que era un museo privado, hasta que en 2018 el Estado adquirió la obra del artista José Gurvich, el acervo que estaba en manos de su hijo Martín. ¿Ahí nace el mito de que “el padre le compró un museo”?
Y que gano 10.000 dólares al mes, entre varios mitos. Nace ahí, sí. También estaba el mito de… bueno, no quiero repetirlos, porque no construyen, pero mitos que tienen que ver con mi vida privada, con cuestiones de índole personal que se expusieron sobre el escrutinio público, sobre mi orientación sexual y mi vida en pareja. Inclusive, inventándome parejas. Yo no le encontré mucho sentido a eso, porque mi desempeño laboral en ese momento era en el ámbito privado, y sigue siendo así, por ahora. Pero creo que ahí se daban una serie de condiciones y oportunidades para que en la campaña electoral de 2019 se pudiera utilizar esto como parte de la campaña.
¿Hubo gente que tergiversó a conciencia esa información, que operó?
Sí, sí, hubo gente que operó, porque, de hecho, hubo gente que estuvo involucrada en esto y hoy está en cargos de gobierno, en cargos de confianza. No corresponde dar nombres, cada uno sabe qué hizo y dónde está. Pero hubo gente que aprovechó la oportunidad para difundir estas informaciones falsas en la campaña y lo hizo deliberadamente. También hubo gente que repitió esto sin saber. Yo me tomé dos años para tomar acciones sobre esto, porque me agarró desprevenida y no tenía muy claro desde donde actuar, pero una vez que decidí cómo hacerlo y qué hacer, me encontré con muchas personas que en ese repetir se daban cuenta que no había estado bien y reconocían que lo habían repetido sin tener conciencia.
Desde fines de 2018 y principios de 2019, cada tanto en Twitter decían que manejabas “el museo que le compró el papá”. Pero alrededor de 2021 decidiste no quedarte quieta y sumisa ante esa fake news, y asumiste una actitud proactiva de dejarlos en evidencia. Leí unos cuántos tuiteros que se retractaron y debieron pedirte disculpas públicas. ¿Cuál fue tu decisión ante esas acusaciones en redes? Es decir, leías un tuit maledicente respecto a vos y “el museo que te compró papá”, ¿y qué hacías?
En primer lugar, está bueno hablar de procesos, porque no es que me levanté un día de mañana y resolví algo. Entre 2019 y 2021 me pasaba que veía instalarse un relato injusto, que no era real y que tenía una fuerte intención política, que en ese momento no tenía nada que ver conmigo, y yo estaba ligando de costado.
Claro, era un palo para tu viejo…
Sí, era una búsqueda de pegarle a mi padre en el gobierno, a través de lugares de intersección más vulnerable, que en ese momento lo ocupaba yo. En ese sentido, fue tallando en mí esto de que no quede un relato instalado de algo que no corresponde. Yo ya había hecho algunas aclaraciones vía Twitter, me parecía que con eso alcanzaba, porque saliendo de mí misma, uno podía aclarar y ya estaba. Pero no fue así, no alcanzó; es más: se incrementaron esas difamaciones por parte de personas que están en Twitter. Hay algunos de los que uno puede esperar que repitan y tal vez no estaban tan informados, pero hay otros que sí lo estaban y lo hicieron de manera deliberada. Personas vinculadas a ámbitos culturales o a medios de comunicación. Y después, había otros usuarios que repetían sin saber, sin chequear.
En la medida que veía personas que lo repetían sin saber o lo repetían a conciencia, primero intenté dialogar con ellos, intercambiar unas palabras. Muchos entendieron mi punto, se disculparon públicamente y por vía interna. Y con quienes no logré llegar a un punto de entendimiento, ahí recurrí a la vía judicial. Me parecía que era la mejor manera de intervenir en esto, porque cuando hay un daño de imagen, un perjuicio, eso configura delitos que son penalizados y que corresponde. Había mucha gente que no lo entendía o no lo quería entender, entonces bueno… recurrí a la Justicia.
En marzo de 2021 La Diaria publicó como noticia que habías realizado una denuncia en Delitos Informáticos por difamación en redes sociales. ¿La repetiste, o fue un caso excepcional como último recurso?
Eso pasó dos veces. En esa instancia y en una siguiente, unos meses después, que reunían tres o cuatro personas la primera vez, y otros tantos, la segunda vez. Yo presenté un texto escrito donde especificaba el usuario, los tuits, todo. Y lo dejé en manos de Fiscalía. Cuando se retractaba públicamente y pedía disculpas, era porque yo me comunicaba con ellos, o en algunos casos, lo hacía mi abogada. Lo trabajoso y desgastante fue el contacto con cada persona, para lo cual tuve ayuda, pero fue un espacio que me quise dar de no recurrir a la Justicia de una, si no tratar de entablar un diálogo, una conversación. No era lo que más me gustaba hacer, pero debo decir que me llevé varias buenas sorpresas de gente que se disculpó de forma sincera y reconocía que no estaba debidamente informada.
"Hubo gente que operó con las fake de Twitter, porque, de hecho, hubo gente que estuvo involucrada en esto y hoy está en cargos de gobierno, en cargos de confianza. No corresponde dar nombres, cada uno sabe qué hizo y dónde está"
Dijiste en el programa de streaming Al Weso que, en pleno contexto electoral de campaña, en 2019, vos eras vulnerable por ser “mujer, lesbiana y joven”, y que “podía rendir” pegarte por ahí. Ampliame esta idea.
Creo que en el punto de encuentro de esas tres dimensiones, a mí me hacían un blanco más fácil para aprovechar como una oportunidad durante una campaña electoral, que pegar por otro lado, donde capaz iba a ser más difícil o había menos elementos para poder hacerlo.
En enero de 2017 fuiste noticia en la prensa rosa o de chimentos. Nunca te habías involucrado en política, y no tenías un trabajo público. Pero eras “hija de”, y la noticia era que la hija de Astori se casaba con otra mujer. ¿Creés que si te hubieras casado con un hombre, tu casamiento habría llegado a los medios?
Quiero creer que es porque había una dimensión del arte que tenía que ver con esto de mostrar y compartir con el resto de las personas lo que yo soy. Pero bueno, puede ser sí, que no hubiese tenido prensa si me casaba con un hombre. Ese año (2017), además, generaba más curiosidad (un casamiento de una mujer con otra), algo que hoy ya está culturalmente más aceptado, o más hablado, al menos. Quizás no hubiera sido tan público y tan expuesto. Con Caras siempre estuvo conversado lo de salir ahí, pero hubo otros medios que sacaron fotos y publicaron, sin consentimiento. Eso no estuvo bueno, porque era algo privado y personal. Me parece que tiene una cuestión de visibilizar y mostrar cómo uno es y cómo vive, y está bueno eso de compartir mi forma de estar, pero como vos decís: yo en ese momento, no estaba públicamente en escena. Ahí entra un poco esto de la curiosidad.
Has sido una mujer de perfil bajo, reservada. ¿Cuánto tiene de bueno o de malo que se haya publicado como noticia tu casamiento con Noel?
Yo me siento feliz y orgullosa con mi matrimonio, pero por ese mismo motivo, de joven o de más chica, quizás tenía esa avidez de mostrarle al mundo quién era y cómo vivía, y creo que quizás el mundo es un poco más salvaje de lo que uno piensa. Entonces, aprendí a que hay que cuidar la privacidad, que sea con quien sea que te cases, hay que cuidar lo más íntimo… Ahora, ¿cuánto tuvo de bueno y de malo? Yo en ese momento no buscaba ni perseguía una visibilidad ni personal ni de la pareja. Creo que el mostrar el casamiento pudo aportar a la conciencia social de seguir dando espacio a eso de que no todos somos iguales, que vivimos de la manera que cada uno elige, que elegimos nuestras parejas. Pero… me sentí realmente expuesta. Si pudiera elegirlo hoy, elegiría que quedara en el orden de lo íntimo y lo privado.
¿Por qué involucrarte más en política, a partir de este año?
La política está presente en mi vida desde antes de nacer. Creo que todos somos seres políticos, cuando decidimos o incluso cuando decidimos no opinar ante algunas cosas. En términos de política activa, me siento en el proceso de involucrarme, porque es una de las actividades humanas que constituye un camino posible para transformar la realidad, y volverla un lugar mejor. En este caso, para que nuestro país sea mejor, y en ese sentido, creo que desde la política puedo hacer aportes. Y, por otro lado, creo que hay como un cierto desencanto con la cuestión política y con los políticos. ¿No te parece que hay un desencanto con la clase política?
Acá no lo sé, no me consta, pero basta ver el ejemplo de Argentina para que pongamos las bardas en remojo, ¿no?
Yo me refiero a lo que sienten los jóvenes —yo me siento joven— y hablo con mis amigas y mis amigos, y veo que hay una fuerte inclinación a hacer cosas, a querer transformar realidades. Pero muchas veces se buscan caminos alejados de la política, como obras de voluntariado o lo que fuere, porque a veces la política termina cayendo en esto de la desconfianza, o de lugar del que la gente prefiere alejarse porque hay un desencanto. Por eso es un terreno que me gustaría revalorar, y me parece que estando adentro es una manera en la que podría aportar más.
"Mostrar el casamiento pudo aportar a la conciencia social de seguir dando espacio a eso de que vivimos de la manera que cada uno elige, que elegimos nuestras parejas. Pero… me sentí expuesta. Si pudiera elegirlo hoy, elegiría que quedara en el orden de lo íntimo y lo privado"
Tu padre —un líder político de la izquierda uruguaya— había hecho público su apoyo a la precandidatura de Mario Bergara, y vos, en cambio, decidiste apoyar a Carolina Cosse. ¿Llegaste a discutir sobre por qué apoyar a uno o a otra con él? ¿Tuvieron debates nutritivos?
Sí, los tuvimos, por suerte. Siento la falta de su presencia y de su consejo en estos momentos, pero también siento un agradecimiento al universo por haber podido conversar esto, que implica una cierta distancia de opciones, en algún punto, pero siempre desde la unidad frenteamplista. Esto de buscar construir en unidad desde lo diverso. Llegué a conversar con mi padre de por qué mi camino tenía un poco más que ver con la candidatura de Carolina, pero no se trataba tanto de discutir por qué sí o por qué no tal candidato, sino desde dónde cada uno se siente mejor aportando.
Me identifico mucho con el proyecto de Carolina Cosse, y desde ahí es que entiendo que puedo aportar, y que puede tener sentido mi presencia.
Es más que entendible que los astoristas apoyen a Bergara…
Es algo decidido, algo que decidieron.
Bergara creció bajo el ala de Danilo Astori, Bergara siempre habla de sumar gente a un sector que los periodistas y politólogos calificamos de izquierda moderada o centroizquierda. La pregunta es: ¿por qué vos decidiste apoyar a Cosse?
Yo creo que el legado de mi padre y su pensamiento no puede quedar reducido a un sector. Su aporte es bastante más amplio y nutre a todo el FA. Y desde ahí yo tomo sus enseñanzas, sus principios, su pensamiento y sus acciones son, para mí, una enorme fuente de inspiración para hacer un camino personal. Y yo encuentro que me identifico más con el proyecto de Carolina.
¿Por qué Carolina? Porque ella es una gran líder, pero destaco su capacidad para formar equipo. Es una gran líder para armar equipos, para desarrollar políticas que tienen que ver con la gente, que en su acción política le ha dado mucha participación a las personas en los barrios, no solo en su acción, sino en la toma de decisiones. Ni que hablar que su trayectoria política evidencia que es una candidata sumamente preparada. Estamos hablando de alguien que fue senadora, ministra, presidenta de Antel, ahora intendenta. Todo esto reúne muchas virtudes en Carolina para llevar el programa del FA, un programa único, de una forma excepcional. Tiene una mirada integral que se refleja a lo largo de toda su gestión.
Podemos mirar en el corto tiempo el Plan ABC que la Intendencia impulsó, con una intención muy clara de escuchar a la gente y entenderla en sus realidades, en sus diferencias, en lo que se necesita hacer y atenderla. Y en otro orden de cosas, coincido mucho con la visión de país, con el horizonte hacia el cual ella camina, y proyecta y hacia el cual ella dirige sus acciones, que tiene que ver con un Uruguay —como ella dice— en el que nadie se quede atrás, y esto se refleja en sus acciones políticas, que van más allá del ofrecimiento de los servicios públicos, y se centran mucho más en la cuestión de los derechos, de priorizar que todos y todas tengamos las mismas oportunidades para ejercer los derechos. Pero, además, de atender que esos derechos se ejerzan. Y hay otros dos aspectos muy importantes que tienen que ver con esto: su mirada de un país desarrollado. Para mí, ella tiene un pensamiento a futuro, que es importantísimo para el Uruguay, y que ese desarrollo se dé en el marco de lo medioambiental, que hoy en día está muy en el tapete en el debate público. Es una dimensión que tenemos que cuidar.
Si Bergara encarna a la izquierda moderada, y al astorismo podría decirse… ¿Cosse, la candidata apoyada por el PS y el PCU, es radical?
Para mí, no encarna al astorismo. El astorismo es una cuestión más amplia que inspira a todo el Frente Amplio. Que Bergara se sienta identificado con el pensamiento astorista es una cosa, pero, astoristas podemos ser todos los frenteamplistas. El astorismo no se reduce a un sector.
Respecto a tu pregunta: no creo que corresponda andar midiendo distancias, izquierdas, más izquierda o más centro… Me parece que Carolina es una candidata que logra reunir muchas sensibilidades políticas, que sin dudas entre sí tenemos muchos puntos de acuerdo, pero también discrepamos en algunos otros. Y eso nutre al debate, al intercambio, y en definitiva, a su candidatura, que es un poco lo que pasa en el FA. En el FA no pensamos todos de la misma manera, y todos hacemos un aporte sustancial a un proyecto político unitario, desde la multiplicidad de posturas y de forma de interpretar la realidad. Lo mismo pasa con la candidatura de ella: reúne sensibilidades muy distintas. Entonces, hablar de que está “más a la izquierda”, que sea más radical, me parece que no corresponde, porque muchos sectores la apoyamos, inclusive independientes, y somos todos distintos. Creo que hablar de moderados y radicales simplifica un poco la discusión. Me parece más interesante hablar de cómo ella logra hacer síntesis de todo esto, que es algo complejo también, pero ahí está su potencial.
"Carolina es una gran líder, pero destaco su capacidad para formar equipo. Es una gran líder para desarrollar políticas que tienen que ver con la gente, en su acción le ha dado mucha participación a las personas en los barrios, en su acción, y en la toma de decisiones"
¿Te ves en el Parlamento? ¿Te sentirías cómoda en una banca?
Me sentiría cómoda aportando desde donde pueda aportar. Mis ámbitos de formación tienen más que ver con la educación y con la cultura. Si hay espacios para poder aportar desde ese lugar, me voy a sentir cómoda, desde donde me toque estar, en el marco de este sector que formamos el año pasado, el Espacio Socialdemócrata Amplio (ESA), que se pronunció a favor de la candidatura de Carolina Cosse. Desde ahí buscamos hacer aportes al FA desde donde nos toque, específicamente en cuatro ejes que son en los que nuestro equipo se está preparando (y estamos delineando algunas propuestas), que son: educación y cultura, economía, derechos humanos y medio ambiente. En esos ejes el ESA está trabajando más fuerte para aportar. Lo que nosotros queremos es que el Uruguay sea un país donde todos podamos ser más libres, donde todos tengamos igualdad de oportunidades. Hacia ahí vamos.
¿Qué valoración hacés de este gobierno de coalición, a cuatro años de gestión?
Creo que este gobierno (se toma unos instantes para pensar)... Creo este gobierno no tuvo un horizonte claro, un proyecto de país. Entonces, tuvo muy buenas acciones o muy buenas políticas, y tuvo otras que no. En ese sentido, hubo una cosa de ir haciendo sobre la marcha, como improvisando. También este gobierno tuvo una cuestión muy importante en cuanto a la corrupción, y quedó muy en tela de juicio su gestión porque la transparencia fue algo que quedó muy cuestionada. En ese sentido, también hay que hacer un análisis que a mí me merece muchísimas críticas, y desde el cual espero muchas respuestas que no fueron dadas en su momento.
Por otro lado, el gobierno también intentó resolver situaciones, de forma superficial, en esto que te decía de lo improvisado. Y no logró llegar a lo profundo de algunas situaciones. Esto de tratar de resolver en la corta, y no llegar al hueso de algunas cuestiones. Por ejemplo, hace unas semanas, en el marco de la inauguración del Centro Aparicio Saravia en Casavalle, el gobierno se expresó en torno a la libertad, argumentando que la libertad era que las personas tuvieran un centro educativo cerca, o distintos servicios cerca. Y yo creo que esa visión de la libertad — que atravesó todo el gobierno— se queda en la corta, porque ni que hablar que es importantísimo que todos podamos acceder a servicios públicos de calidad, pero antes que eso, o acompañando eso, tiene que haber políticas públicas que aseguren que todos tengamos una igualdad de oportunidades en el ejercicio de nuestros derechos.
Si uno pone a disposición el servicio, pero después se queda en esa, creo que es una política que se queda en lo superficial, que no llega a lo profundo, o a la raíz de los problemas. Creo que este gobierno, además, no tuvo ningún compromiso en términos de desigualdad social, porque ésta se acentuó cada vez más. Por lo que te decía: porque se queda en la superficie.
"Este gobierno intentó resolver situaciones, de forma superficial, en esto de hacer improvisando. Y no logró llegar a lo profundo de algunas situaciones. Es resolver en la corta, y no llegar al hueso de algunas cuestiones"
Decime tres prioridades que debería tener el FA como gobierno, en caso de ganar las próximas elecciones.
Yo confío en que va a ganar el FA, creo que la gente deposita mucha confianza en eso, porque, además, el ciclo de gobierno frenteamplista derribó mitos y cucos que había, demostró que no eran más que eso. De hecho, es necesario, para el país, un nuevo ciclo progresista, no solo un nuevo gobierno frenteamplista. Y en términos de prioridades: seguridad pública, pobreza y en particular, pobreza infantil, economía en su más amplio sentido, y en particular en torno a las jefaturas de madres monoparentales (hay madres solteras que se tienen que hacer cargo de sus hijos, que no pueden salir a trabajar), y la vivienda, también. Y esto que te decía de la transparencia: creo que el FA hizo un muy buen trabajo en torno a la transparencia y este gobierno lo desdibujó. La transparencia hay que recuperarla.
¿Sos feliz?
Sí, soy feliz.