El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, participó el lunes de la Marcha de las Antorchas en La Paz, departamento de Colonia, y brindó una rueda de prensa en la que se refirió a la reforma de seguridad social que acordó la coalición de gobierno en la Torre Ejecutiva tras una reunión entre los líderes políticos.
El mandatario fue consultado sobre el “costo político” de aplicar la reforma y respondió que, en primer lugar, debería definirse qué es el costo político.
“Costo político sería saber que la cosa está mal, que hace más de 15 años que vienen todos los gobiernos diciendo que hay que hacer algo y no se hace, y nosotros actuar de la misma manera. Yo creo que la gente busca en sus gobernantes responsabilidad. Si saben que el barco va rumbo a una piedra y no se gira el timón, nos vamos a dar contra esa piedra”, indicó.
A continuación, Lacalle aseguró que, por la jubilación de los hijos y los nietos, se tiene que reformar el sistema, e insistió en que es “buena” porque es sostenible en el tiempo, “que es fundamental” y sostenible económicamente, financieramente.
Además, reconoció que la reforma actual “tiene situaciones que generan muchísimos más derechos de los que hay hoy”.
“Estamos muy conformes con el anteproyecto y con la mejora que hicieron el resto de los partidos de la coalición porque, desde que presentamos el anteproyecto a hoy, por lo menos se sugirieron 29-30 cambios”, indicó.
“Cuando juntamos al equipo de expertos dije: ‘Bueno, una de las condiciones es que podamos cumplir con lo que había dicho en campaña’ (no aumentar la edad de jubilación). El grupo de expertos dijo que era ‘imposible’ y dije ‘busquemos una transición’. La transición es a partir de los 63, 64 y 65 años. Los primeros que se van a jubilar en este nuevo régimen son a partir del 32, si la memoria no me falla. Con lo cual aquellos que hoy tienen 50, esta reforma no se les aplica”, concluyó.