La joven de 29 años Milagros Chamorro se quitó la vida luego de un largo periplo en el que denunció a un grupo de jóvenes por abuso sexual, pero la investigación no avanzó pese a que Chamorro intentó que la Fiscalía reexaminara la causa en varias ocasiones. Los hechos denunciados fueron dados a conocer por ella en 2022, pero los delitos se habrían cometido en 2010, por lo que algunos ilícitos habían prescripto.
De acuerdo con la versión de Chamorro, ella fue invitada por un amigo a una casa en Punta del Este (Maldonado) —ciudad en la que vivían los jóvenes— y, tras tomar alcohol, los hombres abusaron de ella, que en aquel momento tenía 14 años. En la denuncia se especifica que los agresores filmaron la violación, por lo que habría evidencia que podría confirmar los hechos denunciados.
Los jóvenes acusados dieron su versión por primera vez, a la vez que aclararon que hasta ahora tanto ellos como sus familias permanecieron en silencio “por respeto a la memoria de Milagros y el dolor de su familia”.
Sin embargo, en diálogo con Montevideo Portal, aclararon que en el encuentro en que se habrían cometido los delitos había más personas, no estaba solo Milagros. “Participaron dos chicas”, puntualizaron.
“Los hechos tal cual se difundieron no son ciertos y no se condicen con lo que ocurrió aquel día, ni en cuanto a los hechos en sí, ni en cuanto a las personas que participaron”, agregaron.
Uno de los adolescentes, que en aquel momento tenía 14 años y fue señalado como la persona que llevó a Chamorro al encuentro, aseguró que “prácticamente” no tuvo contacto con la denunciante porque estuvo “casi toda la noche con la otra chica en una habitación del apartamento”. “Aquella noche nadie forzó a nadie a hacer nada en contra de su voluntad”, advirtió uno de los denunciados.
La defensa de los jóvenes ratificó la versión de sus clientes y agregó que, como prueba de ello, en setiembre de 2010 se llevó a cabo otra reunión en la casa de uno de los denunciados en El Chorro “con muchos adolescentes”.
“En ese encuentro, la propia Milagros asistió acompañada de una amiga, lo que demuestra que no existía ningún reproche por conducta alguna hacia nadie y que las relaciones entre todos siguieron en excelentes términos”, añadieron.
Con respecto a por qué Chamorro decidió denunciar si no había pasado nada y tenía buena relación con los jóvenes, los defensores comentaron: “Según surge de la propia denuncia presentada ante la Fiscalía, una joven que no estaba presente en julio de 2010 en aquella reunión le contó a Milagros lo que según ella sucedió esa noche y lo hizo con muchos detalles”.
Al entender de los abogados, esta “tercera persona”, al trasladar algunas suposiciones de lo ocurrido, provocó la “determinación” de Chamorro a hacer la denuncia.
El abogado de la familia de Chamorro, Santiago Mirande, dijo a Montevideo Portal que la Fiscalía no diligenció varios elementos de prueba. “Encontramos bastante material y bastante prueba, pero muchas de ellas no están diligenciadas”, agregó el defensor. El abogado expresó que “el tema más complicado” es lo que tiene que ver con la prescripción de los delitos, y consideró que allí el problema es de fondo “porque la sociedad no puede tolerar que el abuso sexual infantil prescriba”.
Sin embargo, según la versión de la defensa de los acusados, esto no es así. “Fiscalía no tomó en cuenta solamente el paso del tiempo, como falsamente se ha difundido, sino que también analizó y tomó en cuenta factores de fondo del tema que deben ser analizados”, afirmaron.
Los defensores citaron el dictamen de archivo de las primeras actuaciones, luego de que Chamorro denunciara en 2022. En ese documento, se indica que: “Del estudio de las actuaciones realizadas surge que en el hecho denunciado habrían participado al menos cinco personas de sexo masculino, cuatro de los cuales eran menores de edad al momento de los hechos. De lo expresado por la víctima se desprende que no recuerda gran parte del suceso así como tampoco qué participación tuvo cada uno de los involucrados, lo que arroja una interrogante fundamental ya que atendiendo a la fecha del hecho, la responsabilidad de quienes eran adolescentes, al día de la fecha ha prescripto. Ello, sin perjuicio de tampoco poder visualizar cuál habría sido el accionar de la única persona mayor de edad al momento de los hechos”.
La pericia física fue descartada por la Fiscalía debido al tiempo que pasó desde que habría ocurrido el hecho. En tanto, los exámenes psicológicos no arrojaron elementos “concluyentes a la causa, lo que tampoco permite determinar o atribuir algún tipo de responsabilidad a los presuntos agresores”.
Con respecto al reexamen que pidió Chamorro, los defensores explicaron que el Ministerio Público entendió que correspondía archivar las actuaciones porque, según el documento judicial que mostraron, se estableció que: “Las evidencias obtenidas en el curso de esta investigación no permiten avizorar la posibilidad de condena del o los imputados con los criterios establecidos en la normativa vigente”.
El texto, en tanto, agrega: “Así las cosas no existen actualmente elementos objetivos que puedan en juicio, quebrantar el estado de inocencia del que goza el imputado, ni mayores diligencias que efectivizar en procura de la obtención de nuevas evidencias por lo que no se estima que se pueda lograr la certeza necesaria acerca de la responsabilidad de la persona, en el delito denunciado que se traduzca en la plena prueba fundente de una sentencia condenatoria”.
Amenazas
Las familias de los jóvenes, por su parte, dijeron a Montevideo Portal que desde que el caso se hizo público han recibido amenazas. “Estamos atravesando un verdadero calvario”, agregaron.
“Los están hostigando y amenazando diariamente acusándolos de algo que no hicieron. La Justicia habló en dos oportunidades, pero parece que a algunos no les importa y quieren hacer su propia justicia por mano propia. Hay gente que publica sus fotos en redes o incluso las de algunos de sus familiares, incluyendo a una niña menor de edad, y llaman a atentar contra ellos y hasta a matarlos a ellos y a sus seres queridos”, dijo uno de los allegados.
De acuerdo con su versión, las amenazas de muerte llegan por redes sociales y también por llamadas telefónicas. “Nos solidarizamos con el dolor de la familia de Milagros y su entorno. Lo que pedimos es que entiendan que estos chicos, que no hicieron aquello de lo que se les acusó en su momento, están sufriendo un hostigamiento constante y que ellos también tienen madres y padres”, agregó.