La Marcha de la Diversidad tuvo una nueva edición este viernes 27 de setiembre y, una vez más, las calles del centro montevideano reunieron a miles de personas. Entre música, fiesta y color, el colectivo LGBTIQ+ reivindicó su lucha e hizo reclamos políticos y sociales.
Como todos los años, la marcha tuvo la lectura de una proclama, que nuclea las principales preocupaciones del colectivo LGBTIQ+. En la Plaza 1° de Mayo, frente al Palacio Legislativo, la lectura de la edición 27 comenzó sobre las 21:00.
“Una vez más, confirmamos la negligencia del Estado y la espalda que le da a su pueblo, que le niega el acceso a la salud, educación, trabajo, techo y comida”, fue una de las primeras oraciones que leyó Naomi Guerra, referente de la Unión Trans y Disidentes.
“Marchamos ante un Estado que está ausente, un Estado privatizador que ha vaciado las políticas públicas, beneficiando a los más privilegiados, mientras que el pueblo sufre daños irreparables”, continuó.
“Uruguay no es un país pobre, es un país desigual. Las disidencias vemos profundizadas nuestras vulnerabilidades por falta de políticas sociales. Tenemos enormes dificultades para sobrevivir el día a día, no tenemos un plato de comida asegurado, hemos perdido salario y sufrimos de precarización laboral”, siguió la proclama.
Uno de los principales reclamos inscritos en la proclama fue sobre la regularización de la actividad de las trabajadoras sexuales, para que pasen a estar bajo la órbita del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y no a cargo del Ministerio del Interior, como lo es actualmente.
En el final de la primera parte, desde el colectivo LGBTIQ+ se llamó a votar a favor del plebiscito de la seguridad social: “Queremos un sistema de seguridad social solidario, eliminando definitivamente las AFAPs, que son la síntesis de la responsabilidad individual. La misma política que permite que existan las jubilaciones de privilegio y las jubilaciones de impunidad de los militares”.
Además, se expresó preocupación por el “transodio” y por sus consecuencias en la vida de estas personas, la no implementación de un “plan nacional de diversidad sexual”, que la ley anti discriminación contemple a la diversidad sexual, entre muchas otras.
“Al closet nunca más. Nunca más terrorismo de Estado. Que viva la unidad del movimiento social. Viva la diversidad. Trans, conciencia, memoria y resistencia”, fue la consigna que cerró la lectura.