En las últimas horas, la militante nacionalista Romina Celeste Papasso lo hizo de nuevo: se valió de sus cuentas en redes sociales para efectuar comentarios destinados a agitar la arena política, y en particular la interna de su propio partido.
En un breve video, Papasso hizo referencia a una reunión celebrada la semana pasada entre altas jerarquías nacionalistas. Según la militante, de ese encuentro participaron “solamente siete personas”, entre las que se contaba el presidente del Partido Nacional, Pablo Iturralde.
Según informara el periódico El Observador, esa reunión fue convocada por la senadora Graciela Bianchi, y en ella se abordó —entre otros temas— el caso de Gustavo Penadés. De acuerdo con la citada crónica, en la instancia se produjo un roce entre este y su correligionario Sebastián da Silva, debido a que el primero habría insinuado que, en caso de revisar la conducta pasada de los presentes, “todos tendrían algo que ocultar”, comentario que Da Silva no habría tomado a bien. En su video, Papasso salió en defensa de Da Silva y sostuvo que “él no tiene nada que ocultar”.
Tras esa introducción, la militante entró finalmente y lanzó agrias invectivas contra una persona que integra la Lista 71 y que habría sido la última en abandonar esa reunión.
Apelando al suspense, Papasso no reveló el nombre hasta el último instante del video, a cuyo tramo final sumó una música de fondo digna de un reality show. A modo de “pistas”, fue soltando agrias palabras contra “esa persona traidora que empeñó su casa por un lugar en la Lista 71, por salir senadora y estar atornillada a un sillón ganando miles de pesos sin hacer nada, porque es una pintada y una inútil”.
Finalmente, reveló que esos calificativos poco amigables iban dirigidos a la senadora Gloria Rodríguez. “Ella salió y filtró esa información, por eso no la quiero en el Partido Nacional”, concluyó.
Más allá de las graves acusaciones formuladas de viva voz en el video, quizá lo más llamativo de la publicación de Papasso se encuentre en su descripción escrita, ya que allí opina que la Lista 71 tocó fondo, y califica como “medio comunista” al periódico El Observador.