Tal como informáramos el lunes, la fiscal de Flagrancia de 12º Turno, Gabriela Fossati, realizó este lunes el control de detención del jefe de la custodia presidencial, Alejandro Astesiano, según anunció el director de Comunicación de la Fiscalía, Javier Benech.
En esta instancia, que se realiza por disposición del Código de Proceso Penal, el Ministerio Público debe tomar los datos de la víctima y evaluar si existen “elementos objetivos suficientes que den cuenta de la comisión de un delito y de la identificación de sus presuntos responsables”. Desde que la persona es detenida, la fiscal tiene 48 horas para reconocer la existencia de algún delito y comunicar si formaliza o no la investigación.
Asimismo, Benech adelantó que Fossati “posiblemente” sepa la decisión que tomará durante este martes.
En diálogo con Subrayado, la fiscal aseguró que está en “pleno proceso de investigación”, que ni siquiera fue formalizada y que actualmente tiene tres investigaciones más que están en el mismo proceso, asociados al mismo caso. En este sentido, comentó que no le gusta que se “comente” la identidad de la persona y su rol antes de tener el trabajo realizado.
Fossati dijo que se llegó a Astesiano tras un trabajo que se hizo en función de testimonios y allanamientos, que permitieron incautar aparatos de diferentes tipos, por ejemplo, teléfonos celulares. Estas acciones permitieron detener el jefe de seguridad.
Asimismo, reconoció que en el caso se está investigando la adulteración de documentos, aunque admitió que, por el momento, no se le ha podido atribuir este delito a ninguno. “Lo que hemos atribuido a los que ya están formalizados es suposición de estado civil y asociación para delinquir”, los mismos que podrían imputársele al jefe de seguridad presidencial.
“Eran personas que tenían un vínculo, un acuerdo para realizar actividades ilícitas y tenían un reparto de funciones y de roles. No tengo ningún elemento que supongan ninguna vinculación con Presidencia. Estamos hablando de un funcionario que se manejaba por sí mismo. Es un hecho aislado que resultara involucrado un funcionario, no tengo nada que vincule a ninguna institución pública”, aclaró.
Finalmente, reiteró que seguiría trabajando durante la noche del lunes y las primeras horas del martes y que a partir de allí se podrá saber. “Eso es lo que les puedo decir”, concluyó.
El medio anteriormente mencionado supo que la comunidad rusa en México alertó al Consulado Uruguayo en ese país dado que había un grupo de rusos que se movían por distintos países con pasaportes uruguayos falsificados. La advertencia llegó cuatro años atrás.
Esta organización involucraría a unas 10 personas, entre las cuales se encuentran varios escribanos. Además, Subrayado informa con fuentes de la investigación que los pasaportes eran vendidos en el mercado negro y que los documentos uruguayos son “muy valorados” en dicho mercado, por lo que tienen un valor de miles de dólares.
Por este caso, hay tres personas más formalizadas. Uno es un ruso que fue detenido con el pasaporte apócrifo —y fue a través de él que llegaron a Astesiano— y el segundo es un escribano. Ambos fueron imputados por delitos de suposición de estado civil y adulteración de documento.