Cabildo Abierto presentó en la Cámara de Diputados un proyecto de ley para limitar las plantaciones destinadas a proyectos forestales, en el entendido de que Uruguay se transforma cada día más en un país forestal y debe contrarrestar este hecho.
El 18 de mayo, el líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, había anunciado que su partido presentó un proyecto de ley para poner límites a las plantaciones de eucaliptos. "Estamos en contra del modelo de país celulósico, transformado en un gigantesco bosque a manos de cuatro o cinco multinacionales, con un par de miles de empleados y la gente corrida del campo", argumentó aquella vez.
El proyecto, que entró por la Comisión de Ganadería, Agricultura y Pesca de la Cámara de Representantes, "limita la aprobación de proyectos forestales de bosques de rendimiento que sobrepasan densidades de siembra de 150 árboles por hectárea exclusivamente a las áreas comprendidas dentro de la Ley Forestal 15.939 y los decretos reglamentarios referidos a dicha ley".
La ley 15.939 fue aprobada en 1988, durante el primer período de gobierno del colorado Julio María Sanguinetti.
El nuevo proyecto, al que accedió Montevideo Portal, indica que "los productores y empresas rurales, industriales o agroindustriales dedicados a la forestación, explotación o industrialización de maderas de producción nacional estarán obligados a la instauración de proyectos de rotación de cultivos".
El proyecto especifica que esta rotación debe darse "entre cada turno forestal", o sea el período transcurrido entre la plantación de los árboles y la cosecha del monte.
En la argumentación del proyecto, adjunta a este, se señala que "la superficie forestada para producción básicamente de pulpa de celulosa supera actualmente el millón de hectáreas, con densidades de siembra superiores a los mil árboles por hectárea", lo que "hace incompatible en el tiempo el desarrollo de otro tipo de producciones".
Además, se indica que "la superficie forestada en la actualidad es suficiente para proveer de materia prima a las dos plantas de producción de celulosa activas y también a la mega pastera en construcción".
Más adelante, se señala que "es fundamental establecer una nueva agenda de Estado que trascienda los gobiernos y en donde ecología y medioambiente constituyan prioridades para el desarrollo sustentable y la mejora en la calidad de vida de los pueblos".
Montevideo Portal consultó al redactor de la ley, el senador cabildante Rafael Menéndez, quien dijo que "el espíritu de la ley es tratar de que no se siga forestando fuera de la zonas de prioridad forestal". Además, la idea es que "existan controles" realizados por la Dirección Nacional de Medio Ambiente "independientemente del número de hectáreas que se vayan a forestar".
Otra idea central del proyecto es que "los forestadores estén sujetos al mismo sistema" que otros cultivadores, en referencia a la "obligación de la rotación de cultivos".
"El asunto es que la Ley Forestal que ya tiene 32 años fue impulsada cuando teníamos 30.000 hectáreas forestadas. En todos los gobiernos se fue ampliando la zona de prioridad forestal y hoy tenemos 4.5 millones de hectáreas en prioridad forestal y por la vía de la excepción se están forestando muchos campos por fuera de la prioridad forestal", advirtió el legislador.
En este sentido, señaló como ejemplo que "se está forestando en Durazno" porque la nueva planta de UPM así lo determina, en el sentido de que se abaratan costos de combustible, entre otros, cuanto más cercanas sean las plantaciones.
"Queremos regular una ley que tiene 32 años", dijo y consideró que "la presión forestal que viene por el subsidio a la nueva planta pastera va a hacer que terminemos con el Uruguay hecho un bosque".
"No estamos en contra de la forestación, lo que sí queremos es mantener la diversidad productiva, que Uruguay no pase a ser únicamente productor de celulosa", expresó. Además, el diputado de Cabildo Abierto aseguró que "hay proyectos por dos plantas" de celulosa más.