El Pit-Cnt llevó adelante un paro parcial con movilización y acto en los alrededores del intercambiador Belloni (Belloni y 8 de Octubre) este jueves 27 de junio, para conmemorar el aniversario número 51 de la huelga general que tuvo lugar tras el golpe de Estado de 1973.

La actividad, que comenzó a las 10:30 de la mañana y terminó sobre el mediodía, tuvo como principales oradores a Alexis Pintos, integrante del Sindicato Único de Trabajadores del Mar y Afines (Suntma); Abigail Puig, de la Federación Uruguaya de Empleados del Comercio y los Servicios (Fuecys); y Daniel Diverio, del Sindicato Único de la Construcción y Afines (Sunca).

El primero en hablar fue Pintos, quien denunció la detención de actividad en la industria pesquera a través de un “bloqueo empresarial de más de seis meses”.

“Los pescadores queremos trabajar. Venimos desde hace meses padeciendo el piquete empresarial que nos impide trabajar, piquete para el cual no hay dureza ni represión por parte de las autoridades”, cuestionó.

Criticó, asimismo, a los ministerios de Trabajo y Ganadería por su “benevolencia y amparo de la práctica criminal de hambrear a los trabajadores y familias”. “Es infame que, conscientes de esta situación, [las autoridades de las carteras] no hagan nada”, ponderó.

A continuación, habló de que Uruguay es “un país donde no abundan las fuentes de trabajo”. “Cada semana nos enteramos del cierre de una fábrica, de un taller. Mientras tanto, miles de toneladas de pescado son capturados por flotas de otros países y el Ministerio de Ganadería y Pesca no hace nada”, cuestionó.

Para el representante de los trabajadores pesqueros, “la pesca es un oligopolio concentrado de tres empresas”, y “la Cámara de Armadores Pesqueros ejerce un control abusivo sobre las empresas más chicas” y que son “rehenes de sus decisiones”.

“Podemos decir que existe una camorra enquistada en el puerto de Montevideo que impide a aquellos empresarios que quieren trabajar todo el año, respetando los acuerdos salariales, buscando rentabilidad lo logren”, afirmó, y dijo que fueron los trabajadores quienes encontraron “salidas alternativas a su inoperancia” a través de acuerdos bipartitos.

También cuestionó la “parodia” que realizan empresarios al “deambular” por medios de comunicación “preocupados por la industria y por el empleo”. “Décadas llorando de que hay crisis en el sector”, agregó.

Al final, dirigió su prédica al ministro de Trabajo, Mario Arizti, y le pidió que “ejerza su cargo” y “termine con el hambre de los trabajadores del mar y su familia”. “Ocúpese de hacer respetar los derechos de los trabajadores”, sumó.

Un acto “político e independiente”

A continuación fue el turno de la representante de Fuecys, Abigail Puig, quien remarcó que el acto tiene lugar a días de las elecciones internas.

“Yo no me voy a hacer la distraída, porque en unos días hay un proceso electoral en curso. Luego de esto, el movimiento sindical deberá conformar una plataforma que sea extensible a todos los signos políticos”, planteó, y detalló que “las propuestas del movimiento sindical van de la mano de mejorar el salario, construir trabajo, combatir la pobreza y seguir defendiendo las libertades y los derechos”.

“Cada vez que se moviliza el movimiento sindical es un acto político, independiente, pero político”, enfatizó.

Luego, criticó los pasacalles del actual gobierno, que “dicen que creció nuestro salario”. “Dicen que nuestro salario vale más. Y resulta que en realidad no es tan así, porque en el 63% de los hogares, muchísimos de esos hogares de compañeros y compañeras que hoy estamos acá, no llegamos a fin de mes. Eso significa que mi salario no vale más. En la cuenta del almacenero y en la cuenta de mi casa, mi salario no rinde más. Y empatamos, pero no mejoramos”, consideró.

Puig dijo que, si bien en este gobierno “se construyeron puestos de trabajo”, también “se destruyeron otros puestos de trabajo”.

“Pero, además, se está precarizando el trabajo, en la medida en que los espacios donde los trabajadores discutimos salario y empleo se debilitan”, manifestó en referencia a los Consejos de Salarios.

Por último, Daniel Diverio, representante del Sunca, manifestó que desde el gobierno “hay una política de generar empleos más precarios y salarios más caídos”. “En consecuencia, apuntan a ofrecer mano de obra barata al capital”, expresó.

“Tampoco hacen una política de defender a la industria nacional”, sumó y, en esta línea, mencionó el cierre de dos plantas lácteas, “a pesar de que la producción láctea no está en crisis”, y de tres plantas metalúrgicas en el último tiempo.

Por último, saludó “la resolución de la Justicia de frenar el proyecto Neptuno”, que, según postuló: “Intentaba privatizar el agua”. “Las empresas públicas son nuestras y tienen un papel fundamental en el desarrollo del país”, sintetizó.