Sobre la noche de este sábado, el Ministerio del Interior informó que una tarrina de 3 kilos de plomo, que contenía 100 mililitros de yodo 131, había sido robada; el MI alertó que el contacto con esta sustancia "provocaría problemas respiratorios y lesiones en tejidos epiteliales y en mucosidades".
El robo de la tarrina se produjo cerca de las 18 horas del sábado, en las inmediaciones de Palmas y Ombúes esquina avenida General José María Paz, en Punta Gorda. En el coche eran trasladadas otros cuatro recipientes de yodo, que tenían como destino la Asociación Española y origen en Aeropuerto de Carrasco.
Es que el yodo es utilizado para tratar el hipertiroidismo, que es la actividad excesiva de la tiroides, y el cáncer en esa glándula.
La tiroides es una glándula que está ubicada en el cuello, que produce dos hormonas que regulan los aspectos del metabolismo; ese proceso químico del cuerpo es el que convierte el alimento en energía, y cuando esta glándula es muy activa, se acelera generando un desorden en el organismo.
El yodo, entonces, es utilizado para desacelerar, mediante la destrucción de las células, la producción de la glándula.
Cuando es aplicado en los tratamientos del cáncer, el paciente que lo recibe queda aislado por algunos días, y es recomendable, por ejemplo, utilizar un baño independiente al del resto de la familia, y no mantener un contacto prolongado con otras personas, ya que el cuerpo emitirá radiación por algún tiempo después de recibir la terapia.
El yodo se acumula en la tiroides, y en grandes cantidades puede generar justamente el desarrollo del cáncer en esa glándula, además de problemas en los tejidos del organismo humano, problemas en la respiración, sequedad en los ojos, cambios en el sentido del gusto y en la mucosidad.