El 17 de agosto, UPM —que comenzó a operar el pasado 14 de abril en la zona de Paso de los Toros— reportó el vertido accidental de una sustancia perniciosa en un afluente del río Negro.
En un comunicado recogido por el portal noticioso Sudestada, la empresa finlandesa describía el hecho como “un incidente en un sector de la zona de descarga de insumos de la planta UPM Paso de los Toros donde se registraron elevados valores de pH y se habría identificado la presencia de hidróxido de sodio en un tramo de una cañada dentro del predio industrial y de un campo lindero al sitio”. En la misiva, la pastera aseguraba haber adoptado de forma inmediata “todas las medidas correctivas necesarias”.
Posteriormente, en una reunión de la Comisión de Seguimiento creada para monitorear el funcionamiento de la planta, salieron a la luz detalles del incidente, que constituiría —según el citado medio— “una catástrofe ambiental sin precedentes en el país”.
En concreto, se trató de un derrame de aproximadamente un millón de litros de soda cáustica en aguas del arroyo Santana. La sustancia habría estado acumulada en una pileta “no adecuada para almacenar este producto”. El artículo detalla que la magnitud del derrame fue tal que “aniquiló la vida vegetal y animal a su paso y en el arroyo donde desembocó”.
Al respecto, UPM explicó que analizará la evolución del ecosistema a lo largo de un año y tomará medidas si no hay mejoras en ese plazo.
Comparecencia ante el Parlamento
El diputado de Cabildo Abierto Rafael Menéndez aseguró en las últimas horas que solicitará la convocatoria del ministro de Ambiente, Robert Bouvier, a la comisión especial de Ambiente de la Cámara baja para que informe sobre el incidente.
“Nos hemos enterado por la prensa de que hubo una fuga importante de soda cáustica. Este producto se usa para blanqueamiento de celulosa. Aparentemente habrían sido un millón de litros de soda cáustica en un arroyo afluente del río Negro. El daño medioambiental es enorme y además denota una gran irresponsabilidad por parte de la planta que hace cuatro meses está operativa”, dijo el legislador en declaraciones al noticiero Telemundo.
Menéndez explicó que “activada en contacto con el agua”, la soda cáustica “destruye todo tipo de vida”, y enfatizó que en el pequeño arroyo afectado se produjo la muerte de todos los peces y la biodiversidad.
El diputado agregó que este martes se solicitará en la mencionada comisión “que el ministro de Ambiente concurra para explicar este hecho. El gran daño medioambiental es irreversible, pero queremos saber los puntos de contención, qué nos hace pensar que es el último derrame y cuál es la responsabilidad de la empresa”, manifestó, y recordó dijo que en noviembre de 2018 hubo un derrame de soda cáustica de un camión de la misma empresa finlandesa.
“Las multas para nada sustituyen el daño”, afirmó Menéndez, que consideró vital determinar “los puntos críticos de control que va a establecer el gobierno” para prevenir ese tipo de episodios.