Un reporte de The Economist Intelligence Unit (EIU), filial de la publicación The Economist (que se encarga por ejemplo de confeccionar el Índice de Democracia) advirtió días atrás de los problemas de distribución desigual de las vacunas en todo el mundo.
Su informe -que fue recogido más temprano por el diario El País- predice que los países más ricos, incluyendo Estados Unidos y la mayoría de Europa, inoculará a sus poblaciones vulnerables para mediados de marzo. Otras potencias se pondrán a la par para junio, pero las naciones de medianos ingresos no lo lograrán hasta finales del 2022 (con la excepción rusa, debido a la Sputnik V).
En los países más pobres, una cobertura de vacunación significativa, suficiente para volver a la "normalidad", no se logrará en algunos casos hasta 2023.
El informe señala que hay "varias razones" que explican esto. "Las vacunas del coronavirus son un recurso limitado y se espera que las restricciones de producción frenen el suministro durante años".
Es por eso que "muchos países se apresuraron a llegar a acuerdos con compañías farmacéuticas el año pasado, incluso antes de que las vacunas fueran declaradas seguras y eficaces en los ensayos clínicos".
"De las 12.500 millones de dosis que los principales productores de vacunas han prometido hacer en 2021, ya se han ordenado 6.400 millones, predominantemente por países ricos que se han asegurado muchas más dosis de las necesarias para inocular a sus poblaciones", agrega el informe.
En el mapa sobre el tiempo de cobertura generalizada por país que comparte The Economist se ubica a Uruguay junto a Ecuador y Colombia, entre los países que tendrán "una cobertura general a fines de 2022".
Guayana Francesa el país que podría lograr primero esta cobertura general, a fines de 2021. Argentina, Brasil, Chile y Perú serían los siguientes en lograrlo, con una previsión estimada para la mitad del 2022.
Además, "la mayoría de los países pobres tendrán que depender de COVAX, un plan de intercambio de vacunas codirigido por la OMS".
COVAX promete solo dosis suficientes para el 20% de la población de cada país e incluso esas pueden no llegar rápidamente, ya que los países ricos posponen compartir hasta que sientan que tienen suficiente para ellos.
Sin embargo, "una vez que se hayan asegurado suficientes vacunas, los países pobres aún pueden tener problemas con el costo y la logística de inmunizar a sus ciudadanos", advierte The Economist.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) "ha advertido que los bloqueos prolongados en los países pobres seguirán siendo un lastre para las cadenas comerciales y de suministro, lo que frenará la recuperación económica".