Un grupo de organizaciones sociales emitió una declaración conjunta que expresa su repudio a la apertura de una oficina de innovación y emprendimiento en Jerusalén, capital de Israel, a través de un convenio entre la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y la Universidad Hebrea.
“Sabemos cómo operan en el discurso sionista los términos ‘innovación y cooperación’ para el desarrollo de tecnologías avanzadas: es una estrategia para lavar la imagen de Israel e invisibilizar sus prácticas colonialistas, de apartheid y genocidio, con el objetivo de controlar las percepciones y acciones de las élites de poder, las fuerzas políticas y la opinión pública”, comienza el comunicado al que accedió Montevideo Portal.
La misiva, firmada por organizaciones como el Pit-Cnt, Fucvam, la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay y la asociación de expresos políticos Crysol, entre otras, señala que esta apertura “posiciona” a Uruguay “ estrechando vínculos de normalización con el régimen de apartheid israelí”.
“Uruguay no puede salirse del consenso internacional para alinearse con los intereses de la potencia ocupante y su régimen de apartheid. Uruguay, como firmante del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, tiene la obligación legal no solo de no colaborar con un régimen de apartheid, sino de trabajar activamente para ponerle fin”, agrega.
A su vez, se reivindica en el comunicado el “no reconocimiento” por parte de la comunidad internacional de la soberanía del Estado de Israel sobre Jerusalén ni de “la anexión unilateral e ilegal unificación que ese país realizó en 1980 de la parte oriental”.
“Hoy, a 15 meses de la intensificación del genocidio continuado y brutal en Gaza (producto inevitable de 76 años de ocupación colonial ilegal e impune), esta iniciativa es todavía más inadmisible y escandalosa”, sostiene.
Por último, expresa que la iniciativa del actual gobierno “viola la legalidad internacional y convierte a nuestro país en cómplice del genocidio que Israel está cometiendo en Gaza, así como de sus crímenes y su expansión colonial bélica en Cisjordania, Líbano, Siria y toda la región”.
“Exigimos al gobierno saliente, así como al entrante, que rectifiquen el rumbo, clausuren la oficina y, en cumplimiento de los mandatos de la ONU, pongan fin a este y a cualquier otro proyecto de cooperación e intercambio con universidades, instituciones o empresas israelíes involucradas y al servicio del régimen de dominación colonial, ocupación militar, apartheid, agresión bélica y exterminio de la población árabe nativa de Palestina y de sus territorios vecinos”, concluye.