Las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional, más conocidas como AFAPs, han sido uno de los principales temas de esta última campaña electoral, sobre todo a medida que el 27 de octubre se aproxima.

¿La razón? Junto a las elecciones nacionales, se votará el plebiscito de la seguridad social impulsado por el Pit-Cnt y algunos sectores del Frente Amplio (Partido Comunista, Partido Socialista, Partido por la Victoria del Pueblo, Casa Grande), que propone como un aspecto central la eliminación del pilar de ahorro o capitalización individual.

“El sistema de seguridad social se organizará y gestionará exclusivamente a través del Estado y de personas públicas no estatales, sin perjuicio de los complementos surgidos de la negociación colectiva en beneficio de los trabajadores, quedando prohibidos los sistemas de ahorro individual con destino jubilatorio”, consigna el numeral D de la papeleta del Sí para reformar el artículo 67 de la Constitución.

Por su parte, la disposición transitoria número 5 de la papeleta complementa que las actividades de las AFAPs no podrán exceder “en ningún caso los 24 meses” desde la entrada en vigencia de la reforma, en caso de ser aprobada.

Foto: Diego Lafalche / FocoUy

Según el último informe del Banco Central del Uruguay (BCU)—cerrado a junio de 2024—, los fondos de los trabajadores administrados por las AFAPs ascendían a $ 933.012 millones (US$ 22.500 millones al tipo de cambio actual), dinero perteneciente a las 1.632.405 personas actualmente afiliadas al régimen de jubilación por ahorro individual.

La reforma de la seguridad social aprobada en 2023 no modificó el nivel de aporte de los trabajadores y de las empresas (15% personal y 7,5% patronal, salvo algunas excepciones como los bancos y los bancarios). Sin embargo, incorporó cambios en la distribución de los aportes jubilatorios: la obligatoriedad para los trabajadores cotizantes a partir del 1° de diciembre de 2023 de tributar 10% de su salario nominal al régimen de solidaridad intergeneracional (BPS) y 5% al de ahorro individual (AFAPs). 

La propuesta a plebiscitarse el último domingo de octubre plantea que esos US$ 22.500 millones —sumatoria de los saldos de las cuentas de todos los afiliados— sean transferidos a través de un fideicomiso al Banco de Previsión Social (BPS). Por este punto, es que los detractores del Sí han argumentado que esta acción implicaría una “confiscación” de los ahorros de los trabajadores, entre otras críticas, también vinculadas a la inestabilidad macroeconómica que se generaría si se aplica la reforma constitucional.

¿En qué invierten las AFAPs?

Las AFAPs tienen limitadas sus posibilidades de inversión por ley y establecido un tope legal porcentual para la colocación de los activos, además de otras restricciones regulatorias adicionales. El nivel de inversión permitido depende del subfondo (existen cuatro: el de Crecimiento, el de Acumulación, el de Retiro y el Voluntario) y del rubro en que se va a invertir el dinero.

Para la distribución del ahorro jubilatorio de los trabajadores en busca de rentabilidad donde más capital pueden invertir las AFAPs es en valores emitidos por el Estado uruguayo.

Actualmente, las inversiones se distribuyen de la siguiente manera: títulos de deuda emitidos por el Estado y el BCU (más del 50% de lo invertido en todos los casos), fondos de papeles emitidos por empresas del sector privado (casi el 30%), fideicomisos para desarrollos de proyectos (desarrollos inmobiliarios, inversión agropecuaria, infraestructura), títulos de deuda de organismos multilaterales de crédito y bonos de gobiernos extranjeros con grado inversor (US$ 2.000 millones, un 10%).

Consultado por Montevideo Portal, el exgerente general de República AFAP, Carlos Matyszczyk (ocupó el cargo durante 25 años), dijo que, si se considera desde 1996, la rentabilidad acumulada anual de las AFAPs fue de aproximadamente 5,5% si se toma como medida la Unidad Reajustable (UR), de más del 6% si se toma la Unidad Indexada (UI) y de casi el 10% si se considera como referencia el dólar.

Esto implica, explicó, que los uruguayos aportaron al sistema de ahorro individual unos US$ 10.000 millones y gracias a la rentabilidad conseguida durante casi 30 años los fondos ahora son de más de US$ 22.500 millones.

En concreto, durante las últimas tres décadas las AFAPs duplicaron el capital invertido por los trabajadores en el régimen de capitalización individual.

La rentabilidad depende de varias variables económicas como la evolución de las tasas de interés y del dólar. En 2022, por ejemplo, hubo una suba de las tasas que hicieron que los bonos bajen de precio, lo que provocó rendimientos negativos. De igual forma, la caída del precio de la moneda norteamericana afectó los activos en dólares en los que las AFAPs tienen posición, presionando a la baja el valor de los títulos en esa moneda. A largo plazo, sin embargo, los resultados han sido positivos con rentabilidades superiores al 2% medidos en UR (se ajusta por el Índice Medio de Salarios).  

En busca de mayor diversidad y rentabilidad, un reclamo de larga data de las administradoras de fondos consiste en que se habilite la posibilidad de invertir en empresas públicas o privadas extranjeras, así como en fondos de inversión. Sin embargo, pese a que la iniciativa estaba en el proyecto de ley original de la reforma de la seguridad social que envió el Poder Ejecutivo, en la coalición de gobierno esta posibilidad no logró los consensos y no fue incluida en la ley aprobada en 2023.

En referencia a “la economía real”, el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) presentó un informe que detalla como se reparten las inversiones de las AFAPs en el sector productivo uruguayo, que era de US$ 4.720 millones (5,9% del Producto Interno Bruto) el año pasado.

El monto se divide en infraestructura vial (37%), agrícola y forestal (28%), inmobiliario (7%), energía (7%), financiero (7%), transporte (5%), comercial e industrial (4%) e infraestructura social (7%).

“Una parte creciente de las inversiones de las AFAPs se dan en el sector productivo uruguayo. Esto implica la generación directa de puestos de trabajo en múltiples rubros. La eliminación del pilar de ahorro privado conduciría indudablemente a la destrucción de empleo”, concluyó el CED en el trabajo en el que manifestó su posición claramente contraria al plebiscito de seguridad social, en línea con la gran mayoría de los economistas del país. 

Mercado y comisiones

En el pasado, las comisiones que cobraban las AFAPs estaban entre el 12% y 14%. Sin embargo, en las últimas dos décadas —en particular a partir de 2017— han ido bajando de forma constante hasta ubicarse en la actualidad en 4,3% en República AFAP (la más baja) y en un 6,5% promedio el resto de las administradoras.

Finalizado el primer semestre de 2024, República AFAP tenía 630.656 afiliados (38,6% del total), AFAP Sura 370.193 (23%), Unión Capital AFAP 375.255 (22,7%) e Integración AFAP 256.301 (15,7%).

Copia de Evolución de Intención de voto Plebiscito sobre allanamientos nocturnos - Octubre 2024 de Montevideo
Distribución por sexo de aportantes del sistema de Montevideo

De cada $ 100 pesos que aporta un trabajador al régimen de ahorro individual, entre $ 4 y $ 6 son parte de la comisión que cobran las AFAPs por la administración de los fondos. En tanto, aunque varía, el seguro de invalidez y fallecimiento que recibe el Banco de Seguros del Estado (BSE) es de al menos 12%.

Esto significa que por cada $ 100 que cada trabajador aporta al sistema de ahorro individual son en realidad $ 80 los que entran a su cuenta, mientras que $ 12 recibe el BSE y entre $ 4 y $ 6 las AFAPs por concepto de administración de los fondos (la comsión que cobran). La obligatoriedad de la contratación de este seguro fue establecida por el artículo 57 de la ley 16.713 de 1995, que reformó el sistema de seguridad social e introdujo el pilar de ahorro individual y capitalización. 

En el año finalizado a junio de 2024, el promedio de la comisión más la prima del seguro fue de 19% ($ 19 de $ 100). República AFAP fue la que menos deducción hizo a los aportes (16,33%) y AFAP Sura la que tuvo el descuento más alto: 19,78%.

Rentabilidad y subfondos

Desde 2014, las AFAPs se manejaron con dos subfondos que se diferencian por el mayor riesgo que se asume a la hora de hacer inversiones en busca de rentabilidad.

Esos subfondos eran el de Acumulación y el de Retiro, pero con la reforma de la seguridad social aprobada en 2023 se creó uno nuevo, el de Crecimiento. Un largo reclamo de las AFAPs.

En junio, en el subfondo de Crecimiento (comenzó a funcionar en diciembre de 2023) estaba el dinero de 678.701 afiliados, en el de Acumulación el de 705.926 y en el de Retiro el de 247.778.

La cracterística de cada uno de los subfondos está asociada a la edad de los aportantes, así como el momento de su vida laboral. Hasta los 41 años el ahorro de los trabajadores está en el subfondo de Crecimiento, después pasa al de Acumulación y posteriormente, seis años antes de la jubilación, al de Retiro. El sistema funciona de forma progresiva en el pase de los fondos, pero simplificadamente opera de esa manera por rango etario.

Antes de que fuera aprobada la reforma, en abril de 2023, Matyszczyk describió en entrevista en Fácil Desviarse (Del Sol) cuál es el objetivo de tener más de un subfondo: “A lo largo de los 40 años que ahorra un individuo, hay distintas posibilidades de exponerse al riesgo y tener un mayor rendimiento en la inversión durante los primeros años de trabajo. Por eso se pidió la existencia del subfondo de Crecimiento, que es el que va al principio de todo, cuando las personas empiezan a trabajar. Es en el primero que se empieza a ahorrar y es el que tiene una mayor exposición al riesgo y mayor rentabilidad”.

“La lógica es que cuando somos jóvenes tenemos una tolerancia al riesgo mayor y podemos meternos en activos más riesgosos que pagan mayor rentabilidad, con plazos más largos. Nos podemos pegar una piña con algún tipo de activo que baje de precio, pero hay mucho tiempo para recuperar. En cambio, cuando estamos más próximos a la jubilación no podemos tomar someternos al estrés de que bajen los precios de los activos en los que se invirtió”, explicó el ingeniero.    

En resumen, mientras el dinero del subfondo de Crecimiento es invertido en activos de mayor riesgo, con los de Retiro (cuando el trabajador está cada vez más cerca de jubilarse) el riesgo, los plazos y la rentabilidad son menores.

Al 30 de junio, el dinero en las AFAPs en cada uno de los subfondos estaba dividido de la siguiente manera: en el de Crecimiento US$ 2.750 millones; en el  de Acumulación US$ 14.750 millones y en el de Retiro US$ 5.000 millones.

En la última memoria divulgada por el BCU, se consigna que la rentabilidad anual en Unidades Reajustables, que se calcula como un promedio de los últimos cinco años, se ubicó en junio de 2024 en 2,4% (subfondo de Crecimiento), 2,4% del subfondo de Acumulación y 2 % en el caso del subfondo de Retiro.