La Cámara de Senadores se apresta a votar en agosto el proyecto de ley impulsado por la coalición de gobierno para modificar aspectos centrales de la gobernanza de la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM).

La iniciativa, que es rechazada por el Frente Amplio (FA), tuvo hace cuestión de días un último debate en la Comisión de Constitución y Legislación de la Cámara alta.

El texto ya había pasado al pleno para su consideración, pero regresó a la comisión “por cortesía parlamentaria”, según transmitió el senador Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto) a la presidenta del cuerpo, Graciela Bianchi (Partido Nacional), que así lo contó a los demás legisladores en la sala durante la reunión del martes 23.

Y la instancia dio para nuevos cruces.

“Hoy, nosotros, hechas las consultas dentro de la coalición, para que quede claro, teníamos la intención de que se tratara en forma grave y urgente. El problema que tuvimos fue que la sesión se quedó sin cuórum, por todo lo que ustedes saben [ante el tratamiento de una declaración previa a la votación en Venezuela]. Entonces, la coalición republicana en este momento pone a consideración nuevamente el tema. No me voy a poner a hacer disquisiciones jurídicas a esta altura, ni a consultar a ningún catedrático, pero, para mí, el proyecto ya está votado. De todas formas, lo votaríamos de nuevo y lo incluiríamos en el orden del día de la sesión del primer martes de agosto”, dijo Bianchi al plantear el asunto.

El frenteamplista Charles Carrera respondió que él había pedido que el tema volviera a comisión, debido a que un conjunto de productores envió un proyecto alternativo. Y, sobre la propuesta del oficialismo de avanzar, planteó, al igual que en una sesión anterior, que “lo único que busca modificar” es la posibilidad de veto —al decir de Carrera, la “acción de oro” que tiene para su veto el presidente la UAM, que representa a la Intendencia de Montevideo. Hoy la presidencia la ocupa Daniel Garín, del Movimiento de Participación Popular (MPP).

El proyecto de ley establece que la Mesa Ejecutiva puede sesionar con un mínimo de tres integrantes, aunque sin la necesidad de que esté el presidente, como hasta ahora se establecía. Esto llega luego de enfrentamientos que tuvieron en la cúpula los representantes del Poder Ejecutivo y algunas gremiales con Garín.

Además, según el nuevo proyecto, deja de ser imprescindible el voto del presidente para aprobar el presupuesto del organismo, o tomar distintos compromisos de crédito o financieros, lo que en los hechos le daba poder de veto a la IM sobre la contracción de nuevos gastos.

Según Carrera, quitar ese veto constituye “un problema mayor”. 

“En todos los organismos estatales que tienen participación social hay un poder de veto que tiene la autoridad del Poder Ejecutivo, léase Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ministerio de Educación y Cultura, y en este caso gobierno departamental. ¿Qué pasa? La cuestión es que hoy se está negociando un préstamo en el Banco República. ¿Y qué está haciendo la Intendencia? Está endeudando los futuros cobros del Sucive [Sistema Único de Cobro de Ingresos Vehiculares], y ese presupuesto se va a paralizar si se cambia la gobernanza”, dijo el senador del MPP.

Además, el frenteamplista alertó sobre “presiones” del oficialismo para la renuncia de Garín. “Parecería que acá el único objetivo es que tenemos que hacer que renuncie Garín para paralizar este proyecto, porque si pidieran un cambio de los dos miembros políticos uno podría entenderlo. Comprendo lo de las mayorías, porque son las reglas de juego, pero considero —no quiero calificar ni hablar de abuso— que no puede haber una presión como esta, porque de esta manera se va a perjudicar más al sector”, dijo Carrera.

Así, además del debate de fondo sobre los cambios impulsados, el intercambio en la comisión también tocó asuntos de equilibrios políticos y de mayorías en el Parlamento.

Primero Carrera recordó la votación anterior. “Aquel día no estaba presente nadie de Cabildo Abierto y se hizo uso de las mayorías. Había cuatro senadores del Partido Nacional y tres del Frente Amplio; no estaba la señora senadora Kechichian. Si la votación hubiera sido cuatro en cuatro, habría resultado negativa y hubiera muerto ahí. Fue muy inteligente la presidenta con el manejo que hizo”, dijo.

En respuesta, si bien Bianchi le agradeció, dijo que “fue sin querer”. De todos modos, la presidenta de la comisión defendió el uso de las mayorías. “La verdad es que, si estamos todos, me interesa que pesen las mayorías, porque es lo que eligió la mayoría”, afirmó.

A continuación, fue el turno de la senadora frenteamplista Liliam Kechichian, quien criticó que el proyecto “desconoce” el acuerdo anterior entre el oficialismo y la oposición por la gobernanza de la UAM.

“De corazón, digo que esto no lo podemos resolver como un partido de fútbol, a ver quién gana, porque le vamos a hacer daño. La UAM no está paralizada por la gobernanza ni porque el presidente tenga doble voto, porque se utilizó una vez. La amplísima mayoría de las resoluciones han salido por unanimidad. ¿Hay un problema de gestión? Sí, lo hay. ¿Se soluciona con esto? No, se empeora. No lo digo para ganar este partido, sino porque estoy convencida”, sostuvo la senadora.

La intervención tuvo una respuesta inmediata por parte de Bianchi. “Lo único que les quiero decir, con todo respeto y estima, es que no nos adjudiquemos intenciones: acá no hay voluntad de ganar un partido de fútbol. Se puede cometer un error en la opción que se elija, pero no lo recibí de esa manera por parte del Poder Ejecutivo”, dijo la nacionalista.

Y Kechichian replicó: “Perdón, seguramente el ejemplo no fue el mejor. Quizás estamos en el momento de ver quién pone las mayorías, que siempre son lícitas —eso lo comparto con la señora presidenta—, pero hay que utilizarlas bien”.

Luego tomó la palabra el colorado Pablo Lanz, quien defendió la postura del oficialismo en busca de que la gobernanza “funcione”. “Lo que interpreto y estamos tratando de hacer es que esa cogobernanza efectivamente funcione, que se tenga esa posibilidad por mayoría de integrantes de la Mesa Ejecutiva, que son cuatro. Si no está el presidente porque no tiene ganas de estar, que funcione orgánicamente, que se lleven adelante las decisiones —el directorio de 10 integrantes, con el voto doble que no pierde el presidente—, que se ejecuten. Creo que eso no atenta contra la UAM ni contra la posición dominante que tiene el gobierno departamental”, zanjó.

“De ninguna forma se pierden las facultades, tanto del gobierno departamental como de las mayorías, porque el presidente mantiene el doble voto, pero se habilita la gobernabilidad, el poder tener un instrumento como es la Mesa Ejecutiva, y que funcione, cosa que no ocurre ahora. Digo esto porque la ley establece que si su presidente no está a la mesa, no se puede sesionar”, agregó después.

Finalmente, el proyecto fue nuevamente votado en comisión con votos del oficialismo, y ahora se apresta para su sanción en el pleno del Senado.