La actividad en la construcción y el regreso a clases presenciales en varias escuelas rurales son dos puntos que generan movimiento y están relacionados a las medidas que el gobierno ha implementado de medida gradual en el marco de la reactivación gradual de algunas áreas.
En el marco de la emergencia sanitaria por el coronavirus (y continuando con nuestra sección de entrevistas desde casa) Montevideo Portal conversó con Victoria Frantchez, especializada en Medicina Interna y en Enfermedades Infecciosas, integrante de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina y de la Sociedad de Infectología Clínica del Uruguay (Sicu)
Frantchez explicó que el movimiento de estas semanas "hace que vayamos a ver probablemente un aumento de los casos en las próximas semanas, aunque no será inmediato".
Además sostuvo que bajar las medidas de distanciamiento tienen que acompañarse "de otro tipo de medidas, como aumento de testeos y de insumos necesarios en los prestadores de salud".
La infectóloga explicó por qué es importante utilizar el tapabocas como medida adicional, pero en qué contextos debe ser utilizado.
Montevideo Portal: ¿Qué análisis se hace de la evolución del coronavirus en Uruguay y las medidas tomadas por el gobierno?
Victoria Frantchez: Hemos visto bastante buen acatamiento de las medidas de distanciamiento social. Eso ha llevado a que la cantidad de casos o el número sea controlable hasta el momento.
Se ha dado de una forma particular esta pandemia. Los casos han comenzado en viajeros a Europa y asociados a estos viajeros de Europa, como fue el casamiento por ejemplo. Eso tiene ciertas particularidades, eso hace que los casos estén agrupados en personas de clase media alta, que pudieron acatar por razones logísticas la cuarentena y se pusieron agrupar de cierta forma los casos.
La población adhirió al distanciamiento social incluso sin demasiadas medidas gubernamentales que acompañen todo esto, como ha sido en otros países. Eso se nota en los números de hoy y en la situación de calma (entre comillas) que tenemos, sabiendo que esto no es el final ni cerca de todo lo que nos va a pasar, sino que estamos empezando en todo este ciclo que no sabemos cuánto va a durar.
MP: ¿Cómo puede aumentarse el control a ese acatamiento cuando se retoman algunas actividades?
VF: Se ve distinto movimiento, fundamentalmente en Montevideo y las zonas céntricas, que no es el habitual, pero es casi el habitual. Eso hace que vayamos a ver probablemente un aumento de los casos en las próximas semanas.
No va a ser inmediato, pero la próxima semana o la otra vamos a empezar a ver un aumento de casos nuevamente. Inicialmente el porcentaje de test positivos era mucho más alto que el que tenemos ahora y probablemente vaya a haber un aumento nuevamente porque el acatamiento al distanciamiento no es el mismo que el que hubo en la primera fase.
Es verdad que a un mes del primer caso en Uruguay, que fue el 13 de marzo, hay que hacer una planificación de cómo se reactiva la sociedad. Es verdad que no podemos estar encuarentenados de aquí a agosto y si lo hiciéramos, cuando volvemos a abrir la cuarentena volveríamos a tener los mismos problemas.
Bajar estas medidas de aislamiento tienen que acompañarse sí o sí de otro montón de medidas que no estamos teniendo. Los prestadores siguen con dificultades para el testeo, seguimos con dificultades para conseguir insumos. Se depende de países de primer mundo para que lleguen hisopos y reactivos, ese es un problema mundial y más para nosotros que no tenemos producción propia.
Vemos con preocupación eso. Si bien es lógico que debe haber una reactivación pautada, debe acompañarse de un monitoreo muy estrecho de cuánto son los casos para volver a cerrar esta circulación. No tenemos la varita mágica y un botón que haga on/off para parar y reactivar el país. Hay que ser cauto en la reactivación de las autoridades, porque falta la pata del testeo amplio y la monitorización de casos.
MP: Además la importancia del uso de guantes, mascarillas y alcohol en gel son otros insumos necesarios
VF: La medida que está probada es el distanciamiento social. Aún estando reintegrado a las actividades debemos mantener un metro de distancia de las personas. No saludar con beso o abrazos. Debemos seguir conservando la higiene de manos que es fundamental, no tocarnos la cara.
El barbijo no puede ser un barbijo médico o una máscara quirúrgica como vemos muchas veces. Debe ser reutilizable, lavable y puede ser una medida adicional más. Se ha visto que cuando hay mucha circulación de personas y donde no se puede mantener la distancia de un metro el barbijo hace que quienes está en fase asintomática contengan parte de las secreciones y disminuya la contaminación poblacional.
Si estoy enferma, uso el barbijo y me lo estoy tocando todo el tiempo voy a contaminar igual. Es muy importante entender cuál es el uso del barbijo, que es una medida adicional a las que son fundamentales. Es importante su buen uso. No puede estar en el cuello o en la frente. Bien usado puede ser una medida adicional y con un beneficio adicional.
Cuando vamos a salir de casa, sea en el transporte publico o en el ámbito laboral y no podemos mantener un metro de distancia está bien utilizar el barbijo. Pero lo tenemos que utilizar bien y seguir cumpliendo a rajatabla el resto de las medidas
MP: ¿Es necesario el barbijo cuando uno sale de su hogar, pero no va a un lugar donde pueda haber aglomeraciones?
VF: Si yo voy a circular por la calle, por ejemplo, no voy a tocar absolutamente nada, voy a caminar en un lugar donde voy a estar a más de un metro y medio de las personas ahí no sería necesario.
La recomendación es para los lugares donde hay una alta circulación y donde no podemos mantener estas medidas. Es muy importante acatar que el uso de barbijo no sea médico, como las mascarillas N95 que está destinado a trabajadores de la salud y la asistencia de pacientes respiratorios.
Si voy a usar el barbijo debo utilizarlo bien.
MP: ¿Cómo han evolucionado los pacientes asintomáticos en otros países?
VF: No está clara la contribución de las personas asintomáticas a la infección final. Lo que hemos visto es que personas que inicialmente pensábamos que eran asintomáticas se encuentran en la fase pre sintomática y después desarrollan síntomas.
Hay personas que tienen algún síntoma que puede ser leve, como congestión nasal o se asume por el cambio de temperatura. Pero la contribución de los asintomáticos que nunca van a desarrollar síntomas es baja.
Hay modelos matemáticos que hablan de cuánto pueden contribuir a la tasa de infección total, pero son datos que todavía no sabemos en realidad.
MP: ¿Cómo deben prepararse los prestadores de salud para la denominada "segunda ola"?
VF: Lo que es fundamental es tener capacidad de diagnóstico. Al tener capacidad de diagnostico hace que nosotros podamos hacer las recomendaciones de decirle a las personas que deben quedarse en aislamiento por 14 días y buscar los casos secundarios.
Si bien el país ha mejorado no es un tema que esté saldado. Ya sea por el hisopo donde voy a tomar la muestra o los reactivos y las máquinas.
También debemos tener los equipos de protección personal para el personal que está asistiendo a los casos. Este es un problema mundial, de insumos que no producimos y en países del primer mundo están escaseando.
Debería estar regulado por el gobierno que la población no acceda a mascarillas médicas, que son para hospitales.
Lo otro que tenemos que tener claro es que el 80% de las personas van a tener síntomas leves y no van a requerir cuidados médicos, pero hay un 15% de personas que van a necesitar un ingreso medico y un 5% de ellos ingreso a CTI.
Dependiendo de la cantidad de casos y cómo controlamos esto es si el sistema de salud los va a poder absorber o no. Que es algo que pasa en países del resto del mundo, sabiendo que las capacidades de nuestro país son finitas.
Montevideo Portal