La ONU publicó su Índice de Desarrollo Humano para el 2020, que incluye el ranking anual de 189 estados soberanos elaborado por el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas. Esa lista tiene en cuenta factores como la expectativa de vida al nacer, la media de años de escolaridad de cada persona y los ingresos brutos per cápita para determinar cuáles son los mejores países para vivir, además de nuevos factores vinculados al impacto ambiental.
"Pese a que la humanidad ha logrado un progreso increíble, ha descuidado la Tierra, provocando una desestabilización de los sistemas de los que depende su supervivencia. La Covid-19, que casi con seguridad pasó de los animales al ser humano, nos permite atisbar nuestro futuro, en el que las tensiones que experimenta el planeta reflejan las que afrontan las sociedades. Al cabo de unos meses, este virus amenazaba con revertir el desarrollo humano y ponía en evidencia las debilidades de los sistemas sociales, económicos y políticos", indica el resumen del informe.
En esa lista, Noruega quedó como el mejor país del mundo para vivir, seguida de Irlanda, Suiza, Hongo Kong, Islandia, Alemania, Suecia, Australia, Holanda y Dinamarca.
El primer país latinoamericano en el ranking es Chile, en el lugar 43. Luego Argentina en el 46 y tercero Uruguay, que está en el puesto 55 (asciende dos respecto al índice del año pasado). Brasil figura en el lugar 84.
Nuestro país sigue estando en el lote de países con muy alto desarrollo humano, en el que entran las primeras 66 naciones.
El Índice de Desarrollo Humano de Uruguay es de 0.817, un puntaje que otorga la ONU sobre 1. Tiene en cuenta para su elaboración varios factores, como "factor de ajuste para presiones planetarias", "emisión de dióxido de carbono per cápita" y "huella material", además de otros datos como "índice de desarrollo de género", "índice de inequidad", entre muchos otros.
Además, hace un recuento del promedio de años esperados de escolarización (16.8), expectativa de vida (77.9 años), ingreso per cápita (20.064 dólares).
"Al ajustar el IDH (Índice de Desarrollo Humano), que mide la salud, la educación y el nivel de vida de una nación, para incluir dos elementos más -las emisiones de dióxido de carbono de un país y su huella material- este muestra cómo cambiaría el panorama del desarrollo global si tanto el bienestar de las personas como también el del planeta fueran centrales para definir el progreso de la humanidad", dice la ONU.