Felicitas Sofía Alvite tiene 20 años y vive en la ciudad bonaerense de La Plata. Es generadora de contenidos en las redes sociales, especialmente en TikTok e Instagram. Bajo el nombre Feli Alvite, promociona diversas marcas. Actualmente, en TikTok supera los 40.000 seguidores, según publica el matutino La Nación.
Alvite era conocida además por hacer posteos en los que comentaba su fanatismo por los autos, hasta el punto de hacerse llamar “la Toretto”. Este apodo hace referencia al personaje Dominic Toretto que interpreta Vin Diesel en la saga de películas Rápidos y furiosos.
Recientemente, Alvite cobró nueva celebridad por un video trágico en el que fue protagonista, aunque no se publicó en sus redes ni lo monetizó.
En la madrugada del 12 de abril, la joven cruzó la esquina de avenida 13 y 531 de la localidad de Tolosa y embistió a una moto tripulada por Rubén Walter Armand, de 36 años, quien murió a causa del impacto. Tal como se aprecia en los registros de las cámaras del lugar, la conductora iba a alta velocidad y cruzó con luz roja.
Felicitas Alvite, "La Toretto de La Plata", culpó al motociclista fallecido en el accidente. Una terrible sorete. El audio es de la hermana de la asesina. Las imágenes dicen lo contrario. La imputada pidió eximición de prisión. Mató y pide seguir en libertad. Insólito. pic.twitter.com/vK53hVUeya
— Matías Duarte (@DuarteMati) April 20, 2024
Horas más tarde, el fiscal Fernando Padován, de la UFI n° 12 de delitos culposos de La Plata, había imputado a la influencer por el delito de homicidio culposo, que prevé una pena de seis meses a cinco años de prisión.
Padován cambió luego la imputación por una de homicidio simple con dolo eventual y pidió la detención al juzgado que interviene en la causa. La jueza Marcela Garmendia le dio el visto bueno, aunque, de momento, la influencer seguirá en libertad hasta que la Cámara se pronuncie acerca del pedido de eximición de prisión que solicitó la defensa de la acusada.
En dicho pedido, los abogados Flavio Giemmo y Santiago Irisarri aseguran que su patrocinada no es una “corredoras de picadas” ni una “persona que usa su automóvil para matar”. “Todo lo contrario, es una chica de bien, sana, que no se droga ni consume prácticamente alcohol y que nunca, absolutamente nunca, había tenido inconveniente alguno con la ley ni con terceros”.
En cuanto a la imagen en la que ella misma se compara con el personaje de Toretto y que se viralizó tras el accidente, consideraron que se trata de “una fotografía sacada de contexto y que no corresponde en lo más mínimo con su persona”.
“No negamos la existencia del hecho ni sus particularidades; sí, en cambio, negamos con énfasis que haya corrido una ‘picada’ y que Felicitas haya tenido la intención de causarle la muerte a otra persona”, agregan acerca del mortal siniestro.
En su argumentación, plasmada en un documento de 14 páginas, los legistas transmiten la explicación que, aseguran, les dio su defendida.
De acuerdo al documento, la mujer narró que la noche previa al hecho investigado había salido junto a unos amigos a un bar situado en un edificio que se encuentra frente a la plaza Moreno, de La Plata.
“Una vez que salieron del bar, y como Felicitas era la única persona que no había tomado alcohol, el dueño del automóvil le pidió que condujera. Debemos poner énfasis en manifestar que nunca se pactó una ‘picada’ ni nada similar. Lo que ocurrió, según nos cuenta nuestra asistida, pero que es concordante con las filmaciones que se encuentran incorporadas al proceso, es que le pidió a una persona conocida de City Bell, que se encontraba en otro vehículo, que la guiara para salir de la ciudad (vale destacar que Felicitas no vive en La Plata, habiendo conducido solo en tres ocasiones en esta ciudad y en horario diurno). De esta forma, Felicitas comenzó por seguir al otro automóvil con la finalidad de salir de la zona céntrica de La Plata; lamentablemente, y como consecuencia de su conducción imprudente y veloz, al llegar a la esquina de calle 13 y 32 cruzó un semáforo que se encontraba en rojo y causó la muerte de un muchacho. Quedó acreditado que, una vez producido el hecho, nuestra asistida no se escapó ni intentó eludir el accionar policial. Más bien, hizo todo lo contrario: se quedó en el lugar y colaboró con absolutamente todas las diligencias requeridas”, se lee en el texto.
“Desde el momento del hecho, nuestra asistida ha padecido ataques de pánico, no duerme con normalidad y, lógicamente, no ha vuelto a manejar ni tiene la más mínima intención de hacerlo”, concluye la argumentación.