El polémico raid que se realizara el 17 de diciembre en el Hipódromo de Maroñas, organizado por el Centro Social y Democrático de Cerro Chato, disparó el debate en torno a estas competencias hípicas en Uruguay. De los 13 caballos que corrieron en esa ocasión 11 abandonaron y dos murieron, lo que motivó que la Asociación Uruguaya de Veterinarios Equinos pidiera en un comunicado la prohibición de este tipo de competencias hípicas.

Durante el 2016, la organización For The Animals Uruguay, en colaboración con la ONG de origen suizo y alemán TSB/AWF (Tierschutzbund Zürich/Animal Welfare Foundation), filmó varios raíds en Uruguay como parte de un documental al respecto.

Esta semana, el activista Santiago Reyes decidió publicar un adelanto, en el que se incluyen algunas amenazas que recibió por parte de personas vinculadas a estas competencias hípicas.

Reyes asegura que si bien se dijo que lo sucedido en el raíd de Maroñas no representa a todas estas competiciones, el informe de For The Animals revela que esas cosas sí suceden en gran parte de los raíds que se llevan a cabo en Uruguay.

"En todos vimos caballos exhaustos, obligados a seguir más de 50 kilómetros en algunos y más de 100 en otros. En un raid de Cerro Chato una yegua rodó y le tuvieron que coser el parpado, pedazos de piel en la rodilla y nariz", dijo.

"Puede que no mueran caballos en todos los raíds. Pero en todos hay sufrimiento y riesgos de vida. Aunque no muera el caballo durante el raíd, si no gana, si queda manco, si ya no es veloz, puede terminar en el matadero. No todos los raidistas son iguales, pero hay evidencia de que caballos de raids terminan faenados cuando ya no sirven", agregó.

Reyes asegura que en el documental fue filmado un veterinario a cargo de un raíd "diciendo que él se hace sus propios chorizos con sus caballos".

"Mientras una yegua convulsionaba en el piso por más de 20 minutos me decían : ‘andá a filmar los demás caballos. ¿Por qué a nosotros solamente? ¡Esto pasa con todos! En los raids cortos es peor!'".

Amenazas

Reyes realizó la denuncia por maltrato animal en varios de los casos que presenció y también una denuncia policial contra un periodista de raíds (que según él se identificó como integrante de Radio Carve) que lo amenazó cuando estaba preguntando por lo sucedido con uno de los animales. "Prendé el auto y ándate porque estás incitando gente. Andate porque tengo un revólver en la guantera", le dice mientras lo lleva hacia su auto. "Te doy dos minutos... un minuto", agrega.

El organizador del raid de Lascano le dijo que agradezca que no le "rompen el culo a patadas" y le advirtió que si lo publicaba iba a ir "hasta las últimas consecuencias". "¿Qué son las últimas consecuencias?, le pregunté. No sé, dijo", contó el activista de For The Animals Uruguay.

Un caso particular

El documental revela también lo sucedido en este raíd de Lascano, Rocha, en agosto de 2016. "Mientras muchos trataban de adivinar qué caballo llegaría primero yo traté de filmar cual caería primero (...) Elegí a la numero 20: Pico Blanco. Ella había parado sola y era claro que no podía seguir más por cansancio, calor u otras razones; apenas caminaba. Pero el jinete le seguía exigiendo (...) Filmé el momento en que empieza a convulsionar, cae al piso y sigue temblando por más de 20 minutos, luchando por respirar con las venas saltadas en todo el cuerpo", narró Reyes.

La numero 20 Pico Blanco por fin se puso de pie, "aunque todavía le temblaban las piernas". "El veterinario le inyectó fructuosa y dijo que tuvo un bajón de azúcar (...) A esta altura yo ya había llamado a la policía y la conversación se basaba en cuestionarme por qué y qué estaba yo haciendo ahí", contó, para agregar que lo amenazaron pese a que sólo quiso actuar legalmente y radicar la denuncia por maltrato animal.

"Los raíds todos conllevan maltrato animal innecesario ya que podemos vivir sin jugar a ver quién llega o se desploma primero. Por tanto todo alcalde y/o funcionario público que deje realizar raíds en su pueblo está siendo consciente de una irregularidad. Un raíd puede ser cancelado y detenido con todo derecho y bajo las normas legales. Un alcalde tiene todo el poder de detener la organización de un raíd y más que más un raíd no registrado en la federación, como tantos ‘raíds ilegales' que se realizan en Uruguay ante los ojos de todas las autoridades", concluyó Reyes, que explicó que en breve se publicará el documental, que recoge también otros aspectos sobre el maltrato a caballos en el Uruguay.