“Abusivo”: qué pasó el día que los tres policías mataron a un joven de 24 años en un auto

Tres efectivos policiales fueron condenados a prisión luego de asesinar a un joven de 24 años en el marco de una persecución en la zona de avenida Italia y Centenario. El hecho sucedió el 10 de abril de 2021. 

La persecución, que desde el comienzo fue “abusiva” y confusa, como declaró uno de los testigos ante la Fiscalía, comenzó cerca de las 17:00 horas luego de que se diera aviso a un patrullero de que circulaba un BMW que poseía solicitud de alerta. 

Cuando dos policías llegaron hasta el lugar, encontraron el vehículo detenido e intentaron registrarlo. “En ese momento desciende el agente, que habría efectuado un disparo de arma de fuego intimidatorio hacia el vehículo en virtud de que el ocupante habría mostrado lo que podría haber sido un arma de fuego”, indica la sentencia a la que accedió Montevideo Portal. 

Uno de los policías aseguró que inmediatamente el BMW comenzó su marcha, por lo que se dio rienda suelta a la persecución. El patrullero que estaba detrás comenzó a seguirlo y otros móviles se sumaron a la operación desde otros puntos de Montevideo, según asegura el documento. 

Al llegar a las calles avenida Italia y Centenario, el conductor del auto presentaba una “herida de arma de fuego que ingresó en su cráneo desde el lado izquierdo saliendo por su lado derecho, que horas después le provocó la muerte”. 

De acuerdo a las pericias de las autoridades, por cómo estaba estacionado el BMW al final de la persecución, los efectivos ya habían logrado arrinconar y detener al delincuente, según los videos aportados por el Ministerio del Interior. 

Una enfermera que estaba en la ambulancia declaró: “Un oficial me abre la puerta y me insiste de una forma bastante ansiosa que bajáramos rápido. Me dice: ‘Dale, dale, bajá’. Había como mucha ansiedad”. 

El efectivo que le disparó venía en uno de los patrulleros más cercanos al BMW y uno de los testigos aseguró que se bajó y le disparó “a quemarropa”. “No es que se aproxime al cráneo, pero sí le pegó muy cerca, a 20 o 30 centímetros”, agregó. 

Una vez que el efectivo llegó al lado del conductor, que por ese entonces estaba herido, se alejó al verlo herido. Si bien la defensa del policía dio argumentos de por qué había hecho esto, la Justicia determinó: “No se justifica porque se retira inmediatamente del lugar, porque discute con la médica que llegaba a atender a la víctima, porque tres policías le dicen que permanezca alejado y otra agente lo tomó del chaleco, impidiéndole su acercamiento a la escena de los hechos”. 

Otro de los policías, condenado por encubrimiento, se agachó al piso para tomar las vainas que quedaron en el suelo y tirarlas lejos de la escena, según los videos a los que accedió Fiscalía. 

Esto fue clave porque, en el ámbito policial, una de las “reglas de oro” es la preservación del lugar del crimen para la posterior investigación. “No colocar nada, ni quitar”, indicó uno de los citados por el Ministerio Público. 

El tercer efectivo condenado por encubrimiento era el encargado de la situación al ocurrir los hechos, y fue quien autorizó al asesino y al otro efectivo a retirarse del lugar. Al ser el móvil policial que estaba más cerca del auto que llevaba al muerto, debía haberse quedado en el lugar para las posteriores indagatorias, según la sentencia. 

“En ese momento es el que ostenta mayor jerarquía y es el que debería haber dado directivas de qué se debe hacer, es quien debe organizar y dirigir el procedimiento en el momento. Es el responsable”, declaró uno de los testigos. 

La trayectoria del disparo

Los expertos forenses y técnicos que aportaron información a la investigación concluyen que es “imposible” que el balazo que mató al joven ingresara por la luneta trasera, y aseguran que fue por la ventanilla izquierda del BMW, es decir, por el lado del conductor. 

Además, también concluyeron que el vehículo no estaba en movimiento porque el conductor en ningún momento del trayecto de la persecución perdió el control del auto. “Sabemos que, ante una injuria encefálica, ya quedamos inhabilitados a tomar decisiones y ejercer ninguna acción”, indicó uno de los forenses. 

La sentencia concluye que quien disparó debe ser condenado a siete años de cárcel, otro de los efectivos a tres años y tres meses y el tercero a cuatro.