Las ventas de viviendas nuevas en Estados Unidos cayeron 10,9% en septiembre con respecto al mes anterior, un poco menos de lo previsto por los analistas, pero se sitúan 17,6% por debajo del nivel de ventas de hace un año.

Según cifras del Departamento de Comercio publicadas el miércoles, el mes pasado se vendieron 603.000 viviendas nuevas en proyección anual (el total en 12 meses si se mantuvieran las condiciones al momento de la medición), frente a las 550.000 previstas por los analistas y las 677.000 vendidas de agosto.

Este descenso de las transacciones es una nueva señal del repliegue del mercado inmobiliario que sufre por el incremento de las tasas de interés resuelto por la Reserva Federal (Fed, banco central) para tratar de contener la inflación.

Las tasas para créditos hipotecarios a 30 años, que es el plazo más común en Estados Unidos, retomaron el camino del ascenso a inicios de setiembre y la semana pasada se colocaron en 7,16%, un máximo desde 2001, según estadísticas de la Asociación de Banqueros Hipotecarios (Mortgage Bankers Associations) publicadas el martes por la noche.

Los pedidos de créditos hipotecarios cayeron 1,7% la semana pasada por sexta semana consecutiva.

"La erosión adicional de las posibilidades de acceso a una vivienda hará más presión sobre la actividad inmobiliaria en los próximos meses", resumió Nancy Vanden Houten, de Oxford Economics, al comentar las cifras.

En un mes, los precios de la vivienda en las 20 mayores ciudades de Estados Unidos cayeron 1,3%, algo nunca visto desde marzo de 2009, cuando la crisis hipotecaria campeaba en el país.

"Comenzamos a ver el efecto del alza de tasas sobre el precio de las viviendas. Es de hecho causa de la política de la Fed y no un daño colateral", destacó Art Hogan, analista de B. Riley Wealth Management.

Fuente: AFP