FYIADV
En medio del barrio Parque Rodó, en Maldonado 2125, nos encontramos con una estructura grande, que desde afuera muchas veces no se aprecia por la falta de perspectiva. Pero cuando uno entra allí se pueden observar mejor la gran estructura, el amplio patio, las galerías y la iglesia al fondo que da una sensación de majestuosidad. Estamos hablando de Talleres Don Bosco, fundado en 1893 por los salesianos que, preocupados por la formación para el trabajo de los hijos de la clase obrera (como se decía en aquel momento), empezaron ese año con los primeros talleres y los primeros “pupilos”.
Hoy, al ingresar se encuentra una imagen de Don Bosco, sacerdote turinés fundador de los salesianos. En el patio se oye el sonido característico de un centro de estudio mezclado con sierras eléctricas, motores a combustión y el ruido de algún electrodo en contacto con el metal.
Algunos jóvenes practican estos oficios y otros juegan al fútbol o permanecen sentados con un mate, al tiempo que docentes y educadores se suman para compartir ese momento. En esa variedad de actividades permanece el orden, pese a que son 170 los adolescentes que no solo se forman allí, sino que viven a diario. “El Bosco”, como muchos le llaman, es su segunda casa, a la que muchos llegan desde el interior del país para continuar estudiando.
Talleres Don Bosco y la innovación
Esta estructura de antaño hoy se mezcla con la necesaria innovación a la que lleva la educación, y sobre todo la técnico-profesional, que debe estar a la vanguardia para atender las necesidades de los jóvenes de cada tiempo y del mundo del trabajo.
La última gran transformación que vivió el centro comenzó en el año 2002, con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, e implicó la desaparición de algunos clásicos talleres —como la imprenta— para darles paso a las nuevas tecnologías y una nueva forma de aprendizaje. Allí se empezó a enseñar haciendo hincapié en el proceso personal de cada estudiante, poniendo foco en el aprender a hacer y ser, y que los contenidos conceptuales vengan a dar andamiaje a la práctica.
La enseñanza y evaluación por competencias en Talleres Don Bosco es una realidad desde hace mucho tiempo. Fiel a su objetivo de estar a la vanguardia, también se encuentra en un proceso de transformación al igual que toda la educación en Uruguay, poniendo en el centro el proceso formativo de los jóvenes.
Educación y trabajo: un binomio inseparable
En un reciente estudio del Instituto de Evaluación Educativa titulado “Adolescentes, jóvenes y empleo en la educación media” se pone en evidencia la dificultad que hoy existe entre la educación y el mundo del trabajo. Según esta publicación, una de las razones del abandono de la educación media por parte de los jóvenes es comenzar a trabajar, y otro dato que sorprende (teniendo en cuenta el primero) es la alta tasa de desempleo entre los jóvenes de entre 18 y 24 años.
Talleres Don Bosco ha sido muy sensible a lo largo de toda su historia en la relación necesaria entre la educación y las competencias que adquieren los jóvenes, y la conexión con el mundo del trabajo y la búsqueda de empleo.
Gracias a la reputación que el centro tiene por los exalumnos que se desempeñan en las diferentes industrias, se relaciona de distintas maneras con 60 empresas que piden recomendaciones y envían llamados para que exalumnos o alumnos avanzados se postulen.
En el primer semestre de 2024, 106 exalumnos pidieron ayuda a la Oficina de Intermediación Laboral para buscar trabajo y el 100% pudieron conseguirlo. Esto se debe a la unión de dos variables. La primera es la confianza de las empresas en la formación integral que ofrece Talleres Don Bosco, no solo en lo meramente técnico, sino en las habilidades blandas tan pedidas y valoradas por el mundo laboral como el trabajo en equipo, el cuidado del espacio de trabajo, las buenas relaciones con los referentes y la responsabilidad del cumplimiento de las tareas. La segunda variable es el respaldo con el que se presenta el joven, avalado por una institución como esta, un hecho que da mucha tranquilidad a las empresas.
Talleres Don Bosco y su propuesta educativa actual
Los jóvenes que llegan a Talleres Don Bosco se enfrentan a un trabajo arduo. Son tres años en los que están acompañados por docentes, educadores, un equipo multidisciplinario y todos los que forman parte de la comunidad educativa, que hacen que en el día a día se vayan formando esas relaciones familiares y de confianza propias del estilo educativo salesiano. Todo esto permite despertar las potencialidades de cada uno y que pueda seguir creciendo a lo largo de su vida.
Los bachilleratos con los que cuenta hoy Talleres Don Bosco son: Mecánica Automotriz, Mecánica Industrial, Instalaciones Eléctricas, Carpintería, Gestión y Administración, Tecnologías de la Información (informática) y Deporte, Educación Física y Recreación.
Todas estas propuestas cuentan con un equipo multidisciplinario de educadores. A su vez, incluyen actividades recreativas y de voluntariado, así como la posibilidad de acceder a una sala de musculación y un gimnasio para hacer deportes fuera del horario escolar.
En el caso de los alumnos que optan por la residencia estudiantil, cuentan con su equipo de educadores, apoyo de estudio, comedor con las cuatro comidas supervisado por una licenciada en Nutrición y el trabajo de un equipo multidisciplinario.
Fieles a la tradición de la educación salesiana, Talleres Don Bosco es un centro educativo que proporciona y realiza junto a las familias el acompañamiento integral de los jóvenes. En esta gran casa tienen lugar búsquedas profesionales, vocacionales y espirituales, con la meta de formar individuos que sean idóneos en su tarea, así como buenos compañeros de trabajo y responsables, con valores que distinguen a los exalumnos por sobre todas las cosas.
También en Talleres Don Bosco cuentan con cursos cortos introductorios y de actualización en las diferentes áreas de los bachilleratos, abiertos a todo público. Por más información, se puede ingresar en la página web www.talleresdonbosco.edu.uy para ver toda la información de esta casa de estudio, o comunicarse por teléfono al 2400 41 25.