Por The New York Times | Jesus Jiménez
Cuando el Icon of the Seas zarpe a principios del próximo año, tardará algún tiempo en desaparecer en el horizonte. Con 365 metros de largo y un tonelaje bruto de 250.800, es difícil pasarlo por alto.
El crucero de Royal Caribbean tendrá 20 cubiertas repletas con más de 20 bares y restaurantes, siete piscinas, nueve bañeras para hidromasaje y seis toboganes de agua, así como un minigolf, escalada en roca y una sala de juegos. Transportará hasta 7960 personas, repartidas entre hasta 5610 invitados y una tripulación de 2350 lista para servir bebidas, preparar las camas, limpiar las cubiertas y mantener la embarcación en su rumbo.
El anuncio de Royal Caribbean de este nuevo barco, el año pasado, ha ayudado a impulsar las ventas de la compañía gracias a una gran demanda de reservaciones anticipadas.
También se ha convertido en objeto de fascinación (y burla) en las redes sociales.
Algunos están ansiosos por subir a bordo: ya hay habitaciones agotadas para el primer viaje del barco. Pero otros han criticado su tamaño y colores brillantes y lo han llamado una “monstruosidad”. Un crítico calificó la visualización del crucero hecha por un artista como una “versión ‘Candy Crush’ del mundo subterráneo distópico” de la serie de ciencia ficción “Silo”, de Apple TV+.
Algunos críticos incluso hicieron comparaciones con un desafortunado transatlántico de antaño, al señalar que es cinco veces “más grande y más pesado que el Titanic” y unos 91 metros más largo.
Royal Caribbean califica al viejo Wonder of the Seas como el “barco más grande del mundo”. Cuando el nuevo esté listo, será 3 metros más largo, más pesado y transportará a más personas, lo que quizás le dé el derecho de presumir ser el más grande del mundo.
El mes pasado, Royal Caribbean declaró a través de un comunicado que el Icon of Seas había superado su primera ronda de pruebas en el mar, tras navegar por primera vez en mar abierto cerca de Turku, Finlandia. El barco tendrá otra ronda de pruebas a finales de este año antes de su crucero inaugural en enero, informó la compañía.
El interés en el barco surge en un momento en el que la industria de cruceros intenta recuperarse de la pandemia de coronavirus, cuando múltiples brotes a bordo de las embarcaciones llevaron a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) a fustigar a la industria y prohibir los cruceros.
Pero en la actualidad los viajes se han reanudado y los vacacionistas han regresado al mar, incluso mientras la industria sigue enfrentando problemas sanitarios y ambientales.
Este año, por ejemplo, los CDC registraron 13 brotes de norovirus en cruceros, cuatro de ellos en cruceros de Royal Caribbean International.
Además, ambientalistas como Marcie Keever, directora del programa de océanos y embarcaciones de la Red Amigos de la Tierra en Washington, alegan que las líneas de cruceros “continúan construyendo barcos más grandes que dependen de combustibles fósiles, vierten aguas residuales tóxicas en nuestros océanos y perjudican a las comunidades costeras con contaminación de aire, agua y por basura”.
Royal Caribbean remitió a su sitio web una solicitud de comentarios el martes en busca de más detalles sobre el barco. La compañía declaró que no podía comentar sobre las preocupaciones ambientales, citando un periodo de silencio requerido antes de su próximo informe de ganancias.
Sin embargo, la compañía ha pregonado el efecto que el Icon of the Seas ya está teniendo sobre sus ganancias. En un comunicado, afirmaron que las reservaciones anticipadas durante el primer trimestre fueron “significativamente más altas” que en el primer trimestre de 2019.
Jason Liberty, presidente y director ejecutivo de Royal Caribbean Group, dijo durante una llamada de ingresos en mayo que el Icon of the Seas ha tenido “significativamente más” reservas para su temporada inaugural “que cualquier otra inauguración de un barco de Royal Caribbean”.
Michael Bayley, presidente y director ejecutivo de Royal Caribbean International, dijo durante la llamada que el barco fue “el lanzamiento de un producto nuevo con mejor rendimiento que hemos tenido en la historia de nuestra compañía”.
“Realmente, está impulsando una enorme cantidad de demanda”, afirmó Bayley. Visualización hecha por un artista del Icon of the Seas de Royal Caribbean, proporcionada por Royal Caribbean International. (Royal Caribbean International vía The New York Times)