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El boom de los autos eléctricos no es una casualidad. Cada vez más usuarios y empresas migran a esta tecnología una vez que reconocen sus principales virtudes: el ahorro, el bajo mantenimiento y la durabilidad de sus baterías.
Este fenómeno también está llegando a la categoría de utilitarios y camiones gracias a una oferta cada vez más amplia y a precios más competitivos que hoy están mucho más próximos a los de sus competidores a combustión.
Si hacer que las cosas lleguen de un punto A a un punto B es parte esencial de tu negocio, y los costos o la logística son tema de preocupación en tu empresa, la incorporación de un vehículo eléctrico podría significar un salto en eficiencia en estos aspectos.
Ahorro
Actualmente, los camiones y utilitarios eléctricos existentes en el mercado están a un costo superior a su misma versión diesel. Sin embargo, el ahorro en combustible y otros factores llevan a que sea una decisión mucho más rentable.
Imaginate un caso. Un camión liviano que hace una distribución de 140 kilómetros por día tiene un costo de combustible mensual aproximado de 800 dólares. Mientras que la inversión para adquirir un camión de similares características, pero eléctrico, implica asumir una cuota mensual de 750 dólares, más otros 50 dólares de gasto mensual en electricidad. Básicamente, el ahorro te permite comprar un camión de última tecnología con lo que te ahorrás de consumo. Esto sin mencionar los costos de mantenimiento y autopartes, que en los eléctricos representa hasta cuatro veces menos que en los vehículos a combustión.
Este cálculo se realiza tomando el plan de financiación habitual de los bancos, que cubren el 100% del vehículo y te ofrecen pagarlo en 60 cuotas, es decir, unos cinco años. En ese período de tiempo terminaste de pagar el préstamo, ahorraste más de 30.000 dólares y a tu camión eléctrico todavía le queda garantía y una vida útil de al menos 10 años más.
Otro factor no menor hace a la optimización de la gestión: el tiempo de carga de combustible diurno en estaciones de servicio se sustituye por la carga eléctrica nocturna dentro del propio depósito de la empresa. No hay tiempo operativo perdido y no hay robos o desviaciones en la carga de combustible.
Beneficios fiscales
El Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) prevé tres beneficios para dar este paso. El primero, el plan Subite Cargo, ofrece una devolución directa de 3.000 dólares para empresas que adquieran vehículos de carga 100% eléctricos. Esta devolución se hace mediante transferencia bancaria en las primeras tres semanas después de la compra, es decir, constituye un beneficio casi inmediato. Son cupos limitados, por lo que no hay que dejar pasar la oportunidad.
A su vez, existe un beneficio similar para los cargadores SAVE, que establece una devolución de hasta 400 dólares.
Además, el certificado de eficiencia energética se tramita un año después de adquirido el vehículo e implica un beneficio económico por todo lo que no contaminaste durante 365 días.
Por último, los proyectos de inversión de empresas (Comap) que incluyan en sus planes vehículos eléctricos podrán descontar a partir de 42% del vehículo en créditos fiscales para el pago del Impuesto a las Rentas de Actividades Económicas (IRAE), además de estar exonerados del Impuesto al Patrimonio durante toda su vida útil.
Durabilidad
En términos generales, los camiones eléctricos son tan confiables como los de combustión. Además, sus piezas son más duraderas y llevan menos mantenimiento.
Un capítulo clave en los eléctricos son las baterías. Las nuevas generaciones de baterías de litio tienen una vida útil estimada de 3.000 ciclos de carga, lo que supera los 500.000 kilómetros en un camión eléctrico. En ese tiempo ya recuperaste entre cinco y ocho veces lo que invertiste. Es importante elegir un camión que cuente con baterías de un fabricante reconocido a nivel mundial.
Miedos o dudas frecuentes
Es habitual que surja la pregunta sobre el precio de reventa del vehículo eléctrico. Lo cierto es que, con el correr del tiempo, cada vez son más las personas dispuestas a comprar eléctricos usados. Por lo tanto, cada vez será más difícil vender un vehículo a combustión. En cambio, tal como sucede en mercados donde la movilidad eléctrica lleva más años de desarrollo, los eléctricos tendrán un buen valor de reventa debido al bajísimo consumo y autonomía que, aun en los usados, sigue siendo un elemento atractivo.
La enorme mayoría de los coches eléctricos provienen de China. Esto se debe a que se trata del principal fabricante mundial y el líder en la producción de baterías de litio. Las empresas chinas han demostrado estar adelantadas tecnológicamente y sus costos de fabricación son menores que en el resto del mundo.
Otra duda que generan las nuevas tecnologías es la capacidad local para mantener y reparar. Allí es importante elegir empresas especialistas en movilidad eléctrica con una infraestructura acorde y técnicos capacitados.
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