El ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, expuso el 15 de octubre en el desayuno virtual de ACDE denominado Una ventana de oportunidades para Uruguay. Repasó las potencialidades que Uruguay posee en el contexto mundial ocasionado por el covid-19 y lo que el Gobierno está realizando para aprovecharlas.
Esto incluye una filosofía de "libertad responsable", que distingue a Uruguay. "El país supo tomar medidas con decisión, con ejecutividad, pero respetando las libertades de las personas y comprometiéndolas en una responsabilidad común", señaló. Según Paganini, esta postura de promoción de la libertad responsable de parte del Gobierno no se restringe a la pandemia, sino que se extiende a la economía. Por ello, consideró que "el motor del desarrollo" del país es el ecosistema emprendedor, que incluye a los emprendedores y empresarios y que va a permitir que Uruguay se "diferencie" a nivel internacional, según informa el Ministerio de Industria en su sitio web.
Paganini fue enfático al afirmar que Uruguay enfrenta en la situación de pandemia un "problema grave y serio", que ha traído como consecuencia, entre otros puntos, un aumento del desempleo, que llegó a 180.000 trabajadores en seguro de paro total y 20.000 en el parcial, aunque se ha reducido a 80.000 y 20.000, respectivamente. Esto ha implicado que el Gobierno deba "gestionar una crisis económica", resumió.
No obstante, también afirmó que la gestión de esta pandemia por parte de Uruguay ha sido elogiada a nivel internacional y que, asimismo, se aguardan proyecciones optimistas para 2021, que incluyen la disminución del déficit fiscal. Por su parte, esta buena gestión de la pandemia, con un impacto económico moderado, sumada a elementos estructurales, acumulados históricamente -como su "vida democrática ejemplar" y su solidez institucional- son una base que permite no solo construir la estrategia de libertad responsable, sino que abren esas oportunidades que el país debe aprovechar, afirmó Paganini.
Con ese fin, el gobierno mantiene su objetivo de mejorar la competitividad, lo que constituye "la base para poner al país en un camino de crecimiento sostenible", indicó. Para ello se consideran elementos macroeconómicos, como un presupuesto austero, que constituyan "una base sólida del funcionamiento general de la economía", afirmó.
"Uruguay tiene que aprovechar esta coyuntura [...]. Es un país que ha logrado un modelo distintivo de funcionamiento en una crisis, que está siendo reconocido y que esperemos poder sostener", afirmó el ministro. Para aprovechar estas oportunidades, sostuvo que el Estado "debe crear condiciones", siendo articulador y mejorando su ejecutividad, y el empresariado "concretar oportunidades".
Hacia una mayor competitividad
En el caso del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), la mejora de la competitividad se vincula "con la energía y sus costos", explicó el ministro. Por eso se trabaja con los combustibles y, a mediano plazo, con la gestión de la electricidad.
En el primer caso, se realizará una transformación del mercado de los combustibles, a la que calificó de "central y desafiante". El nuevo sistema será "más realista y alineado con los precios internacionales", dijo el jerarca.
Otro pilar será "el análisis profundo" de toda la cadena de combustibles, así como algunas reformas en el sector de distribución y en las subsidiarias de Ancap, generadores de costos importantes. A esto se suma el esfuerzo que se realiza para no aumentar las tarifas, señaló Paganini.
En cuanto a la gestión de la electricidad, la situación es "más compleja" y requiere "colocar los excedentes" existentes "en un mercado poco elástico". Esto no se soluciona con una baja de tarifas, explicó el ministro. Por ello, se apela a una "estrategia inteligente" que apunte a un nuevo esquema tarifario en horarios diferenciados, algo que UTE anunció días atrás. Este esquema no afectará la demanda general, pero permitirá mejorar los usos de la energía en horarios de demanda baja, incluyendo la carga de vehículos eléctricos y la exportación de electricidad.
También se apuesta a la radicación de inversiones intensivas en energía -que puedan tomar esos excedentes- y a las exportaciones a los países vecinos. Se han logrado acuerdos nuevos con Brasil, que se espera que impacten en el sector, anunció Paganini.
Más inversiones, más estímulos
Por su parte, el ministro explicó que, en lo inmediato, la salida de la crisis económica generada por la pandemia se superará incentivando las inversiones y mejorando los estímulos. Para ello, será un apoyo el sector de la construcción -de la mano de algunas medidas tomadas por el Gobierno y de la construcción de UPM-, a la vez que el sector agroexportador ya se está recuperando.
Asimismo, un área fuerte es la de los servicios globales, como las tecnologías de la información, que en el contexto de pandemia han aumentado su demanda. En este caso, Uruguay está bien posicionado para crecer, a pesar de las restricciones que presenta, en algunos casos, en cuanto a recursos humanos, dijo Paganini.
El secretario de Estado también destacó la capacidad de producción del sector audiovisual, en un contexto en el que la demanda de las grandes plataformas "se ha multiplicado exponencialmente".
"El sector uruguayo está bien posicionado y con unos estímulos especiales que acaba de aprobar el Gobierno. Estamos pretendiendo radicar aquí grandes producciones en el corto plazo. Ya hay algunas confirmadas, que permiten a posicionar a Uruguay en la vidriera mundial", indicó Paganini. Al sector audiovisual también se les suman las oportunidades en la industria 4.0, agregó.
Por otra parte, el país también está bien posicionado en lo que tiene que ver con la tendencia mundial de "ir hacia la economía sostenible", apuntando a fuentes fósiles y en armonía con el ambiente. De esto se desprenden oportunidades para sectores como el agroindustrial. Además, Uruguay cuenta con una matriz eléctrica 98 % renovable, lo que también constituye una base sólida para este despliegue.
Asimismo, teniendo en cuenta que existe una mayor demanda para el transporte de carga con hidrógeno, Uruguay puede transformarse en exportador, y para ello también hay proyectos, anunció. Otra oportunidades es un uso "más profundo" de la celulosa, por ejemplo como sustituto del plástico.
Otro sector que debe ser clave es el de la logística. Paganini sostuvo que el protagonismo del puerto de Montevideo debe ser mayor. "La restricción del monopolio de Ancap en el puerto para los búnkeres es una movida más en esa línea", explicó. El objetivo es que el puerto de Montevideo "aproveche los 14 metros y muelles que va a tener para dar servicios más integrales a los buques", lo que lo posicionará de mejor forma. También se avanzará en la hidrovía y la navegación fluvial.
El ministro agregó que el país puede genera posibilidades gracias a sus capacidades científicas, desplegadas en este contexto de pandemia. Por ello, puede promover articulaciones con la industria de la biología y la de la salud, tanto en lo que tiene que ver con la innovación (por ejemplo, farmacéutica) como en la radicación de servicios de salud de alta calidad.
A esto se suma la apuesta al cannabis medicinal, una actividad que presenta oportunidades para Uruguay y para la que se deben "ir sorteando trabas", dijo Paganini.
Otro sector que se impulsará es el de los clústeres y los parques científicos, tecnológicos e industriales. Al respecto, habrá cambios en la Ley de Presupuesto, "buscando sinergias en la radicación de emprendimientos en torno a una zona favorecida". Esto se suma a la redefinición de la Ley de Parques Industriales, ya realizada, que permite integrar los servicios vinculados a la industria, así como lo emprendimientos científico-tecnológicos.
Paganini añadió que también se han flexibilizado los beneficios de la Ley de Inversiones a partir de nuevos instructivos para la Comap.
A la nueva regulación de combustibles, ya mencionada, se suma la centralidad de las telecomunicaciones, un sector en que el nuevo Gobierno priorizará la mejora de la cobertura móvil.
El ministro enfatizó que todas estas oportunidades también enfrentan desafíos que deben afrontarse con realismo. Entre ellos están las restricciones económicas que provoca la pandemia, así como las fiscales y las relacionadas con las relaciones internacionales, en especial el Mercosur. Además, sostuvo que existen "algunos problemas de mentalidad", como "un excesivo gusto por la seguridad" y el "corporativismo", que en ocasiones constituyen un "freno para el país". También lo es la capacitación de la fuerza laboral, en particular porque no se privilegian las carreras científicas, señaló.
"Cambiar al Estado es otro desafío", dijo Paganini, quien afirmó que, conscientes de las restricciones, el Gobierno buscará mecanismos para solucionarlas.
Además, existe otro desafío cultural: el de "valorizar el rol del emprendedor y del empresario", que son quienes se arriesgan, invierten y generan empleo, dijo el ministro. Son ellos quienes hacen "crecer la economía" y "crean valor", y es el Estado el que debe "generar reglas de juego y agilidad" para favorecer su actividad, sostuvo.
Para finalizar su intervención, Paganini también afirmó que el Gobierno busca ser más abierto y transparente, con un estilo de comunicación más directo y "con el desafío de la ejecutividad" como consigna.
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