Tras el intento de asesinato a Doanld Trump, uno de los tantos apoyos que el expresidente y candidato republicano recibió fue el del dueño de Tesla, SpaceX y X (antes Twitter), Elon Musk.

Con el correr de los días, el empresario ratificó su empatía hacia el republicano con distintos mensajes, del que además se ubica próximo en algunos temas clave de la campaña, como su posición en favor de una política antiinmigración, el requerimiento de menor intervención estatal en la economía, y un mercado laboral menos rígido.

Pero ese apoyo es visto con escepticismo por parte de algunos especialistas, debido a la prédica de Trump contra los vehículos eléctricos, siendo Tesla la principal fuente de riqueza de Musk.

“Trump también supone una amenaza única para Tesla. Ahora Musk se arriesga a una hemorragia [a nivel de ventas]­ aún mayor al lanzar su apoyo con Trump, quien sin duda hará todo lo posible para eliminar el gasto en vehículos eléctricos si es elegido”, señaló, por ejemplo, el analista Andrew Hawkins, periodista especializado en la cobertura de vehículos eléctricos y editor de temas de transporte en el sitio The Verge.

Trump ha cuestionado de forma reiterada a los vehículos eléctricos, por considerarlos caros y poco prácticos. Además, el republicano señaló que en caso de ser electo haría retroceder las inversiones estatales en materia de recarga de vehículos eléctricos y los créditos fiscales para su venta.

El analista citó como ejemplo que una persona puede obtener un descuento de hasta US$7.500 en su Tesla Model 3 gracias al crédito fiscal otorgado por la administración Biden, lo que deja a este modelo a un precio menor a US$ 30.000 en el punto de venta. Esto, por su parte, en un contexto en que la empresa de Musk no logra despegar a nivel de ventas, y donde el aumento de la competencia en el sector ha generado que la compañía deba recortar los precios, lo que reduce el margen de beneficios, señala Hawkins en su artículo.

Aunque, también señala el analista, Musk ha criticado en más de una oportunidad los beneficios impositivos para el sector de autos eléctricos. De hecho, en la última semana, el empresario apoyó el planteo de Trump de derogar el crédito fiscal federal para vehículos eléctricos de US$ 7.500.

La posición de Musk es que, una eliminación de los subsidios, “solo ayudará a Tesla”, en el entendido que ha logrado un desarrollo mayor de distintas facetas del negocio que sus rivales.

Pese a esto, según recuerda el analista, las empresas de Musk, incluida Tesla, tienen numerosos contratos con el Estado, y Tesla en particular ha sido una amplia beneficiaria de préstamos federales.

Además, concluye que la transición hacia las energías renovables tendría un retroceso en caso de ganar Trump, por lo que esto perjudicará a largo plazo el sector de los vehículos eléctricos.

“El expresidente lleva mucho tiempo despotricando contra la energía solar y eólica. Y el Partido Republicano es un gran aliado de la industria del petróleo y el gas. Estas no son fuerzas que vayan a marcar el comienzo de un planeta más limpio y sostenible. Todo lo contrario”, dice Hawkin, quien lamenta que Musk no se haya mantenido al margen de la contienda electoral.