América Latina reforzará su cooperación para la
implementación de un proyecto regional que le permita responder a la creciente
variabilidad del clima y su impacto en la agricultura, uno de los sectores más
afectados por el cambio climático, informó la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Durante la Asamblea Anual de la Plataforma de
Acción Climática en Agricultura de Latinoamérica y el Caribe (PLACA), realizada
en Uruguay, representantes de 12 países, incluidos Colombia y Haití, recién
incorporados al mecanismo, aprobaron el plan de trabajo 2022-2023, que propone
iniciativas para el sector agrícola enfocadas en la innovación y la vinculación
de mujeres y jóvenes.
Según un comunicado de la FAO, el plan contempla,
además, impulsar la presencia de la plataforma en instancias claves como la
Semana del Clima y la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), que tendrá lugar en
noviembre próximo en Egipto.
ACCIONES COORDINADAS EN UNA REGIÓN MUY VULNERABLE
"Debemos pasar a la acción climática,
abordando los desafíos de manera integrada, bajo un paraguas común de
adaptación y resiliencia, donde se incluyan acciones para la reducción de
riesgos, para enfrentar la variabilidad del clima y para abordar los cambios en
el tiempo", indicó Maya Takagi, líder del Programa Regional de la FAO para
América Latina y el Caribe, con motivo de la asamblea de PLACA.
La plataforma PLACA, lanzada en 2019 en el marco
de la conferencia del clima COP25, es un mecanismo regional de colaboración
voluntaria que busca un desarrollo agropecuario productivo adaptado a los
efectos del cambio climático, resiliente y bajo en emisiones de gases de efecto
invernadero.
La iniciativa se centra en el intercambio de
conocimientos, tecnologías y prácticas de colaboración en agricultura para
afrontar el creciente impacto del cambio climático.
Datos de la ONU señalan que Latinoamérica es una
de las regiones del mundo más impactadas por el cambio climático, con efectos
intensos como olas de calor y sequías, disminución del rendimiento de los
cultivos, incendios forestales y previsibles eventos extremos del nivel del mar.
Hace una semana, la FAO y la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) alertaron justamente, en su
informe "Perspectivas Agrícolas 2022-2031", que, a pesar de ser la
región que más exporta, Latinoamérica "sigue enfrentándose a grandes retos
para reducir la inseguridad alimentaria".
Y el principal desafío es la dependencia de la
agricultura y la pesca de su economía -un 10 % del producto interno bruto (PIB)
regional-, dado que ambos sectores se verán "cada vez más afectados por
los fenómenos climáticos adversos y por los recientes costes elevados del transporte,
la energía y los fertilizantes", dificultando la vida de 15 millones de
pequeños productores que trabajan en la región.
COLOMBIA Y HAITÍ SE UNEN AL MECANISMO
En esta asamblea anual de la Plataforma de Acción
Climática en Agricultura de Latinoamérica y el Caribe (PLACA), que tuvo lugar
la semana pasada en Montevideo, Costa Rica relevó a Uruguay en la presidencia
de la plataforma y México asumió la copresidencia.
Además, la iniciativa, cuya secretaría es ejercida
por la FAO y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal),
sumó a su lista de miembros a Colombia y Haití, países que reafirmaron su
compromiso de trabajar coordinadamente frente al cambio climático.
La plataforma está integrada, asimismo, por
Argentina, Bahamas, Brasil, Chile, Costa Rica, Guatemala, México, Perú, Uruguay
y República Dominicana.
En el evento en Montevideo participaron
representantes de los ministerios de Agricultura de estas naciones, la
directora de la División de Recursos Naturales de la Cepal, Jeannette Sánchez,
y el oficial a cargo de la representación de la FAO en Uruguay, Sebastián
Viroga, entre otros.
EFE