Por The New York Times | David Yaffe-Bellany

SAN FRANCISCO — Los precios de las criptomonedas se están desplomando. Una de las llamadas criptomonedas estables perdió todo su valor en cuestión de días. Un moderno criptobanco suspendió los retiros. Y los inversionistas se sumieron en la ruina financiera.

Ahora, la industria de las criptomonedas se enfrenta a una perspectiva todavía más sombría: lo peor está por venir.

La preocupación aumenta por otra posible vulnerabilidad en el mercado de las criptomonedas: Tether, una empresa cuya moneda del mismo nombre es un eje del comercio de criptomonedas en todo el mundo. Esta empresa, que durante mucho tiempo ha sido una de las más vigiladas del sector, se enfrenta a una mayor presión por parte de los reguladores, los inversionistas, los economistas y una legión de escépticos, con el argumento de que podría ser otra pieza del dominó que caiga y provoque un desastre aún mayor.

“Tether es el alma del ecosistema de las criptodivisas”, afirmó Hilary Allen, experta en finanzas de la American University. “Si implosiona, toda la fachada se viene abajo”.

Esta moneda es el principal emisor de las criptomonedas estables, un tipo de criptomoneda vinculada a un activo estable como el dólar estadounidense. A diferencia de las criptomonedas tradicionales como bitcóin y ether, cuyo valor monetario puede fluctúar bastante, las criptomonedas estables suelen estar diseñadas para mantener un precio constante de 1 dólar y están respaldas por grandes reservas de fondos u otro tipo de ingeniería financiera. Esa consistencia permite a los operadores de criptomonedas llevar a cabo operaciones seguras y predecibles sin depender de los bancos u otros guardianes financieros.

No obstante, muchas de estas monedas son estables solo de nombre. El mes pasado, cuando las criptodivisas se derrumbaron, el desplome fue provocado en parte por el fracaso de terraUSD, una criptodivisa estable con una vinculación de 1 dólar que estaba ligada por medio de un algoritmo a una criptodivisa hermana llamada Luna. Cuando el precio de Luna cayó, el de terraUSD también lo hizo, lo cual generó una “espiral de muerte” que sacudió a todo el mercado.

Por su parte, Tether afirma que sus critpomonedas estables están respaldadas por efectivo y otros activos tradicionales, lo cual hace que sus reservas sean fundamentales para la salud de su mercado. En teoría, cualquiera que quiera cambiar tethers por dólares estadounidenses puede hacerlo de manera rápida y fácil.

Pero los estados financieros de la empresa muestran que una porción importante de sus reservas está unida a una deuda corporativa no garantizada no asegurada conocida como papel comercial. Dichos instrumentos financieros son más riesgosos y difíciles de convertir con rapidez en efectivo, en particular durante las turbulencias financieras. En 2021, la fiscal general de Nueva York impuso a Tether una multa de 18,5 millones de dólares y declaró que la empresa había mentido sobre sus reservas y agregó que era una “criptomoneda estable sin estabilidad”.

Los críticos dicen que, en esencia, Tether funciona como un banco de regulación laxa. Los operadores entregan millones de dólares y a cambio reciben millones de criptomonedas estables, que usan para apostar en criptomonedas volátiles como bitcóin o dogecoin. En este momento, tether tiene 70.000 millones de monedas en circulación, lo que hace que tenga tres veces el tamaño de terraUSD antes de la caída.

Los críticos afirman que, en el peor de los casos, una caída podría desencadenar el equivalente en este mercado a una corrida bancaria. Los operadores podrían apresurarse a cambiar sus tethers por dólares, solo para descubrir que tether no puede cumplir con sus solicitudes. Los inversionistas perderían miles de millones de dólares, lo cual los obligaría a vender otros activos en criptomonedas, ocasionando un pánico que podría devastador que podría filtrarse a los mercados de otro tipo.

Tether pudo ver cómo sería ese escenario el mes pasado. A medida que las criptomonedas se devaluaban, una avalancha de inversionistas solicitó cambiar sus tethers a dólares, lo cual obligó a la empresa a pagar alrededor de una octava parte de sus reservas, o 10.000 millones de dólares, en un periodo de una semana y media. En el tipo de cambio de las criptodivisas, tether se tambaleó en su vinculación de 1 dólar por un breve lapso.

Al final, la compañía afirmó que satisfizo la demanda. Tether declaró la victoria y proclamó que había sorteado la crisis de manera “impecable”.

La caída fue “el mejor de los escenarios para tether”, dijo en una entrevista Paolo Ardoino, el director de tecnología de la empresa. “No estamos jugando y nos tomamos la gestión de riesgos muy en serio”, agregó.

Luego, el domingo, el criptobanco Celsius Network anunció que suspendería los retiros, lo que provocó otra caída en el precio de las monedas digitales. En 2020, Tether invirtió en Celsius y le prestó casi 1000 millones de tethers, según Bloomberg News; esta semana, la empresa declaró que en este momento no tenía “ninguna exposición” con Celsius además de una pequeña inversión. Aun así, mientras el mercado se tambaleaba, los inversionistas retiraron unos 1600 millones de dólares de Tether.

Cada vez hay más escépticos. El mes pasado, un alto funcionario de la banca estadounidense pidió nuevas normas para tether y sus competidoras, con el argumento de que la caída de terraUSD enfatizó los riesgos que suponen las criptodivisas estables con una regulación laxa. Algunos operadores ahora invierten sus fondos en criptomonedas estables alternas, entre temores de que la próxima caída pueda poner a prueba si Tether tiene las reservas adecuadas.

“Tienen suficientes garantías para superar esta corrida, pero eso no significa que tengan suficientes para la próxima”, comentó Bruce Mizrach, profesor de Economía de la Universidad Rutgers que estudia las criptodivisas.

Incluso para los estándares a menudo irreales de este mercado, la historia de Tether es peculiar. Brock Pierce, un predicador de las criptomonedas que, en sus años de niño actor protagonizó las películas de “Los campeones”, fundó la empresa en 2015. Después, su socio, Reeve Collins, y él le cedieron el control de la empresa al otrora cirujano plástico, Giancarlo Devasini, quien almacenó algunos de los activos de Tether en un banco de las Bahamas que dirige uno los creadores de la caricatura “Inspector Gadget”. En ocasiones, Tether ha insistido en que sus criptomonedas estables estaban respaldadas en su totalidad por dólares estadounidenses. Pero, el año pasado, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, dijo que esas afirmaciones eran: “mentira”.

Unos años antes, una casa de cambio de criptomonedas afiliada a Tether perdió 850 millones de dólares en un acuerdo comercial malogrado. Para cubrir las pérdidas, la casa de cambio, Bitfinex, pidió préstamos de las reservas de tether, lo cual dejó a la criptodivisa estable con un respaldo parcial, según la investigación de James.

Tether llegó a un acuerdo con la fiscal general de Nueva York y pagó 18,5 millones en multas sin admitir malos manejos. Un vocero de Tether dijo que el problema con las reservas de la empresa se reducía a un "error de comunicación". La preocupación por Tether se ha extendido a Washington. Cuando la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, testificó ante el Congreso el mes pasado, mencionó el tambaleo de la criptodivisa de su fijación de 1 dólar y pidió una mayor regulación de este tipo de divisas.

El crecimiento de las criptodivisas estables presenta “el mismo tipo de riesgo que conocemos desde hace siglos en relación con las corridas bancarias”, declaró.

Ardoino dijo que Tether estaba dispuesta a trabajar con los reguladores para diseñar un marco global que norme la información que los emisores de criptodivisas estables deben hacer sobre sus reservas. Pero Tether se ha resistido a propuestas más agresivas, que someterían a la empresa a requisitos regulatorios como los de los bancos tradicionales.

“Todo el mundo está con los pelos de punta (dicen: ‘Perdí los ahorros de toda mi vida’)”, comentó Collins, quien fundó Tether con Pierce y ahora dirige un nuevo emprendimiento de criptomonedas llamado BLOCKv. “Esa es una tragedia, pero es igual de trágico cuando alguien dice: 'Fui a un casino y perdí los ahorros de mi vida'. Pero eso no significa que regulemos los casinos para que dejen de existir". A medida que las criptodivisas se desploman, la atención se centra en un aspecto potencialmente vulnerable: la dependencia del mercado de una denominada criptodivisa estable llamada tether. (Shira Inbar/The New York Times) Paolo Ardoino, director de tecnología de Tether, en Ámsterdam, el 8 de junio de 2020. Ardoino dijo: “No estamos jugando y nos tomamos la gestión de riesgos muy en serio”. (Jussi Puikkonen/The New York Times)