Con esta operación, pendiente de autorización por parte de las autoridades de competencia uruguayas, Disa da un paso más en su estrategia de internacionalización, iniciada hace tres años, y se convertirá en el segundo distribuidor de combustibles del país sudamericano, con una cuota de mercado del 24 % y una red de 88 estaciones de servicio activas.
Actualmente, la compañía española, presidida por Demetrio Carceller, cuenta con unas 850 gasolineras en Portugal, Andorra y España, donde se sitúa como cuarto operador del mercado y el primero independiente.
Al margen de la red y las tiendas de conveniencia, el acuerdo con Petrobras, que decidió salir de Uruguay a mediados del año pasado, incluye la distribución de combustibles y lubricantes, el negocio marino en distintos puertos, el de aviación en el aeropuerto internacional de Carrasco, y la comercialización de fertilizantes.
En un comunicado, Disa ha asegurado que mantendrá los 160 puestos de trabajo de Petrobras en Uruguay y ha subrayado que con esta operación inicia su introducción en el mercado de combustibles latinoamericano, operando por primera vez con marca propia fuera de España.
Con información de EFE