La empresa de fertilizantes y productos químicos Industria Sulfúrica S.A., conocida como Isusa, atraviesa un proceso de “reestructura” y de “ajuste” económico, de acuerdo con un documento enviado por sus directivos al Banco Central (BCU) al que accedió Montevideo Portal.
“En el marco de nuestra gestión de riesgo y planificación estratégica, estamos iniciando un proceso de reestructura para revisar y ajustar nuestros costos laborales”, se lee en la misiva dirigida a la Superintendencia de Servicios Financieros del Banco Central.
La compañía, cuya planta se ubica en Ciudad del Plata, San José, plantea que “en los últimos años los salarios han crecido a un ritmo superior respecto de la competencia, lo que ha generado pérdida de competitividad” para su negocio.
Entonces, explica que el proceso de reestructuración “forma parte de la estrategia para mejorar la competitividad” de la empresa en el mercado. “Estamos comprometidos en encontrar una solución que sea justa y equitativa para todas las partes”, suma.
Por último, el mensaje deja “constancia” de que “lo expuesto anteriormente no afectará el nivel de productos y servicios” que ofrecen a sus clientes, así como “el cumplimiento estricto” de sus obligaciones.
“En la medida que estas gestiones vayan concluyendo, la empresa informará oportunamente al mercado de valores”, completa.
No es la primera vez que Isusa atraviesa una reestructura. De acuerdo con un reporte de la calificadora Moody’s Local para el BCU, “en 2019 Isusa implementó una reestructuración operativa que le permitió ganar eficiencia en su estructura de costos, mejorar sus márgenes de rentabilidad y recuperar competitividad”.
Esto lleva a que el último reporte de Moody’s, de fecha 18 de abril de 2024, le de a la empresa una calificación “estable” tanto para el emisor de moneda local como en moneda extranjera, así como en obligaciones negociables y acciones.
La noticia de la reestructura de Isusa aparece días después de que la empresa japonesa de autopartes que tenía dos plantas en Uruguay, Yazaki, anunciara el cierre definitivo de sus operaciones en el país, lo que generará la pérdida de más de 1.000 puestos de empleo en Canelones y Colonia.