Por The New York Times | Tariq Panja
Los dueños estadounidenses del Liverpool FC, uno de los equipos con más historia en el futbol, contrataron a Goldman Sachs y Morgan Stanley para explorar la posibilidad de una venta del club, un campeón de Europa en seis ocasiones, según dos personas con conocimiento directo de los planes de la escuadra.
Las personas hablaron con la condición de mantener el anonimato porque no estaban autorizadas para hablar de manera pública sobre la venta potencial.
Los rumores de que los propietarios del Liverpool están considerando una venta potencial surge a tan solo unos meses de que un grupo liderado por el fondo de inversiones Clearlake, con sede en California, pagó una cifra histórica de 3000 millones de dólares por el rival del Liverpool en la Liga Premier: el Chelsea. El acuerdo se realizó de manera obligada después de que el gobierno del Reino Unido impusiera sanciones al multimillonario ruso que era propietario del Chelsea, pero el precio de venta fue tan alto que podría haber reiniciado el mercado para los clubes de futbol más grandes del mundo.
Fenway Sports Group (FSG), que también es dueño de los Medias Rojas de Boston, el ancla de su portafolio de sociedades de inversiones deportivas, resucitó al Liverpool como una fuerza dominante tras adquirir al equipo después de una venta forzada en 2010 por sus prestamistas a medida que el Liverpool se acercaba a la bancarrota.
Los propietarios anteriores describieron el precio de 300 millones de libras esterlinas (alrededor de 400 millones de dólares dados los tipos de cambio de aquel momento) como una “estafa épica” ese año. Ahora, en la otra dirección, parece un robo, con la valuación del club en aumento debido a los incrementos significativos en ingresos por licencias de transmisión y patrocinios conforme el Liverpool regresó a la cima del futbol nacional e internacional.
En 2019, bajo el liderazgo de su inspirador entrenador alemán, Jürgen Klopp, el Liverpool ganó su sexta Copa Europea, antes de sumar su primer título de la Liga Premier un año después. Ese era un trofeo que sus aficionados anhelaban más que cualquier otro, ya que llegó 30 años después de sus 18 campeonatos previos de la liga inglesa.
La temporada pasada, se quedó cerca de ganar ambos cuando perdió la Liga Premier ante el Manchester City por un punto y sufrió la derrota ante el Real Madrid en la final de la Liga de Campeones.
El FSG, liderado por el financiero John Henry, ha estado explorando la venta de participaciones estratégicas en el Liverpool durante gran parte del pasado lustro. El año pasado, Redbird, una compañía de capital privado con participaciones en varios otros equipos deportivos, aseguró una participación del 11 por ciento de FSG por 735 millones de dólares. En ese momento, los propietarios comentaron sobre asegurar mayores oportunidades de crecimiento sin poner su activo más valioso a la venta.
La noticia de la venta potencial la dio a conocer primero The Athletic, una compañía de The New York Times. La respuesta del Liverpool más tarde el lunes solo avivó más especulación sobre las intenciones de los dueños.A través de un comunicado, el club indicó: “Ha habido una cantidad de cambios recientes de propiedad y rumores de cambios de propiedad en clubes de la Liga Premier y de manera inevitable nos preguntan con frecuencia sobre la propiedad de Fenway Sports Group en el Liverpool. Con frecuencia FSG ha recibido expresiones de interés de terceros que buscan convertirse en accionistas del Liverpool”.
“FSG ha señalado con anterioridad que bajo los términos y las condiciones adecuados consideraría a nuevos accionistas si era en el mejor interés del Liverpool como un club. FSG continúa comprometido totalmente con el éxito del Liverpool, tanto dentro como fuera de la cancha”. Forbes calcula el valor del Liverpool en 4450 millones de dólares, alrededor de diez veces la cantidad que FSG pagó.
El grupo con sede en Boston también ha invertido en la infraestructura del equipo, al renovar su histórico estadio Anfield con dos nuevas gradas y también construyó una nueva instalación de entrenamiento.
No obstante, en privado existe una creciente preocupación entre los dueños sobre si el equipo puede seguir compitiendo en la cima de la liga y en la competición europea contra equipos propiedad de Estados del golfo Pérsico. El Manchester City, que ha sido el equipo inglés dominante durante gran parte de la década pasada, es propiedad del hermano del gobernante de los Emiratos Árabes Unidos y hace poco el fondo soberano de Arabia Saudita adquirió el Newcastle. En Francia, el Paris Saint-Germain ha sido impulsado hasta la superioridad por Catar .
El gasto del City ha sido en particular difícil de igualar y el Liverpool se encuentra en un grupo de clubes de la Liga Premier frustrados por el ritmo que lleva una investigación en curso sobre las acusaciones de que el City violó las reglas financieras de la liga para lograr su éxito.
Si se concreta una venta, el Liverpool generaría una ganancia enorme para FSG, el cual ha invertido relativamente poco en el club durante la década que ha sido dueño del equipo en comparación con sus rivales más grandes en la Liga Premier. En cambio, una administración saludable, designaciones inteligentes y éxito en el a menudo inestable mercado de transferencias de jugadores han permitido al equipo competir en la cima de los futboles inglés y europeo.
Desde la contratación de Klopp, el equipo se las ha arreglado para competir con el City al mejorar su plantilla casi siempre a través de dinero obtenido mediante la venta de otros jugadores, un proceso que no ha sido popular entre todos, ya que algunos hinchas creen que la prudencia de los propietarios ha afectado las perspectivas de un éxito sostenido.