Tras 53 años de producción, el último de los Boeing 747 fue entregado esta semana a su comprador, la empresa de cargas Atlas Air.

Según informó el portal View from the Wing, para despedirlo, los pilotos dibujaron la cifra 747 en su ruta de vuelo (desde Paine Field, Seattle a Cincinnati) y colocando una corona encima del número, en honor al apodo con el que se conoce al avión: la “reina de los cielos”.

El avión fue desarrollado originalmente para la mítica —y extinta— Pan Am. El desarrollo fue una apuesta de la compañía y estuvo cerca de llevar a la bancarrota al fabricante. A pesar de eso, alcanzó un gran éxito y terminó con un saldo de casi 1600 aviones entregados.

El avión significó una revolución en los años de la Jet Age (Era de los Jets) por su capacidad de transportar más pasajeros, debido a su fuselaje ancho, sus dos pasillos y su cubierta superior.

“La última “reina de los cielos” despegará con Atlas Air. Gracias 747”, publicó el fabricante.