Desde 2016 en Japón en la categoría “pañales” se venden más productos para adultos que para bebés y niños. Este es solo un ejemplo de cómo el fenómeno denominado Economía Plateada está cambiando mercados y hasta categorías existentes. Otro ejemplo es la reciente decisión del gobierno de Canarias de convertirse en un destino “silver” enfocado en los adultos mayores del norte de Europa. Así lo expuso hace unos días la argentina Flora Proverbio, socia de Ethnos Strategy, durante el foro Generación Silver, organizado por el programa Pensar en Grande y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
La economía plateada se centra en una nueva longevidad, en contraposición a una visión tradicional de inactividad. Para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) “es aquella parte de la economía global vinculada al cambio demográfico producido por el envejecimiento de la población cuyo enfoque se centra en las necesidades y demandas de los adultos mayores”.
Ante este cambio cultural y económico que muchos ya ven como revolucionario, Flora Proverbio explicó que el mundo corporativo viene con cierto rezago, tanto en cuestiones de recursos humanos y discriminación por edad, como en la introducción de nuevas líneas de producto específicas y una comunicación diferente.
“Pronto todos vamos a ser viejos y viejas, y la verdadera oportunidad está en diseñar el mundo en el que queremos envejecer”, disparó.
Desde hace unos años, el BID se ha metido de lleno en la temática y una uruguaya es una de las líderes de esa movida. Se trata de la especialista senior del BID Lab, Ana Castillo, que durante el foro Generación Silver compartió que el valor estimado de la economía plateada en el mundo es de US$ 15 mil millones y en América Latina alcanzaría los US$ 1,7 mil millones.
Explicó que se trata de un tema estratégico para el organismo: “Va a crear millones de puestos de trabajo. Con base en cálculos de la Organización Internacional del Trabajo, estimamos que, durante los próximos 10 años, y solamente en el sector de cuidados, generará alrededor de 2,4 millones de empleos en América Latina y el Caribe. A eso hay que sumar las oportunidades que abre en la construcción y adaptación de viviendas, en transportes y ambientes urbanos, en servicios de salud, servicios financieros, turismo”.
Hoy en Uruguay, más del 20% de los ciudadanos tiene más de 60 años. Hay 9 adultos mayores por cada 10 niños menores de 15 años: más del doble que el promedio regional. En 2050 este indicador alcanzará 17 adultos mayores por cada 10 niños menores de 15, según recoge el estudio regional Tsunami Latam.
Es por ello que, junto a Endeavor y Xeniors, el BID está llevando adelante en Uruguay una iniciativa piloto para promover la creación de un ecosistema en torno a la economía plateada. Este programa, denominado Pensar en grande, ya recibió más de 200 proyectos e ideas, emprendimientos en marcha, y hasta empresas que quieren abrir nuevas líneas de negocio enfocados en la generación silver.
Ahora los apoyaran con mentorías grupales e individuales, búsqueda de financiamiento y levantamiento de capital, talleres y capacitaciones, y networking. Posteriormente, se seleccionará tres empresas para impulsar en su escalamiento regional o internacional.
La coordinadora de Pensar en Grande, Sofía Scarone, nota mucho interés en generar proyectos y brindar soluciones a problemas que, con frecuencia, derivan de experiencias personales. Por ejemplo, pueden estar relacionadas a un cónyuge con determinada enfermedad o padres que necesitan servicios o productos que no se están brindando. "Entonces mucha gente está diciendo: si no existen los diseño yo. Y es lo que queremos impulsar; que la gente identifique desafíos y cómo solucionarlos. Nosotros los vamos a ayudar a pulir la idea, poner en contacto con otras personas para poder llevarlo adelante", explicó a Montevideo Portal.
La mayoría de las soluciones tienen que ver con salud y atención, pero también se presentaron iniciativas que giran en torno a cómo capitalizar y compartir el expertise laboral.
Otro segmento interesante es el destinado al ocio, ya que una necesidad que se destaca es la de socialización. "Inevitablemente, con el paso de la edad, o porque quedan fuera del mercado laboral, o sus amigos se empiezan a morir, o se está más aislados en centro de salud, se necesitan nuevos espacios de encuentro con actividades", explicó Scarone.
También se presentaron iniciativas destinadas a vivienda y transporte, pero la coordinadora señaló que todavía falta explotar más esos segmentos al igual que el de las soluciones financieras.
Scarone apuntó a tendencias que se están dando a nivel mundial como los centros diurnos donde ir a compartir con otras personas solo durante el día, y el del coliving o cohousing, a partir de viviendas diseñadas de forma accesible que comparten grupos de este segmento, con lugares comunes para actividades y asistencia en cuestiones como la alimentación.
Uno de los aprendizajes que se han tenido al momento con el Programa es la necesidad de difundir la temática a nivel de las universidades. Por eso representantes de Pensar en Grande brindan capacitaciones en diferentes carreras.
"Lo hacemos en carreras como Administración de Empresas para impulsar que más proyectos finales sean sobre economía plateada. Pero también en otras como Diseño y Comunicación, para involucrar desde el vamos en diseño de experiencia de usuarios y en la inclusión desde la comunicación", apuntó Scarone.
Mucho más conciencia
Una consecuencia de la implementación del programa Pensar en Grande, según su coordinadora, es que se está creando una mayor concientización sobre la importancia de hablar de la vejez de una manera distinta.
Hay una necesidad hasta de generar discursos diferentes. "Hoy podemos hablar de envejecer de forma más natural. Sabemos que la vida no es infinita, ¿por qué no diseñar realmente la forma en que queremos vivir? Empecemos a pensar cómo vivir con mayor bienestar. Si tenemos más servicios a medida entonces vamos a vivir mejor. Ese el propósito último del programa", apuntó.