Para comenzar a recibir a los viajeros internacionales, el balneario situado 140 kilómetros al este de La Habana prevé una apertura parcial, anunció este fin de semana el Ministerio del Turismo (Mintur).
En la etapa inicial de reapertura los clientes podrán alojarse en hoteles de cuatro y cinco estrellas, y realizar excursiones y otras actividades dentro de una zona aprobada, según explicó la nota del Mintur.
En todos los hoteles del centro turístico se instalará un equipo médico que realizará pesquisas del estado de salud de los clientes frecuentemente para detectar síntomas que puedan estar relacionados con el coronavirus.
Asimismo, todos los servicios serán pagados por los clientes con tarjetas de crédito para evitar la manipulación de dinero en efectivo.
Las actividades extrahoteleras incluidas en esta fase estarán vinculadas a las marinas Chapelín y Gaviota, servicios gastronómicos, comerciales y de recreación, así como el delfinario, entre otras.
Varadero tenía limitado el acceso sólo a los empleados de las instalaciones turísticas desde el pasado 25 de mayo por las medidas aplicadas en la isla para evitar la propagación del coronavirus, pero con la desescalada iniciada en julio se permitió la entrada al turismo local.
Entonces los trabajadores de ese enclave se encargaron del acondicionamiento de las instalaciones turísticas de cara a su futura reapertura y los constructores continuaron la ejecución de obras no aplazadas a pesar de la situación epidemiológica creada por la pandemia.
La terminal aérea
El aeropuerto internacional Juan Gualberto Gómez de Varadero, considerado el segundo en importancia del país por sus ingresos y tráfico, se encuentra listo para reanudar todas sus operaciones y están establecidos los protocolos de bioseguridad para recibir a los visitantes, indicó el Mintur.
El 28 de marzo pasado, un avión de la aerolínea alemana Cóndor con 253 pasajeros a bordo con destino a Francia se convirtió en el último en despegar por la pista del Juan Gualberto Gómez. Debido a la pandemia la terminal aérea estuvo cerrada desde entonces y ese periodo se aprovechó para realizar obras de mantenimiento.
A dicho aeropuerto -alternativo al internacional José Martí de La Habana- arriba poco más del 30 por ciento de los visitantes a la isla, según estadísticas locales.
El turismo representa una fuente vital de ingresos en divisas para la debilitada economía de Cuba, que dejó de recibir visitantes a finales de marzo y cerró por completo sus fronteras a principios de abril, excepto para tráfico de mercancías y casos excepcionales como vuelos de repatriación o envío de misiones médicas.
A principios de agosto pasado, el aeropuerto internacional Jardines del Rey, en Cayo Coco -situado al norte de la provincia central Ciego de Ávila- recibió con estrictas medidas de seguridad y protección a los primeros turistas extranjeros desde que el Gobierno decretara el cierre de fronteras en abril.
Luego, hace un mes acogió el primer vuelo directo de turistas desde Canadá tras la reapertura de los viajes vacacionales restringidos para extranjeros en la etapa post-COVID-19, que hasta ahora estaban limitados a los polos situados en los islotes de la zona norte-central y sur de la isla.
Cuba sufre enfrenta una segunda ola de COVID-19 desde finales de julio pasado cuando comenzaron los rebrotes que obligaron a cancelar la apertura en La Habana y retrasarla en las provincias vecinas.
Actualmente la mayoría de las provincias cubanas se encuentran en la tercera y última etapa de la desescalada, y siete de ellas, junto a la Isla de la Juventud (sur), no reportan casos de coronavirus desde hace más de quince días.
Sólo La Habana y el municipio cabecera de Ciego de Ávila se encuentran en la fase 0 o de "trasmisión autóctona limitada" que mantiene algunas medidas restrictivas.
El turismo es para Cuba la segunda área económica por detrás de la venta de servicios profesionales al exterior, aporta en torno al 10 % del Producto Interno Bruto (PIB) y da empleo a aproximadamente a medio millón de personas en el sector estatal.
También un alto porcentaje de los más de 600.000 trabajadores del sector privado desarrolla actividades relacionadas con el turismo.
Para este año, el país caribeño tenía prevista la visita de 4,5 millones de visitantes internacionales y revertir la bajada de un 9,3 % de 2019, cuando viajaron al país 4,2 millones de turistas, 436.352 menos que en 2018, según datos oficiales.
Con información de EFE