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Seguir consolidando acciones que pongan en el centro a las personas y su entorno es la propuesta que desarrolla Coca-Cola Uruguay, que desde su llegada al país hace más de 80 años ha puesto en marcha una serie de estrategias que la impulsan a continuar apostando a un futuro amigable con el medioambiente y con las comunidades en las que se encuentra presente.
En este cometido, la compañía estableció como eje central del desarrollo de su negocio los criterios ESG (por sus siglas en inglés): ambientales, sociales y de gobernanza, y creó una política integral que promueve acciones en diversas áreas para su cumplimiento.
Foto: cedida a Montevideo Portal
Tomando como base que el agua es un recurso invaluable para la compañía, un elemento indispensable para lograr la resiliencia ante el cambio climático y para el desarrollo de las personas, desde hace más de una década ha desarrollado estrategias y metas específicas para preservar este recurso.
A través de una alianza con su socio embotellador, Coca-Cola FEMSA, y con Cruz Roja Uruguaya, favoreció el acceso a 42.062 personas al agua segura. Esto se logró a través del suministro e instalación de 176 purificadores de agua y la entrega de más de 500 recipientes de almacenamiento a 49 centros comunitarios y policlínicas en Montevideo y Canelones.
Valle Lunarejo. Foto: cedida a Montevideo Portal
Continuando con su política de preservación de este recurso vital, el programa de conservación del bosque nativo y los recursos hídricos en el Valle del Lunarejo, ubicado en el departamento de Rivera, fue una de las estrategias implementadas para la recuperación de 3.000 hectáreas de bosque nativo. Al mismo tiempo, en Florida, a partir de alianzas con actores estratégicos, la compañía se comprometió a preservar 1.000 hectáreas de monte nativo, humedales y sus nacientes.
El cuidado del agua también es una prioridad para Coca-Cola FEMSA, que se ha trazado la meta para el año 2026 de alcanzar el indicador de 1,26 litros de agua utilizada por cada litro de bebida producida. Con ese objetivo, puso en marcha un sistema de recuperación de efluentes además de diversos mecanismos que permitieron en 2022 recuperar el equivalente a 21 piletas olímpicas.
Botella única. Foto: cedida a Montevideo Portal
Para trabajar con relación a sus envases, hace varios años Coca-Cola Uruguay presentó la plataforma Un Mundo sin Residuos, que tiene por objetivo reducir el impacto ambiental a lo largo de todo el ciclo de vida del envase, desde su diseño hasta su recolección, reutilización y reciclado. En este sentido, ha implementado la primera botella de Vitale hecha 100% con resina reciclada.
Respecto a la reutilización, en colaboración con Coca-Cola FEMSA, la compañía impulsó Botella Única, un diseño universal de botellas que permite que estos envases se rellenen con la misma u otra bebida y se vuelvan a marcar con una nueva etiqueta, reduciendo así el uso de agua y energía y facilitando el reciclaje una vez que finaliza su vida útil.
Para enfocarse en la economía circular de los envases, la compañía participa de forma activa del Plan VALE, un programa desarrollado por la Cámara de Industrias de Uruguay y apoyado por el Ministerio de Ambiente y las intendencias, que busca promover la recuperación y valorización de los envases.
Foto: cedida a Montevideo Portal
Con respecto a las acciones por el clima, Coca-Cola FEMSA tiene por objetivo para el 2030 reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 28% y lograr que el total del consumo de todas sus operaciones provenga de fuentes renovables. De esta manera, se ha transformado en la primera compañía de consumo masivo del país en abastecerse 100% de energía renovable a través de un privado.
Esto no solo ha significado un hito para la embotelladora, sino que también ha establecido un antecedente en el camino hacia la transición energética del país.
Para cumplir con los objetivos para reducir la huella de carbono, Coca-Cola FEMSA lleva adelante la implementación de equipos de frío más eficientes en los diversos puntos de venta, amigables con el medioambiente, que contribuyan a minimizar el impacto mediante la disminución de emisiones de CO2 y fomenten la eficiencia energética.
Foto: cedida a Montevideo Portal
Con este esfuerzo, Coca-Cola FEMSA espera alcanzar para 2025 una reducción del 20% del impacto actual que estos equipos de frío generan en el medioambiente, y llegar en 2030 a reducir su huella de carbono en un 50% a nivel global en todas sus operaciones.
Este proyecto pone el foco en hacer de la sostenibilidad un aspecto intrínseco a todas las operaciones diarias, abordando los retos ambientales que se presentan en su cadena de manera estratégica, eficiente y responsable.
