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Alineada con su estrategia global para el 2030 de lograr la seguridad hídrica para las comunidades y los ecosistemas en donde opera, así como brindar soluciones de impacto inmediato, Coca-Cola consolida su compromiso con la preservación del agua como recurso de valor.
Este compromiso que la compañía realiza junto con su socio embotellador, Coca-Cola FEMSA, integra el objetivo regional de proporcionar acceso al agua a dos millones de personas para el 2023. Además, busca combatir la escasez del recurso mediante el trabajo en tres ejes centrales: reducir los desafíos compartidos en torno al agua en todo el mundo; contribuir a mejorar la resiliencia hídrica de la comunidad con un enfoque en las mujeres y las niñas; y mejorar el estado de las cuencas hidrográficas.
Para lograrlo, la compañía ha generado sinergias con asociaciones del sector público-privado y con diversas organizaciones no gubernamentales (ONG) para marcar una diferencia en las áreas que más lo requieren.
Alianza Uruguaya por el Agua
Conscientes de la importancia de abordar la situación del agua de forma proactiva, responsable y en línea con sus objetivos, Coca-Cola Uruguay y Coca-Cola FEMSA fueron parte de la creación, en 2021, de la Alianza Uruguaya por el Agua (AUA).
La organización tiene el cometido de generar estrategias para afrontar los desafíos hídricos que presenta este tema en el país y cuenta, además, con la participación de la Fundación FEMSA y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), así como de otras empresas del ámbito privado.
Asimismo, AUA integra la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua, un acuerdo entre el BID, Fundación FEMSA, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), la Iniciativa Internacional de Protección del Clima (IKI) y The Nature Conservancy (TNC), con el fin de contribuir a la seguridad hídrica de América Latina y el Caribe a través de la creación y fortalecimiento de Fondos de Agua.
Cuidado a largo plazo
Proteger cuencas, reducir el consumo de agua en sus plantas y reciclar la usada en sus procesos productivos, así como reabastecer el agua que utiliza en sus bebidas, son los pilares sobre los que la compañía desarrolló una política de manejo del recurso.
En este marco, desde 2017, Coca-Cola Uruguay lleva adelante un programa de conservación del bosque nativo y los recursos hídricos en el Valle del Lunarejo, ubicado en el departamento de Rivera.
La iniciativa cuenta con el apoyo de la Fundación Indra, Avina, la Intendencia de Rivera, el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) y productores locales, y desde su implementación logró recuperar 3.000 hectáreas de bosque nativo en una zona que posee una flora y fauna únicas para el país, restituyendo en un 602% la cantidad de litros de agua que utiliza la compañía en Uruguay.
La implementación de este programa mejoró la infiltración del agua en el suelo hasta cinco veces de acuerdo a las mediciones avaladas por el SNAP y la Universidad de la República, que dan cuenta del impacto positivo del programa en la preservación del recurso en Uruguay.
El proyecto busca generar una huella hídrica positiva a través del uso sostenible de los recursos naturales del bioma Pampa, específicamente en lo que refiere al agua, la conservación del bosque nativo y su suelo.
Reducir el uso en plantas
En línea con estas acciones y su política de sustentabilidad, Coca-Cola FEMSA Uruguay ha avanzado en su gestión de reducir el agua utilizada en su planta durante el proceso de producción de bebidas.
En los últimos tres años, la embotelladora logró recuperar 51.548.870 litros, cifra que equivale a llenar un total de 21 piscinas olímpicas.
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