Lección 1: no es necesario cambiarlo todo
La clave, tanto en la clase presencial como en la online, está en buscar formas de que los cursos funcionen para el mayor beneficio de los estudiantes.
No se trata de copiar lo que se hacía en la instancia presencial y trasladarla al entorno virtual -o viceversa-, sino evaluar críticamente qué aspectos funcionan y son adecuados para cada modalidad, así como tener en claro qué se puede mejorar y potenciar.
No es necesario pensar un nuevo programa, sino rediseñar y ajustar los contenidos, las actividades y la evaluación, a una nueva realidad.
Y, fundamentalmente, lograr que la clase sea un lugar agradable y desafiante para estar. Fomentar un espacio donde los estudiantes se sientan cómodos, juega un papel crucial en el aprendizaje.
Lección 2: la importancia de la planificación
"No planificar implica planificar el fracaso", aseguró el Dr. Alejandro Armellini -Dean of Learning and Teaching, University of Northampton-, en una entrevista realizada por la Dra. Denise Vaillant -secretaria académica del Instituto de Educación de la Universidad ORT Uruguay-.
Un curso bien planificado impulsará el aprendizaje de los estudiantes. Por eso, es clave definir previamente los resultados de aprendizaje, seleccionar los contenidos a abordar, proponer actividades de aprendizaje valiosas, y definir la forma de evaluación en coherencia con todos estos elementos.
Lección 3: la clase invertida, una nueva forma de aprender
Un elemento que dejó en evidencia la formación a distancia es la importancia de la clase invertida: un modelo que propone cambiar los tradicionales roles de enseñanza, para maximizar el tiempo de clase y realizar actividades de aprendizaje significativas.
En lugar de que el docente sea el encargado de exponer el conocimiento, esta modalidad permite que los estudiantes se preparen antes de las clases, a través de materiales que se facilitan, generalmente, a través de las plataformas educativas. Luego, el espacio de clase es utilizado para aplicar lo estudiado previamente, para realizar ejercicios, resolver problemas, debatir o evacuar dudas.
Se trata de un modelo clave, que permite romper con la clase expositiva y cambiar el rol del docente: de transmisor de la información a un facilitador del aprendizaje.
Lección 4: aprovechar los beneficios de la tecnología
La tecnología puede facilitar e impulsar clases más dinámicas y activas. El tiempo que los docentes destinen en pensar cómo quieren fomentar el aprendizaje en sus estudiantes, será un tiempo bien aprovechado.
En un primer momento, es fundamental utilizar los recursos con los que los docentes se sientan más familiarizados y cómodos, para luego experimentar y probar la incorporación de nuevas herramientas.
Lección 5: la relevancia de la interacción
El último elemento que quedó de manifiesto, en este tiempo de emergencia, fue la relevancia de aprender de otros y con los otros.
Es clave fomentar la colaboración y comunicación entre estudiantes y docentes. Al mismo tiempo, conocer las experiencias de los colegas resulta un insumo muy útil a la hora de innovar en la docencia.
Sea como sea, el docente debe ser un dinamizador del aprendizaje ¬-tanto individual como grupal-, para propiciar el aprendizaje de los estudiantes.