Los métodos tradicionales de servicios empezaron hace tiempo a protagonizar una tendencia digitalizadora que facilita y agiliza la dinámica para consumidores y productores. La compraventa de objetos y servicios llegó a su espacio ideal con la aparición de sitios como MercadoLibre o Tiendamia. El servicio de transporte en taxi o remís recibió un fuerte golpe con el auge de aplicaciones como Cabify o Uber, y el alquiler tradicional de casas y apartamentos fue opacado por la plataforma Airbnb.
Parece que el siguiente candidato en la lista, al menos en Uruguay, es el alquiler de vehículos particulares. En Europa y Estados Unidos, el modelo “carsharing” (auto compartido, o préstamo o uso temporal de vehículos) ya es popular y empresas como Car2go, DriveNow o Getaround dominan este modelo de negocios, que en el mundo desarrollado ya cuenta con más de una década de experiencia, pero en América Latina “está muy verde”. Al menos eso se dice desde la start-up uruguaya TripWip.
Uruguay tiene emprendedores jóvenes con intenciones de innovar. Desde finales de 2022, Juan Manuel Pancic (25), Juan Andrés Vico (26) y Manuel Romero (24) están trabajando para implementar en Uruguay su propio servicio de carsharing, el cual ya está funcionando desde la página web donde cuenta con casi 300 usuarios, y se lanzará en su versión de aplicación móvil “entre el 25 y el 30 de agosto”, dice Romero en diálogo con Montevideo Portal.
“El cliente puede filtrar por el auto que quiera, ver todo en un mapa que muestre el auto más cercano y poder chatear directamente con el que alquila su auto”, explica Romero, quien es el CCO (director de Comunicaciones) de la empresa. “Igual que Airbnb es una plataforma para casas o apartamentos, nosotros lo somos para autos”, resume.
La comparación con la plataforma de alquiler de inmuebles también sirve a Pancic y Vico para sintetizar cómo funciona el modelo de negocios de TripWip. Por ahora, la empresa está integrada solo por ellos tres, y están “incubados” en el Centro de Innovación y Emprendimientos (CIE) de la Universidad ORT.
Con respecto al panorama latinoamericano, ellos entienden que “hay una gran oportunidad, porque todavía no hay un player [jugador] que sea grande y marque la diferencia en la región, pero es una tendencia que se está dando”. “En América Latina está muy verde el tema, pero igual nos cruzamos con emprendedores con las mismas ideas”, sostiene Romero.
El nombre de la empresa viene de “trip” (viaje) y “wip” (sigla que significa ‘work in progress’).
¿Conviene?
Como todo nuevo emprendimiento, es objeto de preguntas y cuestionamientos acerca de aspectos relevantes del servicio: seguro, tarifa, requisitos, etc. Al menos en estas tres categorías, TripWip tiene respuestas, y además promete ventajas con respecto a los mecanismos tradicionales de alquiler de autos.
“Uno de los principales desafíos fue la póliza de seguro con el BSE, que fue difícil”, cuenta Romero, aludiendo a uno de los principales aspectos a la hora de arrendar un vehículo. El servicio tiene un seguro “completo que cubre responsabilidad civil, robos y daños”, reza el sitio web.
Otra arista clave es el costo de tarifa, y hasta qué punto es más conveniente que un local de alquiler tradicional. A priori, TripWip plantea que, para el consumidor, existen precios un 40% más bajos y, para el dueño, la posibilidad de generar alrededor de 1.000 dólares por mes.
Al consultársele acerca de esta cifras, Romero aclara que surgen a partir de un estudio de mercado realizado por los propios fundadores, Pancic y Vico. “En base al mismo auto, se fijaron en el precio de una rentadora tradicional, que estaba entre 65 y 70 (dólares por día), cuando en realidad nuestros precios van a estar entre 35 y 40” dólares por día, afirma.
En cuanto a la composición de la tarifa, TripWip sugerirá un valor de alquiler por día a los dueños, en base a la calidad del auto, la cantidad de días y el precio de mercado. “Estamos desarrollando un sistema que pueda regular los precios, pero de todas formas el que pone su auto a alquilar es libre de poner el precio que quiera”, manifiesta.
No obstante, para utilizar el servicio como arrendador de un vehículo —el que debe ser de modelo posterior al año 2012— hace falta tener al menos 21 años de edad, libreta de conducir con una antigüedad mínima de dos años y una tarjeta de débito o crédito, para la garantía de entre 300 y 500 dólares.
En ese sentido, se señala que, a la hora de alquilar, se le hace una retención de aproximadamente 400 dólares al cliente.
“El dueño saca los fotos con todos los detalles que pueda tener, y el cliente cuando lo devuelve también saca esas fotos, para asegurar que el vehículo esté bien. Si vemos alguna anomalía o el propietario se queja, abrimos un caso, comparamos fotos y el propietario se puede quedar tranquilo de que, si hay diferencias, se pueden ajustar con esa retención que se hizo. Lo mismo con las multas”, explica Romero.
Por otro lado, al cliente se le pretende “ahorrar varias horas de espera, papeleo y burocracias en los métodos tradicionales”. “Apuntamos a que el día de mañana una persona que quiera alquilar un auto pueda elegir dónde lo quiere recibir, ya sea en el aeropuerto o en Tres Cruces”, expresa Romero.
La app contará con características que rememoran a otras plataformas similares. El dueño del vehículo deberá agregar, además de las fotos, todos los datos y descripciones pertinentes.
También incluirá un sistema de calificaciones, tanto para el cliente como para el dueño, parecido al de Uber. “Estamos trabajando en ello, porque es donde se ve la confianza de las dos partes”, cuenta Romero, y agrega que “también es para retener usuarios a largo plazo”, en referencia a que existirán beneficios por tener un buen historial de calificaciones.
El emprendimiento publicita que “el 95% del tiempo un vehículo está estacionado”, y se pretende capitalizar este tiempo de inactividad. Sin embargo, los vehículos automotores tiene determinada vida útil, fuertemente dependiente del uso y mantenimiento que se les dé. Ante esto, el equipo de TripWip responde: “Lo que es amortización va más por parte del cliente. Lógicamente a la hora de ponerlo a alquilar, uno tiene su ganancia y entendemos como parte de la inversión esa amortización”.
Perspectiva temprana de futuro
A días de que se lance la aplicación móvil, los tres integrantes de la empresa tienen claro su objetivo de llegar a todo el país, por “contar al Uruguay como uno solo”. Actualmente están en tres locales físicos: Car One, Pocitos y Lagomar.
Para el futuro, esperan poder ser un servicio “de movilidad integral”, que pueda incluir alquiler de tractores o camiones. “Depende mucho de la oferta y la demanda, pero si esas dos patas están fuertes, para nosotros mucho mejor”, sostiene Romero.
¿Y otros países? Responden: “Estamos visualizando ir a México, pero primero queremos hacer las cosas bien y posicionarnos en Uruguay”.