El cambio climático a nivel mundial y sus consecuencias no representan una nueva realidad. Si bien las variaciones pueden producirse naturalmente, la actividad humana ha sido el principal motor debido —mayoritariamente— a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas.

Uruguay, al igual que el resto de los países, no permanece ajeno a los efectos de este proceso. Desde el Departamento de Ciencias de la Atmósfera de la Facultad de Ciencias de la Udelar han analizado algunas de las características preponderantes en un informe titulado Análisis del clima y escenarios de cambio y variabilidad climática en Uruguay.

Allí se señala, por ejemplo, el aumento en la temperatura y precipitaciones medias, el incremento de las precipitaciones intensas y ascenso de los vientos extremos, principalmente en la costa del país durante el invierno, “siendo esperable que la frecuencia de ocurrencia de estos eventos siga aumentando en la zona costera”.

A su vez, se menciona que la presencia de mayor humedad es otra de las consecuencias del calentamiento global y “puede dar lugar a tormentas y precipitaciones más intensas, que tendrán corrientes convectivas descendentes más fuertes”.

Foto: archivo Montevideo Portal

Foto: archivo Montevideo Portal

La subida del nivel del mar es otro fenómeno analizado por el proyecto Uruguay2100, ganador del concurso Datos Climáticos Abiertos. Una de las principales conclusiones es que, en cuatro áreas estudiadas en Montevideo, unas 18.000 personas son susceptibles de sufrir los efectos de la subida del nivel del mar para 2100 ante eventos extremos. Además, se concluyó que más de 7.500 montevideanos residen en lugares que se inundarán completamente para ese entonces.

La Inteligencia Artificial al servicio

“La inteligencia artificial (IA) ha impactado de forma disruptiva en diversas aristas que nos atraviesan a todos como personas, empresas y países. El cambio climático no es una excepción, donde la IA se utiliza para distintas soluciones tanto de mitigación como de adaptación. Por ejemplo, la optimización y eficiencia de procesos en cualquier industria, la habilitación de la agricultura de precisión —que procura utilizar la cantidad exacta de agua, tierra, fertilizantes— la optimización de flotas y rutas de viaje, redes eléctricas y más”, explicó a Montevideo Portal Facundo Armas, Sustainable Studio manager en Globant.

Además, también posibilita el monitoreo, “permitiendo tener visibilidad constante en procesos y activos, por medio del análisis a escala de grandes cantidades de datos, provenientes de satélites u otros dispositivos. Esto puede servir para monitorear catástrofes y riesgos físicos del cambio climático, por ejemplo”, agregó el experto.

El uso de IA facilita las predicciones y acelera procesos. Se pueden anticipar desastres naturales o riesgos físicos climáticos como sequías, inundaciones, huracanes, incendios, olas de migración y más.

COP28: una puesta a punto del tema a nivel mundial

“Cada vez hay más pruebas de que la inteligencia artificial puede ser un instrumento inestimable para hacer frente al cambio climático”. Esta fue una de las conclusiones planteadas en la 28ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) que se celebró en Dubai del 30 de noviembre al 12 de diciembre de 2023. Participaron representantes de 200 países, incluido Uruguay, con el foco puesto en la eliminación de los combustibles fósiles.

Foto: www.un.org

Foto: www.un.org

El Comité Ejecutivo de Tecnología (CET) de ONU Cambio Climático, junto con Enterprise Neurosystem, una comunidad de inteligencia artificial de código abierto sin ánimo de lucro, lanzó el Gran Desafío de Innovación en IA para identificar y apoyar el desarrollo de soluciones impulsadas por esta tecnología, pensando en producir alertas tempranas.

Shantal Munro-Knight, ministra del gabinete de la primera ministra de Barbados, dijo que en el país se están asociando con empresas tecnológicas internacionales para poner a prueba sus ideas. Por ejemplo, “el uso del aprendizaje automático y la IA para comprobar la presencia de enfermedades tropicales, diseñar edificios resistentes a los huracanes y planificar la inversión en infraestructuras. La colaboración, la formación y la transferencia de tecnología son fundamentales para garantizar que la IA contribuya eficazmente a la mitigación del cambio climático y a la adaptación de los pequeños estados insulares en desarrollo”, señaló.

Ali Zaidi, asistente del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y asesor nacional sobre el clima, expresó: “Debemos gestionar los riesgos y aprovechar la promesa de la inteligencia artificial. Estados Unidos se ha comprometido a hacerlo, como demuestra la reciente orden ejecutiva del presidente Biden sobre la IA. Trabajando juntos, podemos aprovechar de forma responsable el poder de esta tecnología emergente para desarrollar herramientas de IA que ayuden a mitigar los riesgos del cambio climático, hacer que nuestras comunidades sean más sostenibles y resilientes, y construir un futuro energético limpio y equitativo para todos”.

En esa orden ejecutiva Biden llamó a abordar los riesgos y potencialidades de la IA. “Tiene la capacidad positiva de acelerar la investigación del cáncer, modelar los impactos del cambio climático, impulsar la producción económica y mejorar los servicios gubernamentales, entre otros beneficios”, señaló. 

Para Facundo Armas, aún queda bastante camino por recorrer. “Si bien se hicieron presente startups y corporaciones presentando sus innovaciones en materia climática, no hemos notado un enfoque integral que incorpore IA en cada una de las problemáticas que se trataron en la COP. Incluso, al momento de definir ciertos acuerdos, las tecnologías habilitadoras o aceleradoras no forman parte de la conversación”, expresó.

¿Qué está pasando en Uruguay?

“La democracia del futuro en el contexto evolutivo de la inteligencia artificial”. Esta fue la consigna de la II Cumbre Mundial de Comisiones de Futuros, que se llevó a cabo del 25 al 27 de setiembre en Montevideo.

Foto: Parlamento

Foto: Parlamento

El diputado Rodrigo Goñi, presidente de la Comisión de Futuros del Parlamento, dijo a Montevideo Portal que el tema del cambio climático y los beneficios de la inteligencia artificial está sobre la mesa. “Una de las enormes potencialidades que nos plantea la inteligencia artificial, con herramientas cada vez más sofisticadas, es mejorar drásticamente las predicciones en relación a fenómenos climáticos de corta, mediana y larga duración. Por ejemplo, a partir de la capacidad de procesar datos con una profundidad y en tiempos impensados, muchísimo más cortos”.

“Uruguay tiene que proporcionar primero los datos. Cuando se habla de la compra del radar meteorológico es un gran instrumento no solamente para ayudar a predecir, sino para generar datos para que se puedan procesar luego con el uso de esta tecnología”, expresó.

“Estamos planteándoles a los candidatos que la inteligencia artificial tiene que ser un eje central de la campaña electoral, una política de Estado, porque es una herramienta con un poder nunca imaginado para solucionar una enorme cantidad de problemas que tiene la sociedad. Hay un cambio de paradigma y tenemos que estar a la vanguardia”, agregó.

En cuanto a la regulación de su uso y posibles riesgos, temas que generan polémica, Goñi aseguró que se está trabajando con todos los partidos políticos en una regulación internacional. “Actualmente estamos debatiendo incorporar sistemas de inteligencia artificial a la actividad parlamentaria, pero la regulación es nuestra gran tarea a nivel nacional y va a ser central en 2024”.

En el marco de la cuarta Asamblea de la Alianza Europea de Inteligencia Artificial, la presidencia española del Consejo de la Unión Europea promovió una declaración que compromete a los países de Europa, Latinoamérica y el Caribe a avanzar en la cooperación conjunta de políticas y marcos regulatorios de esta tecnología. Nuestro país fue uno de los que suscribió este acuerdo.

Globant: la compañía que viene trabajando en el tema

“En Globant contamos con un equipo específicamente dedicado a diseñar e implementar soluciones tecnológicas que ayuden a nuestros clientes a hacer frente a la nueva era de la sustentabilidad, tanto aprovechando las oportunidades como reduciendo los riesgos”, cuenta Facundo Armas, Sustainable Studio manager en Globant.

Foto: Globant.com

Foto: Globant.com

“Además, la IA contiene ciertas externalidades ambientales negativas que podrían llegar a ser un gran problema en el futuro, como su alto consumo de energía y agua. Para ello, hemos entrenado a nuestros desarrolladores en cómo diseñar tecnología con el menor impacto ambiental posible, y estamos colaborando en espacios como los del Foro Económico Mundial (WEF) para la resolución de la problemática de los residuos electrónicos”, añadió.

A su vez, trabajan en conjunto con compañías como Splight, “que utiliza IA para generar 'energía artificial', la cual se refiere a toda la energía generada por implementar soluciones de optimización de generación energética y gestión de redes eléctricas, que de no haber sido así, no hubiese existido”, comentó.

En el caso de la startup Uali utiliza IA aplicada a drones para la identificación de fugas de metano en las operaciones petroleras, uno de los principales gases de efecto invernadero.

Predecir incendios y su propagación: una realidad en Uruguay

La Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) junto a BID Lab lanzaron el Fondo de Investigación e Innovación en Cambio Climático para financiar proyectos que incorporen tecnologías 4.0 orientadas a la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático, contribuyendo a reducir los gases de efecto invernadero. Se consideran tecnologías 4.0: cloud computing, inteligencia artificial, internet de las cosas, blockchain, data analytics, robótica, big data, entre otras.

En 2022 fueron seleccionadas nueve propuestas. Una de ellas la lleva adelante Ferrando y Asociados, una compañía referente en el sector forestal que brinda servicios en ciencia de datos, software y tecnología a escala. 

La misma se centra en diseñar e implementar un sistema innovador de gestión de riesgos y predicción de propagación de incendios forestales, que permite el monitoreo mediante algoritmos de machine learning e imágenes satelitales.

Santiago Ferrando, responsable de la iniciativa, explicó a Montevideo Portal que la Sociedad de Productores Forestales hace años tiene un consorcio para abordar el tema de los incendios, pero a raíz de lo ocurrido en 2021 (cuando el fuego arrasó más de 20.000 hectáreas en Río Negro y Paysandú) se entendió que se debía reforzar la detección.

Incendio de 2021. Foto: archivo Montevideo Portal

Incendio de 2021. Foto: archivo Montevideo Portal

“Uruguay no tenía un índice de riesgos propio a nivel país. Esto se determina por el clima, la topografía y otro componente muy importante que es el material combustible. No es lo mismo si hay una plantación adulta, joven, pinos o eucaliptus, como tampoco si el suelo es utilizado para agricultura, pasturas o es un monte nativo. Entonces en conjunto con la SPF y la Udelar desarrollamos un índice local, teniendo en cuenta las condiciones de combustibilidad del Uruguay, y le agregamos la inteligencia artificial para automatizar dichos cálculos”, explicó. 

Para esto trabajaron con la empresa uruguaya Dot Product, especializada en IA, realizando cálculos a través de imágenes satelitales para determinar elementos tales como si el territorio es un bosque, si está bajo cosecha o no.  “Lo interesante es que, con la carrera de Ingeniería Forestal en Tacuarembó, perteneciente a la Udelar, caracterizamos durante un año todo lo que queda en un bosque luego de que se cosecha. Con estos datos con la Udelar y la empresa Dot se creó un modelo para proyectar la probabilidad de que ocurra un incendio y además la propagación de los incendios considerando los factores locales. Cuantos más datos locales consigamos, el modelo se vuelve más robusto”, detalló Ferrando.

Trabajo de campo. Foto: cedida a Montevideo Portal

Trabajo de campo. Foto: cedida a Montevideo Portal

El objetivo que se plantean es seguir avanzando y llegar a un producto final que permita integrar todos los modelos para generar una herramienta potente de gestión, con actualización suficiente para la toma de decisiones a tiempo.

“Culminar todas las fases, tal como nos indicaron expertos internacionales, nos puede llevar cinco años”, afirmó Ferrando. “Pero la idea es integrar este modelo a todo el sistema, difundirlo y demostrar que es escalable a nivel nacional y que lo podemos hacer acá”.