La calidad de vida y la estabilidad económica, social y política son las dos principales razones por las que los extranjeros eligen instalarse en Uruguay.

Así lo afirma la presidenta de la Cámara Inmobiliaria Uruguaya (CIU), Beatriz Carámbula, que señala que muchas personas llegan al país rioplatense en una situación económica y social “vulnerable” y que ven en Uruguay “una esperanza de progreso familiar y personal”.

Apunta que la llegada de extranjeros tuvo lugar de forma fluida a partir de 2014, aunque se incrementó de forma definitiva en 2019, mayormente en Montevideo.

“Argentinos, brasileños, venezolanos, cubanos, dominicanos, chilenos y peruanos son los perfiles más habituales, e incluso europeos, pero en menos proporción”, detalla Carámbula.

Demanda en función de la situación de llegada

Distingue dos perfiles de extranjeros que buscan residir en el país: los que vienen con trabajo y buscan zonas con buena aceptación, y los que vienen en busca de oportunidades y sin trabajo, que optan por zonas más humildes.

“Eso ocurre especialmente con los venezolanos, cubanos y dominicanos, de modo que llegan primero los referentes familiares y luego de 12 meses el núcleo familiar más numeroso, ya con trabajo y establecidos los primeros integrantes”, sostiene la experta en el mercado inmobiliario uruguayo.

Estos perfiles recurren a zonas como Centro, Ciudad Vieja y Cordón, con un alquiler más asequible —cercano a los 450 dólares cuando vienen solos y a los 650 cuando llegan sus familias—, presencia de coterráneos y espacio para familias numerosas.

“Perfiles de otras nacionalidades suelen contar con más recursos económicos o incluso vienen con trabajo ya asignado o capital para invertir lo que les brinda previamente una mayor estabilidad”, indica Carámbula.

Es el caso de argentinos, brasileños y europeos, entre otros, que prefieren barrios acomodados como Pocitos, Punta Carretas, Buceo y Carrasco, con alquileres de unos 900 dólares y motivados por su proximidad a la rambla.

Diferencias con los uruguayos

Las dinámicas habitacionales de los extranjeros que vienen a vivir a Uruguay cambian en comparación con las de los locales, que cuentan también con perfiles distintos dependiendo de si son de la capital o del interior.

“Gran parte de la población en el interior tiene como prioridad vivir en casas con generosas dimensiones, espacios verdes y prefieren por el ritmo de vida aspectos como la estufa a leña, un parrillero, jardín y piscina”, especifica el director de Macari Negocios Inmobiliarios y vicepresidente de CIU, Matías Medina.

“En la capital son muy buscadas zonas costeras próximas al mar como también zonas donde confluyen la naturaleza y el movimiento urbano. Hay un corrimiento de las necesidades producto de la tecnología, post pandemia y de teletrabajo”, añade.

Estas diferencias, según Medina, provocan que una porción del mercado de la vivienda uruguayo que antes no era tan solicitada por los locales y que ahora sí que lo son para los extranjeros se haya encarecido.

Con información de EFE