A pesar de que la actividad de estas dos marcas de lujo se solapan en el sector de la joyería, el Ejecutivo comunitario considera que la operación no plantea problemas de competencia porque se trata de un mercado en el que ya hay varios proveedores importantes y al que recientemente se han sumado otros competidores.

Bruselas también descartó que los vínculos verticales de las actividades de Tiffany y LVMH vayan a limitar la competencia porque su capacidad para empeorar las condiciones comerciales de minoristas sobre los artículos de estas marcas es limitada.

El expediente, que le fue notificado a los servicios comunitarios de Competencia el pasado 21 de septiembre, ha sido examinado bajo el procedimiento ordinario de control de operaciones.

Con información de Europa Press