El ministro de Exteriores de Brasil, Ernesto Araújo, calificó este viernes de "santo grial" el acuerdo de libre comercio que está negociando con el Gobierno de Donald Trump y aseguró que será anunciado "pronto", aunque todavía no hay una "fecha específica".
"Estamos mucho más cerca de un acuerdo de comercio (...) Nos estamos acercando a eso, quizás sea el santo grial de la política exterior de Brasil, por lo menos para el sector privado que durante mucho tiempo ha soñado con algún tipo de pacto entre Estados Unidos y Brasil", manifestó Araújo en una rueda de prenda.
Araújo destacó esas negociaciones comerciales como el mayor logro de su visita de tres días a Washington, en la que se reunió con su homólogo estadounidense, Mike Pompeo, así como con representantes económicos de primer nivel, como el titular de Comercio, Wilbur Ross, y el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow.
No obstante, el responsable de Exteriores reconoció que todavía no hay una "fecha específica" para anunciar el pacto y tampoco un texto con las novedades en la relación comercial.
Explicó que los Gobiernos de Trump y Jair Bolsonaro están negociando "en términos genéricos" y que, por ahora, el objetivo es concretar cuotas para el intercambio de bienes específicos, como carne y acero, para más tarde definir un pacto que elimine o rebaje de manera sustancial los aranceles.
"Estamos diseñando un paquete muy interesante en el área comercial siguiendo la directiva de los presidentes que quieren ir hacia un pacto de libre comercio", subrayó Araújo.
En línea con lo explicado por el político brasileño, Pompeo prometió este viernes que EE.UU. "hará crecer" los intercambios económicos con el gigante suramericano.
"Todos los esfuerzos de Brasil le dan a Estados Unidos una gran confianza para cooperar de nuevas formas. Vamos a hacer crecer nuestra relación comercial, que ya es de 100.000 millones de dólares anuales", manifestó Pompeo en declaraciones a la prensa en el Departamento de Estado.
Actualmente, Brasil y EE.UU. mantienen un acuerdo comercial que fue firmado en 2011, pero que no acabó con los gravámenes que se imponen a los bienes al pasar la frontera.
Según la Oficina del Representante de Comercio de EE.UU. (USTR, por sus siglas en inglés, el comercio de bienes y servicios entre EE.UU. y Brasil sumó 103.900 millones de dólares en 2018.
Tanto Pompeo como Araújo este viernes presidieron en el Departamento de Estado un tipo de reunión estratégica de alto nivel que hacía siete años que no se celebraba.
Se trata, coincidieron ambos cancilleres, en una muestra de la "visión común" que los ultraderechistas Trump y Bolsonaro suscribieron en su primer encuentro en la Casa Blanca en marzo, cuando prometieron marcar la política americana con su ferviente oposición al socialismo.
En la reunión de este viernes, Pompeo y Araújo se comprometieron a promover el desarrollo de iniciativas privadas en la Amazonía, devorada por el fuego en las últimas semanas.
En concreto, ambos concretaron una iniciativa que ya delineraron en marzo Trump y Bolsonaro y destacaron el establecimiento por parte de EE.UU. de un fondo de 100 millones de dólares para que, durante 11 años, Brasil pueda promover la biodiversidad de la mayor floresta tropical del mundo.
Ninguno de los representantes de Exteriores concretó cuándo se producirá el desembolso de fondos y cuál será su uso específico.
En declaraciones a la prensa, Araújo se limitó a insistir en que los fuegos de la Amazonía son un asunto de Brasil y no competen al resto de naciones, que a su juicio se entrometen en la "soberanía" del gigante sudamericano cuando sugieren tomar medidas a nivel internacional.
El equipo de Bolsonaro ha visto con muy malos ojos que Gobiernos como el francés hayan puesto el tema de la Amazonía en la agenda mundial. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llevó esa crisis medioambiental a la cumbre del G7 que se celebró a finales de agosto en Biarritz (Francia).
Dando un espaldarazo a Bolsonaro, la Casa Blanca ya ha dicho que no estuvo de acuerdo con esa iniciativa de Macron.
Brasil y EE.UU., los dos países más poblados del continente americano, viven un nuevo episodio en sus relaciones bilaterales bajo los Gobiernos de Trump y Bolsonaro.
Trump ha designado a Brasil como aliado militar estratégico de EE.UU. fuera de la OTAN, lo que permite profundizar la cooperación militar con esa nación.
Y, además, ambos países mantienen una fuerte alianza en la política hacia Venezuela, donde lideran una campaña para deponer al presidente, Nicolás Maduro, y colocar en su lugar al líder opositor Juan Guaidó, reconocido como jefe de Estado interino por medio centenar de naciones.
Con información de EFE