Un jurado en 2018 decidió que Monsanto, una subsidiaria de Bayer, actuó con "malevolencia" al ocultar el carácter potencialmente cancerígeno del glifosato contenido en sus productos y que sus herbicidas (el popular Roundup y su versión profesional RangerPro) habían contribuido "considerablemente" al linfoma no hodgkiniano terminal que padece Dewayne "Lee" Johnson, un jardinero de 48 años.
Entonces le concedieron 250 millones de dólares en daños, que luego fueron reducidos a 78,5 millones.
Bajo el fallo del lunes, la corte negó la moción de Monsanto para un nuevo juicio con la condición de que Johnson aceptara un acuerdo de 10,2 millones de dólares en daños compensatorios y la misma cantidad en daños punitivos.
"Aunque hemos llegado a la conclusión de que una reducción de los daños concedidos es apropiada, no revocamos la sentencia", dijo el panel de tres jueces, ratificando la responsabilidad de Monsanto en el caso. "En nuestra opinión, Johnson presentó abundantes --y ciertamente sustanciales-- pruebas de que el glifosato, junto con los otros ingredientes de los productos Roundup, causó su cáncer".
"Experto tras experto proporcionaron pruebas de que los productos Roundup son capaces de causar linfoma no hodgkiniano y causaron el cáncer de Johnson en particular", añadió.
La compañía alemana Bayer indicó en un comunicado que podría recurrir la decisión ante la Corte Suprema de California, aunque considera que el dictamen del tribunal de apelación es "un paso en la buena dirección".
"Sin embargo, seguimos pensando que la decisión del jurado y el pago de indemnizaciones no son compatibles con las pruebas presentadas y las leyes existentes", explicó Bayer en el comunicado.
La compañía anunció el mes pasado que pagaría más de 10.000 millones de dólares para poner fin a una ola de demandas relacionadas con el Roundup, que siguieron el veredicto del caso Johnson y que provocaron nerviosismo entre los accionistas.
Bayer, que en ese acuerdo multimillonario no admite que haya ningún problema con su producto, sostiene que los estudios científicos y las aprobaciones regulatorias muestran que el glifosato es seguro, aunque otras investigaciones encontraro nlo contrario.
AFP