Amazon abrió recientemente una tienda de ropa física en Los Ángeles, California (Estados Unidos), donde los clientes pueden hacer casi todo desde su teléfono. Eso incluye pedir artículos a los probadores.

La nueva tienda, llamada Amazon Style, es la primera incursión del gigante minorista en las tiendas de ropa físicas.

Según Insider, parece una mezcla entre las tiendas de Urban Outfitters (de ropa) y Apple (tecnología). Así funciona: no hay tamaños disponibles de las prendas en el piso de la sala de exposición; si alguien desea probarse algo, en lugar de lo habitual de buscar entre tallas para encontrar la suya, simplemente debe escanear el código QR adjunto a la prenda.

Al escanear el código, aparece un enlace de Amazon en el teléfono, que llevará al cliente a la tienda en línea. Así, simplemente se debe agregar su tamaño a un vestidor y luego la aplicación avisará cuando la habitación está lista para el cliente.

A medida que Fortesa Latifi —la periodista de Insider que escribió el artículo— avanzaba por la sección de mujeres de la tienda, se sorprendió por la cantidad de estilos diferentes de ropa disponibles. Había vestidos, camperas, jeans y camisas, narró.

Había incluso una sección con un cartel que rezaba “estilos de influencers”. Tenía códigos QR que llevan al cliente a la ropa favorita suministrada por Amazon de ese influencer.

Cuando la periodista decidió intentar hacer el proceso, eligió una campera y la aplicación de Amazon le consultó si necesitaba un probador accesible; luego, le informó que habría más piezas esperándola en el cuarto que podrían interesarle. Unos 10 minutos después, le llegó una notificación de que el probador número 23 estaba disponible para ella, aunque le dio la opción de ir en otros 10 minutos, para darle la oportunidad de seguir comprando.

Cuando llegó al probador, Latifi lo vio “espacioso” y comentó que tenía una pantalla que le daba la bienvenida. “‘¡Empieza!’, instó la pantalla táctil”, escribió en el mencionado medio.

Dentro estaba la campera que ella eligió y otras tres más, elegidas por el algoritmo. Asimismo, a través de la pantalla pudo seleccionar otro buzo y solicitar que sea llevado a su probador. “Luego las cosas se volvieron muy futuristas”, señaló y detalló: “Al otro lado del probador había un armario. Cuando pides algo más para probarte mientras ya estás en el probador, un empleado te entrega la prenda por la otra puerta del armario. Mientras están en el armario arreglando la ropa en un perchero, se enciende una luz roja para alertarte. Cuando terminan, la luz roja se apaga y el armario se ilumina desde el interior, como para atraerte. Tuvo éxito”, relató.

Según indicó, la espera por el buzo no llevó más de 90 segundos desde que lo pidió, lo cual la impresionó. “Sin embargo, se sentía extraño estar de pie al otro lado del armario mientras un empleado invisible arreglaba la ropa”, confesó Latifi.

Al finalizar en el probador, el cliente se lleva lo que quiera y deja adentro el resto, indicó. El proceso de pago era “normal”, señaló; “Es como si estuvieras en una tienda de ropa normal y no en el año 2045”, ironizó la periodista.