Tres comités internacionales de tenedores de bonos, que agrupan a cerca de 80% de los acreedores privados de Argentina en el exterior, reiteraron "que no pueden respaldar la oferta de intercambio recientemente anunciada, y no entregarán sus bonos en dicha oferta", en un comunicado publicado este lunes.
Poco antes, Santiago Cafiero, jefe de gabinete del presidente Alberto Fernández, declaró que la oferta no será modificada.
"De nada sirve hacer una oferta que luego no se pueda cumplir. Nosotros presentamos la oferta de buena fe, que es el compromiso que se puede cumplir y que constituye sostenibilidad en el tiempo", dijo, reiterando la postura del gobierno argentino.
Pero los fondos de inversión consideran que la propuesta argentina representa para ellos "pérdidas desproporcionadas que no son justificadas ni necesarias".
La oferta de canje de deuda del gobierno de Fernández alcanza a 66.238 millones de dólares en bonos emitidos bajo ley extranjera. Contempla tres años de gracia, además de una quita de 62% sobre los intereses (37.900 millones de dólares) y de 5,4% sobre el capital (3.600 millones de dólares).
Bonos emitidos entre 2016 y 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri, pero también otros que proceden de las anteriores reestructuraciones de 2005 y 2010, bajo las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner, serían canjeados por nuevos papeles con vencimientos entre 2030 y 2047, de alcanzar un acuerdo las partes.
- ¿Entendimiento? -
Pese a reiterar sus posiciones sin un ápice de cambio, ninguna de las dos partes ha cerrado la puerta a un entendimiento.
"Notamos un entendimiento creciente y hubo casos concretos de acompañamiento de la oferta. Consideramos que el proceso en estos días ha sido positivo, que todavía falta y que continuará el diálogo", dijo el ministro de Economía Martín Guzmán en una entrevista publicada el domingo en el diario Clarín.
Los fondos de inversión, de su parte, afirmaron este lunes estar preparados "para discutir constructivamente con Argentina, con el objetivo común de encontrar una solución viable a los desafíos financieros" del país.
Los acreedores tienen hasta el 8 de mayo para decidir si adhieren o no al canje de bonos, aunque el gobierno argentino puede extender el plazo si no se ha llegado a un acuerdo para ese momento.
En el medio de la negociación, Argentina optó por no pagar el pasado 22 de abril un vencimiento de intereses por unos 500 millones de dólares correspondientes a los bonos 21, 26 y 46. Tiene un periodo de gracia que corre hasta el 22 de mayo.
La deuda total de Argentina es de unos 324.000 millones de dólares, cerca de 90% de su Producto Interno Bruto. Además del canje de bonos emitidos para legislación extranjera, el país procura un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional, al que adeuda 44.000 millones de dólares de un acuerdo por 57.000 millones que frenó el presidente Fernández al asumir en diciembre pasado.
Argentina corre su tercer año de recesión, con una inflación de más de 50% anual, pobreza de 35%, y sin poder medir aún el impacto sobre la economía de la pandemia del coronavirus.
AFP